
"Tener voz en los vestuarios"
Agustín Lucas habló largo y tendido con PDA sobre el problema del fútbol uruguayo. Criticó a los clubes, a la Mutual y a los propios jugadores.

Agustín Lucas se podría decir que es un "bicho raro" dentro del fútbol. Tiene intereses que van más allá de lo que pasa adentro de la cancha y entre otras cosas se dedica a escribir poesía.
En el marco de un informe sobre gremialismo en el deporte publicado en La Fatídica, PDA habló con él para conocer su visión sobre la situación del fútbol uruguayo, poniendo el foco crítico en la actitud de los propios jugadores.
¿Se da mucho el aprovechamiento de los dirigentes con los jugadores?
Una vez Pumar (presidente de la Mutual) nos vino a decir que el que firmaba por menos era un traidor. Yo estoy completamente en desacuerdo con eso. El que firma por menos del mínimo hay que ver la situación que está viviendo. El tipo decía que cada uno tiene que confiar en sus cualidades y salir a buscar otro equipo. Mentira, porque en realidad en los períodos de pases se forman dos o tres grupos de jugadores libres que no tienen equipo.
Entonces si te dicen ocho mil pesos, son ocho mil pesos. Si podés seguir soñando con hacer un gol y ser campeón, todo ese tipo de cosas que te mantienen prendido al fútbol, porque otra cosa no hay. Juegan con eso.
¿Te parece que a esos jugadores los mantiene el sueño o simplemente que es su fuente de trabajo?
Mirá, ocho mil pesos los ganás en un almacén. Con cualquier cosa que hagas vas a ganar más que en el fútbol. A mí me parece que va más por otro lado. Por decir "todavía puedo tirar unas balas a ver qué pasa". Hago unos goles y me voy a jugar a El Salvador por un par de miles de dólares y me ahorro unos mil, me traigo diez mil y me compro un auto. Ese es el pensamiento.
Con la ilusión económica y también con la ilusión de jugar los fines de semana, que es lo más lindo que hay. El otro día cuando me tocó entrar dije "pa, todavía estoy vigente". Es genial ese sentimiento, por más que pase lo que pase, que no cobres y no entrenes. Pensar que tengo el privilegio de entrar a la cancha.
¿El dirigente le saca provecho a eso?
Sí. El dirigente aprovecha eso y el jugador muchas veces no sabe cómo responder. No es solamente un problema de la Mutual. En la Mutual toman decisiones muy pocos. Los jugadores vamos y levantamos la mano una vez por año, y no es que tengamos un discurso muy crítico de lo que sucede. Algunos nos metemos y hablamos pero no somos la mayoría.
¿Sentís que la Mutual no es representativa?
Para mí no. Para mí no es representativa del colectivo. Hay que cambiar, y una de las cosas que tiene que cambiar es que los jugadores realmente funcionemos como gremio, que cada club tenga delegados y se discuta en el vestuario lo que votar. Que cuando hay desacuerdo con lo que se vota se planteé.
Del lado de la Mutual también me parece que tienen que abrir un poco la cancha y buscarle la vuelta para que los jugadores vayamos. Que la convocatoria funcione. Hay algo que tiene que cambiar porque no hay mejoras. Hace 12 años que juego al fútbol profesional y no hay mejoras.
Se lograron los sueldos mínimos y lo de Fonasa y me parece genial, se logró el seguro de paro, pero hay cosas que siguen sucediendo. Las condiciones de trabajo son pésimas.
¿Es sano para los futbolistas que los clubes hagan contratos por cinco años?
Yo creo que sí. Hay jugadores a los que no les gusta estar atados por tanto tiempo. Pero eso es porque son ambiciosos con el dinero. Yo ando bien un año y después me voy y hago dinero. Quedate tranquilo con el dinero que no hay para todos, hay para algunos nomás.
Ojalá a mí me hubieran hecho un contrato por 5 años. Yo nunca firmé ni por cinco ni por tres ni siquiera por dos años. Acá en Miramar creo que una vez firmé por dos cuando era más joven.
También está la presión de que si no arreglás por menos, el club no juega y eso mete presión. ¿Cómo se le exige a los clubes que paguen sueldos que no pueden?
