Santiago López, más conocido como "Bigote", es uno de esos jugadores distintos. Más que por cómo juega, por su forma de pensar y actuar. Arraigado a un barrio y a un club a ultranza; y también a sus valores, por encima de cualquier cosa.

Por encima de 100 mil dólares, por ejemplo. El "Bigote" le dijo que no a esa cifra porque el representante se llevaba el doble y lo consideraba injusto. "No quise transar ideales por plata. Me costó hasta tirarme unas piñas", contó. 

"Los representantes a veces hacen propuestas que son muy absurdas", opina el delantero, que agrega que "el sistema está mal organizado y la torta está mal repartida".

López es hincha, juega y es el capitán de Villa Española, a donde fue a jugar cuando estaba en la C y que dentro de un mes estará jugando en la A. "El Villa está demás". Él lo resume así.

Ya lo tiene decidido: de Villa Española no se mueve más, ni a un club grande ni al exterior. "Ni loco", subraya. "Yo estoy en el lugar donde quiero estar, mi lugar en el mundo, y me voy a quedar ahí".

Como referente del plantel, lo que intenta inculcar siempre es el amor al club. "Yo amo al club y no voy a dejar que cualquier pendejo venga y le falte el respeto", dice sin tapujos. 

Para el "Bigote", ahí estuvo la clave para conseguir el ascenso. "El sentido de pertenencia con el club, esa fue la esencia que tuvimos para ascender", opina.

Ídolo no se siente y muchos menos un ejemplo. "Yo no soy ejemplo de nadie. Soy gordo, peludo y ricotero", lo grafica. Además, tiene otra particularidad: "Me gusta más jugar en las canchas chicas que en el Estadio Centenario", confiesa.

El "Bigote" López no se guardó nada en PDA Radio. Hasta estuvo arriba de la mesa el tema del periodismo deportivo y disparó: "Como me parece que son muy soberbios no le doy ni bola. El único que habla un poco de fútbol es Bardanca".

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