"Estar acá me hace sentir privilegiado"
La historia del judoca David Prestes y su entrenador, un ejemplo de superación.
La historia de David Prestes es digna de conocer. Nació en un contexto crítico, con muchas necesidades insatisfechas, pero hoy, a punto de cumplir 21 años, es un exitoso deportista que aspira a clasificar a los Juegos Olímpicos.
Para que se dé ese cambio radical influyó una persona, Mariano Miraldi, su entrenador, quien lo conoció en el "Proyecto Tatami" y lo apadrinó al punto de llevárslo a vivir a su casa.
"Me dio un poquito de orden y de disciplina", cuenta David sobre ese proyecto que marcó sus inicios en el judo. Con el tiempo fue creciendo como deportista y fue puliendo varias facetas. "Me di cuenta que si no usaba la cabeza, no iba a conseguir ningún logro", agregó.
Hoy es medallista sudamericano y panamericano a nivel sub 21 y la semana pasada peleó a la par en un Sudamericano de mayores. Ganó un combate, pero no llegó al podio. "Podría haber dado más", se lamentó.
Su filosofía no es solamente ganar una medalla. "A mí me gusta ganar la lucha. Ganarla", subraya. "Quiero mejorar y ser mejor que los demás", agrega.
Para David, Tokio 2020 es "un proyecto, un sueño y un deseo", aunque él y su entrenador saben que falta mucho camino por recorrer.
"El problema más grande que tenemos es la comida", confesó Miraldi, quien se ha transformado en mucho más que un entrenador de judo.
David recuerda cómo empezó y afirma: "Fue un gran cambio. Estar acá ahora y vivir lo que viví me hace sentir privilegiado".
Escuchá acá la entrevista completa:
Para que se dé ese cambio radical influyó una persona, Mariano Miraldi, su entrenador, quien lo conoció en el "Proyecto Tatami" y lo apadrinó al punto de llevárslo a vivir a su casa.
"Me dio un poquito de orden y de disciplina", cuenta David sobre ese proyecto que marcó sus inicios en el judo. Con el tiempo fue creciendo como deportista y fue puliendo varias facetas. "Me di cuenta que si no usaba la cabeza, no iba a conseguir ningún logro", agregó.
Hoy es medallista sudamericano y panamericano a nivel sub 21 y la semana pasada peleó a la par en un Sudamericano de mayores. Ganó un combate, pero no llegó al podio. "Podría haber dado más", se lamentó.
Su filosofía no es solamente ganar una medalla. "A mí me gusta ganar la lucha. Ganarla", subraya. "Quiero mejorar y ser mejor que los demás", agrega.
Para David, Tokio 2020 es "un proyecto, un sueño y un deseo", aunque él y su entrenador saben que falta mucho camino por recorrer.
"El problema más grande que tenemos es la comida", confesó Miraldi, quien se ha transformado en mucho más que un entrenador de judo.
David recuerda cómo empezó y afirma: "Fue un gran cambio. Estar acá ahora y vivir lo que viví me hace sentir privilegiado".
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