Para mí hay varias cosas. Problemas de gestión de muchos años: el dinero que entra, se malgasta. En la mayoría de los clubes, lo que entra por jugadores vendidos se gasta en nuevos que se traen y es al pedo. Si vos tenés un club con problemas económicos lo primero que tenés que hacer es poner a los pibes. Que jueguen los pibes de Cuarta. Te mantenés en la B un par de años hasta que te acomodes. ¿Para qué querés subir? Para jugar en el estadio y salir en la tele dos veces por año. ¿Eso te conforma?
Y después es una carencia más que importante, que escapa a todo, y que es lo humano: los dirigentes no son honestos. Si yo tengo un dirigente honesto que me plantea que no tiene plata para pagar y no sabe de dónde sacarla y me ofrece tanta plata; entonces dejámela ahí y yo puedo tomar la decisión. Yo me quedo a darle una mano al club, me voy, o agarro esto y pido los premios si ascendemos. Buscarle la vuelta para que funcione sin dinero, pero no pasa esto.
Y los jugadores no se meten a tomar decisiones. El otro día estudiaba un poco la historia de Miramar y las primeras comisiones directivas de Miramar y de Misiones estuvieron integradas por jugadores del plantel. Imagino que en otros equipos fue igual. Hoy en día no tenés ni la menor idea de lo que se decide, ni por qué ni cómo. Simplemente venís acá y jugás los fines de semana y los dirigentes vienen y te exigen que ganes. No están capacitados algunos.
¿Podés exigirle a los dirigentes cuando ellos tampoco son profesionales?
Ahí con más razón. Si vos sos hincha, te arrimás a dar una mano y no tenés ideas de cómo sacar adelante el club, o no tenés plata para sacarlo adelante, con más razón hay que apelar a la honestidad.
¿Cuál es el vínculo del jugador y del club? ¿Somos empleados, así, tan fríamente? No, somos los que nos ponemos la camiseta y tenemos que tener otro tipo de voz, pero tampoco podemos esperar que vengan los dirigentes a ofrecerlo. Tenemos que ir y plantearlo, levantar la mano y preguntar.
Pero no parece ser lo habitual, incluso a primer nivel europeo donde los jugadores no se involucran...
Es terrible. Nosotros consumimos eso. No consumimos Miramar-Central, consumimos Barcelona-Real Madrid. Y si esos jugadores dicen que solo son jugadores y tienen que jugar, la mayoría de los pibes van a pensar igual. Aparte la docencia en juveniles es esa: cuanto menos pienses y mejor juegues, mejor. Cuanto menos hables y mejor juegues, muchísimo mejor. Si hablás menos, perfecto para los dirigentes.
En Primera División te generan que si van cuatro a pelear un premio, esos cuatro quedan marcados. A mí me encanta quedar marcado, que sea por algo que valga la pena. Pero si generan eso, uno también tiende a cuidar su chacra. Si ir a hablar me va a generar problemas, no voy.
¿Qué pasa con aquellos dos jugadores de Progreso (Duarte y Giordano) que dijeron que no a menos del mínimo?
Está el olvido, el gran problema del fútbol. Vos podés hacer treinta goles en un año y que todos te quieran y a los seis meses nadie quiere saber de vos ni en figurita. Por una lesión o porque jugaste mal un partido o lo que sea. El problema que van a tener ellos es el olvido.
Si dejamos que pase y quede todo ahí, en tres meses ya se olvidaron de ellos. Y los pibes siguen ahí entrenando solos, viendo a ver dónde van a caer. Es muy hostil. Eso es lo que me parece. El problema de ellos es que la gente se olvide y lo segundo es la marca de haber chocado contra la dirigencia.
Los jugadores juegan poco tiempo en los clubes, ¿cómo pueden involucrarse?
Para empezar tener voz en los vestuarios. Ahí las decisiones las toman uno o dos. Muchos ni siquiera se gastan en tener una opinión. Si desde el vestuario generamos opinión y votación, los muchachos van a entender que es la forma de manejarse en la cancha y con los dirigentes para pelear por plata.
La pertenencia no es con el club, yo no puedo exigir cariño por el club. Sí puedo incentivar que haya pertenencia con los compañeros que ves todos los días, más que a tu madre y más que a tu novia. Ir regándolo de club en club es la que te queda si tenés que cambiarte a otro. Tratar de generarlo en todos lados.
