Karate Man

"Mi idea es vivir del karate", afirma Maximiliano Larrosa, que con 23 años ya se subió a dos podios panamericanos. Conocé su historia.

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La vida de Maximiliano Larrosa casi no conoce otra cosa que no sea karate. Lo practica casi desde que tiene uso de razón, le dedica muchas horas diarias, compite y trabaja de eso. "Mi idea es vivir del karate", afirma, por si no había quedado claro.

Maxi tiene 23 años y, circunstancialmente, nació en San Carlos. "Mis viejos iban de pasada y a mi madre se le dio por tener ahí", explica. Pero es oriundo de Maldonado capital. Siempre vivió allí y así lo siente.

Su vínculo con el karate empezó a los 4 años, cuando fue a acompañar a su hermano a una clase de ese deporte. "Me pusieron en dos maderas y estuve abierto de piernas como media hora", recuerda sobre aquella vez.

Su hermano siguió practicando hasta los 15 años aproximadamente, pero Maximiliano quedó atrapado de por vida. "Para mí es el deporte más completo", sentencia, argumentando la variedad y complejidad técnica que caracteriza al karate.

"Yo siempre fui medio enfermito con el tema de la dedicación", avisa, recordando la cantidad de horas que, siendo escolar, pasaba entrenando karate. "Yo a veces pienso que hasta prioricé demasiado el deporte para lo que merece este país", reflexiona.

Claro, tanta dedicación dio sus frutos. A los 21 años ya fue campeón panamericano de mayores y a los 22 obtuvo la medalla de bronce en el mismo torneo. Este año, además, fue el único uruguayo en sortear la difícil clasificatoria a los Juegos Panamericanos y decir presente en Toronto.

Hace poco se supo que el karate será incluido como deporte en los Juegos Olímpicos del 2020. Y, obviamente, a Maximiliano le brillan los ojos. "Ese es el gran objetivo de mi vida, estar ahí", dice con total seguridad.

Su entrenador es Pino Píriz, el mismo que tiene desde que empezó. "Imaginate que yo soy el padrino del hijo", cuenta como para graficar la relación que los une. "Para mí es un padre, un hermano. No me dio solamente en la parte deportiva, sino también en la vida y mi crecimiento personal", agrega al respecto.

Hoy en día Maximiliano tiene un dojo de karate en el centro de Maldonado, donde da clases. Su sueño también es ser profesor de Educación Física, pero al ISEF se entra por sorteo y él hace dos años que intenta pero no tiene suerte. "Es más fácil sacar el 5 de Oro, creo".

Otro de sus objetivos es recibir un apoyo que le permita viajar a foguearse a Europa, de modo de llegar mejor preparado al próximo Panamericano de karate, que es en mayo del 2016.

Mientras, sigue haciendo del karate su rutina diaria. Ni cuando está con su novia puede despegarse de eso, ya que ella también es karateka. "La conocí ahí. Seguramente fue por el talento, porque por la cara… (risas)".

Mirá más fragmentos de la entrevista con Maximiliano Larrosa: