Jhonatan Esquivel fue el pie derecho con el que arrancó Uruguay en estos Juegos Olímpicos. El remero uruguayo se metió en cuartos de final de forma directa y volverá a competir el lunes. Finalizó la regata de la serie en el tercer puesto, por detrás del campeón olímpico neozelandés y del remero húngaro.

Su tiempo fue de 7:16.08, cinco segundos mejor que su más inmediato perseguidor, el peruano Renzo León. Esquivel volverá a competir el martes por cuartos de final (ver Agenda Celeste), pero ya se aseguró ser uno de los 24 mejores. Su objetivo es llegar a la final C, para meterse entre los 18 de arriba en estos JJOO. 

"Hoy a las cinco de la mañana ya estaba en pie", cometó Jhonatan que no estuvo en la ceremonia de apertura. "Hubiera sido sortear todo lo que habíamos hecho durante dos meses de gira y de preparación.  Fue un sacrificio (faltar a la apertura) pero ahora estoy muy contento", dijo el remero celeste.

Los primeros minutos luego de la regata fueron duros. El representante del Montevideo Rowing terminó agotado, como es normal, y junto al doctor de la delegación, Daniel Zarrillo, realizó algunos ejercicios de recuperación antes de atender a la prensa. "Tengo el ácido láctico hasta en las orejas", comentó a los periodistas presentes. 

Su entrenador Ruben Scarpatti también habló con PDA. "Se dio lo que habíamos planificado", explicó. "Siempre está la duda de cómo se puedan comportar los rivales, pero el objetivo era ser tercero y salió redondito en el día de hoy", agregó. 

Haciendo un primer análisis de la regata, Scarpatti se mostró contento con la forma de Esquivel: "Técnicamente y físicamente se lo vio muy bien en todo momento. Nosotros preparamos la regata en lo previo sabiendo que la pista era lenta. Se hizo una preparación en México porque la contracción muscular es un poco más lenta, como acá, y quisimos ganar capacidad aeróbica. Conocemos muy bien esta pista y de acuerdo a eso trabajamos". 

Así salió la serie: