Generación espontánea
La sub 20 vicecampeona del mundo en el 2013 está dando sus frutos: siete jugadores ya llegaron a la mayor y se pueden sumar más.
Siempre se dice que las selecciones juveniles son el semillero de la mayor y, desde que llegó Tabárez, ese proceso se ha revalorizado y ha cobrado aún más fuerza.
La primer generación juvenil que nutrió al Uruguay del "Maestro" fue la del 2007, con Suárez y Cavani a la cabeza. También el "Pelado" Cáceres viene de esa camada, más otros jugadores de escasa participación en el proceso (pero participación al fin) como Arismendi y Alfaro.
Luego llegó la del 2009, otra camada interesante de la que subieron muchos jugadores. Coates, Lodeiro, Gastón Ramírez y Abel Hernández fueron los que lograron más estabilidad; Aguirregaray y Campaña con presencia casi nominal.
La del 2011 bajó el promedio y solo llegaron tres: Mayada, Polenta y Vecino. Pero dos años después la cosa volvió a mejorar y apareció la generación 2013, que fue vicecampeona del mundo y ya se transformó en la que más jugadores aportó a la mayor en toda la historia del proceso Tabárez: siete.
José María Giménez, Emiliano Velázquez, Gastón Silva, Guillermo Varela, Diego Laxalt, Giorgian De Arrascaeta y Diego Rolan. Todos ellos integraban aquel equipo de Verzeri y todos ellos ya han sido citados a la selección absoluta.
A esos siete, es bastante razonable pensar que dentro de poco se sumen Sebastián Cristóforo y Nicolás López, por lo que la cifra perfectamente puede ascender a nueve. Casi un equipo entero.
Evidentemente se trata de una generación privilegiada, que ya supo demostrarlo en su categoría (perdió por penales la final del mundo contra la Francia de Pogba) y que de a poco va creciendo y estando a la altura de élite.
El caso de "Josema" Giménez es claramente el más despegado, pero Rolan ya supo ser titular en la Copa América; Giorgian, Silva y Velázquez hace rato que son fijos en las citaciones; y Varela y Laxalt acaban de llegar, pero al volante parece que ya le toca ser titular contra Brasil. Lo dicho: el camino está siendo la recompensa.
La primer generación juvenil que nutrió al Uruguay del "Maestro" fue la del 2007, con Suárez y Cavani a la cabeza. También el "Pelado" Cáceres viene de esa camada, más otros jugadores de escasa participación en el proceso (pero participación al fin) como Arismendi y Alfaro.
Luego llegó la del 2009, otra camada interesante de la que subieron muchos jugadores. Coates, Lodeiro, Gastón Ramírez y Abel Hernández fueron los que lograron más estabilidad; Aguirregaray y Campaña con presencia casi nominal.
La del 2011 bajó el promedio y solo llegaron tres: Mayada, Polenta y Vecino. Pero dos años después la cosa volvió a mejorar y apareció la generación 2013, que fue vicecampeona del mundo y ya se transformó en la que más jugadores aportó a la mayor en toda la historia del proceso Tabárez: siete.
José María Giménez, Emiliano Velázquez, Gastón Silva, Guillermo Varela, Diego Laxalt, Giorgian De Arrascaeta y Diego Rolan. Todos ellos integraban aquel equipo de Verzeri y todos ellos ya han sido citados a la selección absoluta.
A esos siete, es bastante razonable pensar que dentro de poco se sumen Sebastián Cristóforo y Nicolás López, por lo que la cifra perfectamente puede ascender a nueve. Casi un equipo entero.
Evidentemente se trata de una generación privilegiada, que ya supo demostrarlo en su categoría (perdió por penales la final del mundo contra la Francia de Pogba) y que de a poco va creciendo y estando a la altura de élite.
El caso de "Josema" Giménez es claramente el más despegado, pero Rolan ya supo ser titular en la Copa América; Giorgian, Silva y Velázquez hace rato que son fijos en las citaciones; y Varela y Laxalt acaban de llegar, pero al volante parece que ya le toca ser titular contra Brasil. Lo dicho: el camino está siendo la recompensa.