Del Villa al Madison
La carrera de Evangelista fue un viaje casi sin escalas que lo llevó desde las calles de Villa Española hasta tomar Martini con Dan Martin.
Alfredo Evangelista es un boxeador que no precisa mucha presentación, pero quizás los más jóvenes no lo hayan oído nombrar, ya que vive en España y viene de vez en cuando por Uruguay.
En su carrera totalizó 79 combates profesionales. Ganó 62, de los cuales 42 fueron por Knock Out o Knock Out Técnico. Perdió en 13 oportunidades y empató las otras cuatro restantes. Fue campeón europeo en siete ocasiones.
Peleó dos veces por el título mundial de los pesos pesados. El 16 de mayo de 1977, contra Muhammad Alí, aguantó los 15 rounds y perdió por puntos. Un año y medio después, el 10 de noviembre de 1978, nuevamente fue por el título mundial, pero cayó por KO en el 7° round con Larry Holmes.
Aprovechando su visita al país, PDA fue a conversar con él en su Villa Española natal.
¿Cuánto influyó el barrio en el boxeador que te convertiste?
Todo se va aprendiendo en la vida. Yo me fui de aquí sabiendo muy poco, hice la escuela hasta cuarto año, luego la tuve que dejar para trabajar. Me hice cargo de mis dos hermanos chicos y ayudé a mi madre.
Mi viejo se fue con la intención de llegar a Estados Unidos pero no pudo. Durante cinco años estuvo escribiendo, y luego me enteré que la cosa era que si él no hacía dinero no volvía más. Y así fue. No hizo dinero y comenzó una nueva vida, tengo cuatro hermanos por parte de padre, que me llevo bien con ellos.
¿Cómo fueron tus inicios en el boxeo?
Yo me peleaba mucho en la calle, en la escuela, en una cancha de fútbol. No como ahora que si te peleás te meten un balazo. Antes se arreglaban las cosas a trompadas y no pasaba de ahí. Un día volví de trabajar y le dije a mi madre: armame el bolso que me voy al gimnasio. Y en seis meses ya estaba al nivel de los que llevaban un año entrenando, porque yo nací para esto.
Date cuenta como tengo la cara, la tengo bien, otros capaz después de cuatro combates terminan todos rotos. Empecé a ganar peleas, primero en el Palacio Peñarol, luego algún campeonatito en Brasil y en 1973 me fui a Buenos Aires. Era una época en la que se hacía buena plata allá.
Y un día luego de una pelea en Montevideo se me acerca Hortencio Gularte, el hermano de Marta, que era juez de boxeo. Me comentó que tenía un amigo buscando un boxeador joven con proyección. Lo pensé una semana, se lo comenté a mi vieja que pegó el grito en el cielo: "¿Cómo te vas a ir con 19 años? Sos un niño, fíjate si te pasa algo en España".
Me fui con una mano atrás y otra adelante, no tenía nada. Llegué a Madrid y empecé a conocer cosas que antes no tenía idea. Un buen colchón, tres comidas al día, algo que hasta el momento no tenía y me cambió todo. Dormía con mantas y no con sacos viejos.
¿Cómo te trató el ambiente del boxeo? ¿Se aprovechan del boxeador?
No se aprovechan. Todo el que llega arriba tiene que saber que no somos nada y que la vida son tres días. Cuando estás arriba aparecen mujeres, amigos, cachondeo, fiestas, y con 19 años te equivocás. Aunque nunca me creí nada, yo he aprendido mucho. Puede haber algún bandidito que te da cuatro y está cobrando diez, pero tampoco es algo que pase seguido.
¿Cómo era la vida cuando peleabas por los títulos mundiales?
Eso me hizo conocer a mucha gente: Dan Martin, Robert Redford, Frank Sinatra, Roberto Durán. Es que en Las Vegas no va ningún pelado, ahí va todo el mundo. Aparte las veladas son fuertes, se hacen 10 combates de alto nivel donde se apuesta mucho. Aquí tú vales según los que eres.
Gracias a que fui alguien estoy hablando con ustedes y ahora me voy a comer un asado con Mujica. Fui el otro día al estadio y me invitaron al palco.
¿Cómo era entrar al Madison Square Garden?
Te impresiona, encontrarte con 25 mil personas te cambia mucho. Como cuando fui a firmar contrato con Cassius Clay. Llegué y me pusieron en el mejor hotel de todos, me encuentro con 200 periodistas, que no venían por mí, venían por Ali.
¿El público influye en la cabeza del boxeador?
No, menos cuando uno tiene hambre, ganas de triunfar, de salir adelante. Yo siempre pensaba en mi familia, tenía ganas de ser alguien.
¿Con Ali, además de la pelea, tuviste relación?
Sí, es una excelente persona. Es una artista, te calienta la velada. A mí, como venía de España, me sacaba un pañuelito y me decía que era un toro. Te quiere ganar el combate antes de subir y que subas con miedo.
¿Disfrutaste el combate con Ali?
Claro, ¿cómo no voy a disfrutar? Yo me fui en el 75 y en el 77 estaba peleando con Ali, es un sueño. Lo mío fue una cosa tan deprisa que hasta yo me sorprendí, si cometí algún fallo también se debe a la velocidad con lo que pasó todo.
14 peleas llevaba y como mucho peleaba 5 rounds, y de pronto peleé con Ali a 15 rounds. Me enfrentaba a un superdotado, que cambió el estilo del boxeo. Tenía cintura, velocidad de mano, piernas fuertes, inteligencia.
Tuviste un episodio que terminó contigo en la cárcel…
Uno comete errores, los amigos, la falta de experiencia. Un día vas a una fiesta y te ofrecen para tomar algo, vos te negás, hasta que un día caés. La noche te empuja a todas esas cosas.
¿Fue difícil dejar el boxeo?
Difícil no fue, yo decidí dejarlo en el 91-92 y en el 94 caí preso. Me costaba entrenar, levantarme, ir al gimnasio, ¿para qué? ¿Para que venga cualquier boxeador y te haga pelea y terminen creciendo a costa de mi nombre? Colgué los guantes y no los descolgué ni para sacarme una foto. Siempre quise mantener mi imagen, porque la gente para hablar es muy rápida.
¿Cómo es tu vida hoy?
Vivo en Zaragoza, tengo a mi mujer, mis nietas, sobrinos y hermanos. La vida es más barata que en Madrid. Mucho más tranquilo que la capital, en bicicleta recorrés todo, es diferente, lindo para vivir. Tengo un gimnasio, le enseño a los pibes, tengo mi pensión, no preciso más.
¿Qué opinas del boxeo hoy en día?
Yo no veo mucho boxeo. Pero el boxeo está muy mal, ahora llevás cuatro peleas y ya vas por un título mundial, antes tenías que pegarte con 20 boxeadores.
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Entrevista publicada en La Fatídica, revista del Club de Socios de PDA. Para acceder a todos los contenidos de esta revista, suscribite siguiendo estos pasos.