¿Debería fomentar eso la Mutual? Instruir a los jugadores y presentar estas ideas.
Sí, eso sería una buena idea porque en realidad siempre se entrena físico, táctico o técnico. La Mutual tiene la preocupación de que los jugadores cobren. Físico, técnico, táctico y económico. ¿Y la cabeza? La cabeza tuya que funcione como puedas. Mientras cobres y entrenes, la cabeza arreglala como puedas.
Si vas al liceo dicen "qué bien que estudia, qué bien que escribe poesía". Pero estaría bueno desde la Mutual y las juveniles generarlo. Si acá vienen 50 padres y le gritan cualquier cosa, es muy fácil generar una reunión de padres y pedirles que no lo hagan más. Para gritar ni vengas, llevate al pibe a otro club. Las cabezas del fútbol no instrumentan al jugador para defenderse. No sabe y no tiene de dónde agarrarse.
¿Es por mezquindad, por dinero?
No es una cuestión de dinero, es de intereses de poder. Dinero no hay mucho. La mayoría de los equipos del fútbol uruguayo no tienen dinero. Ponele que un jugador por club puede llegar a ser vendido en mucha plata como para que aparezca. La cuestión es el poder, estar en un determinado lugar: presidente, secretario, técnico, gerente deportivo, nueva función que muchos cumplen y no hacen nada.
Es mucho más importante pagar un jugador que viene de jugar a otro nivel que pagar un médico, un psicólogo, una nutricionista. Es cuestión de poder y de orgullo. Yo tomo las decisiones, me salen mal y tomo las mismas decisiones. No te voy a preguntar a vos que sos un pobre infeliz que juega al fútbol desde los cuatro años.
¿Cómo es eso de ser un pobre infeliz que juega al fútbol? ¿Lo hacen sentir así al futbolista?
Para mí sí. Así como el juez, el jugador es como el chivo expiatorio. Te ponen a correr dentro de una arena cerrada, te clavan cosas en el lomo hasta que el toro se desangra y se muere y el que sale airoso es el torero.
Si habla mal es porque habla mal, si habla bien es porque habla bien. Si choca es porque choca y si no porque no. Si juega bien, si juega mal, si está bien físicamente, si sale de noche, si sale con mujeres, si toma alcohol, si se droga, si usa anabólicos. Siempre hay algo para decir del jugador de fútbol. No nos conoce nadie. Yo me tomo el bondi y parezco un obrero más.
¿Quiénes son los que dicen, los dirigentes o el entorno?
Dirigentes, hinchas, técnicos, periodistas, otros jugadores que se creen más que uno. Es una forma de poder. Tener el poder sobre el jugador de fútbol. Para mí esa es la pelea, tener el poder para que las cosas funcionen como uno quiere o a uno le sirve.
¿Que el futbolista cree conciencia es una liberación de esa esclavitud de la opinión pública?
Si todos los jugadores del fútbol uruguayo se revelan y dicen que no juegan en ciertas canchas porque están mal o los vestuarios son malos, no jugamos. Cuentan con 400 jugadores menos, ¿cómo hacen? No tienen forma de seguir adelante.
A los dirigentes, no solo a los de los clubes sino a los de la AUF, cuando los jugadores se destapan, hablan y dicen lo que piensan y necesitan, no saben qué hacer. Nosotros no tenemos nada de lo que necesitamos para ser más o menos profesionales.
¿No hablan porque los hacen sentir menos?
Te pasan la mano por el lomo. El jugador se conforma con una buenas bases, buenas pilchas y estar en la burbuja separado de todo. Después te comprás un boleto dos horas y decís "Con la pinta que tengo sacar un boleto de dos horas. Me gasté 5 mil pesos en ropa y saco boleto dos horas, no existo". Ahí la frustración es terrible.
El manejo de frustración, de éxito y de fracaso no existe ni en juveniles ni en Primera. Perdés y el lunes te hacen correr. Ganás y el lunes vienen los dirigentes a felicitarte. ¿Qué sabés vos si ni siquiera venís a la práctica?. El sistema está montado así y así va a estar montado hasta que algo pase.
El jugador sigue en la misma, se conforma con salir en la tele y decir dos boludeces, ni se gasta en decir algo inteligente porque tiene miedo a equivocarse y que lo maten, tiene miedo que lo liquiden los dirigentes.
El conjunto de la sociedad ridiculiza al futbolista, se ríe de él...
Es opresión. No es solo de los dirigentes. Es de todos los que somos parte. Es como el caballo de carrera. Tenés que salir de acá y llegar allá. Si no llegás, no servís y que traigan a otro. Si vas bien y en la mitad te quejás, sacalo y que venga otro. Y si llegás al final y sos el ganador, te dedicás a festejar, ¿qué vas a decir?, si ya ganaste. ¿Qué importa el resto? Así nos crían. Nos crían para ganar y nos tendrían que criar para jugar.
¿La selección es solo una imagen o es una realidad? ¿Esos jugadores son más conscientes?
No lo tengo muy claro, pero creo que están por fuera de lo que sucede acá. Yo he vivido en el exterior y quedás por fuera. Estás vos con tu realidad en otro país. Si vos tenés la capacidad de además preguntar qué pasa con los jugadores de Progreso, sería lo ideal, pero no sé si es tan posible.
Están cumpliendo otra función, la del jugador que se expresa, que saluda, es amable. Me parece que el rol es mostrar lo más humano y me parece bárbaro que eso suceda con la selección desde hace años. Pero de todas formas no se involucran con ciertas realidades. ¿Cuándo Messi se va a comprometer?
¿Creés que falta que los jugadores consagrados como Forlán se comprometan y hablen de que hay jugadores que cobran menos del mínimo?
Yo lo espero eso. Espero que eso suceda. Cada vez que aparecen en la TV pienso "¿qué vas a decir? Mandate alguna que lo necesitamos". Después hay situaciones más ilógicas pero también las pienso. No estaría mal que la selección juegue un amistoso acá. Si ellos entrenan todos los días en canchas preciosas. Yo a algunos hasta los conozco, somos amigos, pero los gurises chicos de 20 años se mueren por ellos.
¿Por qué tenemos que ir nosotros hasta allá, que es lejísimo, tomando tres bondis o subiéndonos a un auto todos como los payasos o que el club ponga un bondi? O viene el bondi de la selección. Te tratan bárbaro, agua caliente, algo de comer algo para tomar.
Pero esta realidad, ¿qué hacemos con esto? Capaz que vienen ellos un día acá y dicen "esto no puede ser, esta cancha no puede estar así". Por lo menos que lo digan. ¿Cuántos de la selección jugaron en la B?
Pero no pueden no saber que esta realidad existe...
Saberlo lo saben, pero tienen que venir a verlo, a vivirlo. Jornadas de integración, somos colegas. Vení un día a entrenar acá, comemos un asado, prendemos el fuego y compartimos. Seamos anfitriones de nosotros mismos. ¿Por qué la invitación siempre es "vengan a jugar un amistoso a un club" y nada más? Vamos a hacer algo más. Pongamos 100 pesos cada uno y hagamos un asado. Conversemos de lo que nos pasa, porque es la única manera.
Nosotros conseguimos 2500 ravioles por semana porque los mangueamos, no cuesta nada conseguir algo para comer para todos. Enfrentarse al colega y preguntarle cómo está todo y contarle cómo estás vos. Y por lo menos la información está circulando. Cuando la información empieza a circular, capaz que pasan otras cosas.
Falta el sentimiento y la identificación como colectivo y colegas.
Claro. Nosotros con Villa Española, porque soy amigo del Bigote (Santiago López) y conozco a otros, armamos lo de la pancarta ("Sin jugadores no hay fútbol. Respeten los sueldos mínimos" ante la situación de Progreso) y la firmamos ambos equipos. Después nadie más hizo nada. Los de la A tampoco. ¿Por qué los de la A no los pueden hacer? ¿Porque es una situación de la B? No, no es de la B. Es la situación de un colega.
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* Entrevista publicada en el marco de un informe sobre el gremialismo en el deporte, en la revista digital La Fatídica (número 2, diciembre 2015). Para leer todos los contenidos de la revista, suscribite al Club de Socios de PDA.