Durant poco
El estreno de Kevin Durant con los Warriors no fue bueno.
Empezó a rodar una nueva temporada de la NBA y el estreno de Kevin Durant como nuevo jugador de los Golden State Warriors no fue el mejor. San Antonio pisó fuerte en casa ajena y le dio una verdadera paliza al vigente subcampeón con una actuación descomunal de Leonard, quien logró el record de puntos en toda su carrera.
El resultado final de 129 - 100 es elocuente y refleja cabalmente la paliza basquetbolísitica que los San Antonio Spurs le propinaron a los híper candidatos Golden State Warriors en el arranque de una nueva temporada de la NBA. Este martes, en el salto inicial del mejor básquetbol del mundo, el equipo de Texas dio sobradas muestras de que sobra capacidad colectiva para hacer frente a la indisimulable partida del eterno Tim Duncan y protagonizó la primera gran sorpresa del año; no tanto por la victoria, sino por la abultada diferencia en el marcador y la sideral distancia en el juego.
Además, los Cleveland Cavaliers (actuales campeones) apabullaron a los New York Knicks (117 - 88) como locales, con el primer triple doble de Lebron James en la temporada, y ratificaron su status de contendiente para revalidar el título; sin embargo, el titular indiscutido de este inicio de competencia se lo lleva la ya mencionada humillación a domicilio de los Spurs a los Warriors.
Con una actuación descollante de Kawhi Leonard y un ladero de lujo como LaMarcus Aldridge, el conjunto dirigido por Greg Popovich exhibió una ofensiva demasiado aceitada y regular para un debut oficial y así lo prueba el reparto del goleo en cada uno de los cuartos: 31, 33, 33 y 32 puntos en cada lapso de 12 minutos prueban a las claras la efectividad del equipo. Leonard obtuvo el récord personal de puntos conquistados en un partido con 35 pero a eso le sumó su habitual cuota de invalorable aporte defensivo llegando a la cifra de 5 pelotas recuperadas.
Por su parte, Aldridge quiere repetir todo lo bueno hecho la temporada pasada y arrancó de la mejor manera; 26 puntos y 14 rebotes para callar los rumores de su posible ida de San Antonio a mitad de temporada. Manu Ginobili, Patty Mills y Jonathan Simmons (gran revulsivo con 20 unidades) también llegaron al doble dígito, dando una prueba más de que el banco de suplentes sigue siendo rendidor y profundo.
En Golden State se produjo el debut del temible Kevin Durant, quien fue el goleador de su equipo con 27 puntos. Pero ni eso, ni los 26 de Stephen Curry o los 18 de Draymond Green fueron suficientes para que el partido se tornara parejo en algún momento. 11 de diferencia al final del primer cuarto y 18 al final de la primera mitad fue una ventaja imposible de remontar, incluso para un equipo al que le sobra talento y variantes de ataque.
Más allá de una media docena de apellidos con peso específico y algunos pronósticos triunfalistas, los de San Francisco deberán amoldar a una estrella como Kevin Durant al funcionamiento colectivo. El mayor desafío que tendrá Steve Kerr será demostrarse a sí mismo y al resto del plantel que sabrá repartir y administrar una sola pelota para tantas manos calientes (Durant, Curry, Thompson, Green, etc.). Manejar los egos dentro del vestuario y hacer llegar un mensaje netamente grupal será la clave.
Popovich intentará que este rendimiento se sostenga en el tiempo y que los bajones lógicos en una temporada de largo aliento no se hagan tan pronunciados. Con el correr de los partidos veremos si Gasol se inserta satisfactoriamente en el sistema y, de esa forma, logra sentirse pieza importante en el andamiaje. También será de vital importancia dosificar los esfuerzos de los más veteranos (por ejemplo Ginóbili o Parker), tarea en la que “Pop” se siente como pez en el agua, y apostar a que la dupla Aldridge - Leonard se siga haciendo cargo de los papeles estelares que deberán asumir, inevitablemente, si los de Texas quieren lograr objetivos importantes.
