Naranjo en Froome
El británico Chris Froome, del Team Sky, ganó por segundo año consecutivo y por tercera vez en su carrera el Tour de France.
Cuando el mejor ciclista del momento corre en el mejor equipo del momento, el resultado no es otro que este Tour de France. Periodistas, público especializado y corredores coinciden que Chris Froome está un escalón por encima del resto. Sube la alta montaña a la par de los mejores y es un contrarrelojista muy bueno, los dos aspectos principales para ganar un Tour.
El británico no tuvo rivales, incluso declaró que extrañó un poco a Contador para hacer este Tour más entretenido. Nairo Quintana fue una sombra de Froome, siempre a su rueda, jamás atacando, pero también fue una sombra de su propio rendimiento.
Una alergia y algunos problemas físicos fueron las excusas del colombiano. Sonaban a eso, excusas, porque el recorrido del Tour no perdona, y si un ciclista tiene ese tipo de problemas suele descolgarse y perder varios minutos. Nairo terminó tercero.
Richie Porte, quien supo ayudar a Froome a ganar sus primeros dos Tour, y ahora corre en el BMC, tuvo una buena actuación en la alta montaña, pero una mala primera semana lo dejó fuera rápidamente. Mollema luchó hasta donde pudo, Bardet se encontró con el segundo escalón del podio pero nunca amenazó al líder, y Yates fue una agradable sorpresa.
Que Froome no haya sido atacado responde en gran medida a sus compañeros de equipo, gregarios en la jerga ciclista. Cuando el resto de los líderes de equipo se quedaban solos porque la montaña era muy dura, Froome tenía cuatro compañeros del Team Sky.
Henao, Thomas, Nieve o Landa se repartían el trabajo de controlar el grupo en los ascensos, y los tres primeros terminaron en los primeros 17 lugares de la general. Además los nueve ciclistas del equipo lograron terminar el Tour. Si bien no fue una edición marcada por los abandonos, no deja de ser un dato significativo.
El equipo inglés tiene el Tour como su carrera fetiche, y pone toda su tecnología para preparar esta gran vuelta sobre cualquier otra. En el 2012 ganó Bradley Wiggins, con Froome haciendo de escudero, y desde entonces solamente la perdió en 2014 cuando Froome debió abandonar por una caída.
El Tinkoff sin Contador, algo que resultó un alivio para Sagan y Majka que no tuvieron que preocuparse de trabajar para su líder, ganó la clasificación de puntos (Sagan) y la de montaña (Majka). El mejor joven fue Yates (Orica) seguido del sudafricano Louis Meintjes (Lampre), dos ciclistas que sorprendieron a muchos.
Se fue un Tour que se pareció mucho a la Fórmula 1 y que será recordado más por la corrida de Froome sin bicicleta que por lo deportivo. Por ahora nadie amenaza a Froome, que ganó su tercer Tour. Y si alguien lo hace, allí está el resto del Sky para responder.