Dato olímpico: Ser o no ser

Repasamos la historia de los polémicos tests de género, que el COI utiliza para determinar si una competidora es efectivamente mujer.

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Caster Semenya estuvo por varios años en el ojo de la tormenta por temas de género.
En 1950 la IAAF hizo los primeros tests de género, previo a un campeonato europeo de atletismo. Por entonces, el examen físico servía para determinar si una competidora mujer era, efectivamente, una mujer. Se evitaban así las sospechas sobre deportistas que compitieran en categorías femeninas, siendo en realidad hombres. 

En 1968 se aplicó este procedimiento por primera vez en los Juegos Olímpicos, ya que había sospechas sobre competidoras de la URSS y Europa del este. Lo que en un principio eran exámenes físicos, pasaron luego a ser tests de cromosomas y finalmente test hormonales. Estos últimos, son al día de hoy objeto de mucha polémica.

Mientras que los examenes físicos y test de cromosomas marginaban de las competencias femeninas a los hombres (cosa lógica), los exámenes hormonales ponen a las competidoras un tope de testosterona en sangre para poder competir. No importa si esa hormona se produce naturalmente o gracias a la ingesta de productos de laboratorio, la cuestión es que ninguna mujer pueda superar el límite establecido de forma arbitraria. De hecho, algunas mujeres no son consideradas como tales para competir, por tener más testosterona que la permitida.

Un caso paradigmático es el de la atleta sudafricana Caster Semenya, que desde 2009 sufrió la persecución de las autoridades que intentaban comprobar que ella no era mujer. A partir de su caso, se implementaron los test hormonales, obligándola a consumir drogas que bajaran sus niveles de testosterona. 

El rango de referencia de testosterona para los hombres es de entre 300 y 1200 nanogramos por decilitro. y para las mujeres menos de 100. Ese número 100ng/dl fue el elegido arbitrariamente por el COI para investigar desviaciones en las características sexuales. 

En 2015, un caso torció la historia. La atleta de India, Dutee Chand demandó a su propia federación y a la IAAF. Fue dada de baja de los Commonwealth Games 2014 por exceso de testosterona. En julio de 2015 el fallo del Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) dio la razón a la atleta y suspendió la norma que topeaba la testosterona en el deporte femenino.

Esta práctica está suspendida para los tests de género, al menos hasta 2017, cuando se deberá presentar evidencia científica suficiente para demostrar que el valor hormonal altera el rendimiento deportivo femenino. Si la evidencia no es suficiente, la norma quedará suspendida de manera permanente. 

Sobre la historia de los tests de género, así como también del caso de Caster Semenya, favorita al oro en los 800 metros, hablamos en el último PDA Radio.

El Dato Olímpico