A pesar del eterno énfasis en lo grupal, habrá que prender velas para que ambos lleguen en forma y sin lesiones a abril del 2017, mes en el que se empieza a cortar el bacalao. Por el momento, nada para festejar ni lamentarse en exceso. El camino recién comienza, promete ser apasionante y con oscilaciones; pero siempre mejor comenzar la maratón ganando por 30 ante el favorito de propios y extraños.
El resultado final de 129 - 100 es elocuente y refleja cabalmente la paliza basquetbolísitica que los San Antonio Spurs le propinaron a los híper candidatos Golden State Warriors en el arranque de una nueva temporada de la NBA. Este martes, en el salto inicial del mejor básquetbol del mundo, el equipo de Texas dio sobradas muestras de que sobra capacidad colectiva para hacer frente a la indisimulable partida del eterno Tim Duncan y protagonizó la primera gran sorpresa del año; no tanto por la victoria, sino por la abultada diferencia en el marcador y la sideral distancia en el juego.
Además, los Cleveland Cavaliers (actuales campeones) apabullaron a los New York Knicks (117 - 88) como locales, con el primer triple doble de Lebron James en la temporada, y ratificaron su status de contendiente para revalidar el título; sin embargo, el titular indiscutido de este inicio de competencia se lo lleva la ya mencionada humillación a domicilio de los Spurs a los Warriors.
Con una actuación descollante de Kawhi Leonard y un ladero de lujo como LaMarcus Aldridge, el conjunto dirigido por Greg Popovich exhibió una ofensiva demasiado aceitada y regular para un debut oficial y así lo prueba el reparto del goleo en cada uno de los cuartos: 31, 33, 33 y 32 puntos en cada lapso de 12 minutos prueban a las claras la efectividad del equipo. Leonard obtuvo el récord personal de puntos conquistados en un partido con 35 pero a eso le sumó su habitual cuota de invalorable aporte defensivo llegando a la cifra de 5 pelotas recuperadas.
Por su parte, Aldridge quiere repetir todo lo bueno hecho la temporada pasada y arrancó de la mejor manera; 26 puntos y 14 rebotes para callar los rumores de su posible ida de San Antonio a mitad de temporada. Manu Ginobili, Patty Mills y Jonathan Simmons (gran revulsivo con 20 unidades) también llegaron al doble dígito, dando una prueba más de que el banco de suplentes sigue siendo rendidor y profundo.
En Golden State se produjo el debut del temible Kevin Durant, quien fue el goleador de su equipo con 27 puntos. Pero ni eso, ni los 26 de Stephen Curry o los 18 de Draymond Green fueron suficientes para que el partido se tornara parejo en algún momento. 11 de diferencia al final del primer cuarto y 18 al final de la primera mitad fue una ventaja imposible de remontar, incluso para un equipo al que le sobra talento y variantes de ataque.
Más allá de una media docena de apellidos con peso específico y algunos pronósticos triunfalistas, los de San Francisco deberán amoldar a una estrella como Kevin Durant al funcionamiento colectivo. El mayor desafío que tendrá Steve Kerr será demostrarse a sí mismo y al resto del plantel que sabrá repartir y administrar una sola pelota para tantas manos calientes (Durant, Curry, Thompson, Green, etc.). Manejar los egos dentro del vestuario y hacer llegar un mensaje netamente grupal será la clave.
Popovich intentará que este rendimiento se sostenga en el tiempo y que los bajones lógicos en una temporada de largo aliento no se hagan tan pronunciados. Con el correr de los partidos veremos si Gasol se inserta satisfactoriamente en el sistema y, de esa forma, logra sentirse pieza importante en el andamiaje. También será de vital importancia dosificar los esfuerzos de los más veteranos (por ejemplo Ginóbili o Parker), tarea en la que “Pop” se siente como pez en el agua, y apostar a que la dupla Aldridge - Leonard se siga haciendo cargo de los papeles estelares que deberán asumir, inevitablemente, si los de Texas quieren lograr objetivos importantes.
A pesar del eterno énfasis en lo grupal, habrá que prender velas para que ambos lleguen en forma y sin lesiones a abril del 2017, mes en el que se empieza a cortar el bacalao. Por el momento, nada para festejar ni lamentarse en exceso. El camino recién comienza, promete ser apasionante y con oscilaciones; pero siempre mejor comenzar la maratón ganando por 30 ante el favorito de propios y extraños.