El papá de Newell's Old Boys

Este domingo se juega el clásico Central - Newells. Repasamos un hecho emblemático, "la palomita de Poy".

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Aldo Poy en su vuelo de palomita. La fotografía capta el histórico momento.

"Pero si vos vieras lo que era la ciudad en esos días, hermano, prendías un fósforo y volaba todo a la mierda. No se hablaba de otra cosa en los boliches, en la calle, en cualquier parte. Saltaban chispas, te aseguro"  

Del cuento "19 de diciembre de 1971" - Roberto Fontanarrosa

El 19 de diciembre de 1971 se enfrentaban en el Monumental Newells y Rosario Central, en el que es tal vez el clásico más recordado de su historia. Los equipos rosarinos buscaban enfrentar a San Lorenzo en la final del Campeonato Nacional del 71. Por sorteo la final se jugaría en la cancha de Newells y ambos cuadros sabían que de vencer en el clásico, tendrían grandes chances de ser campeones por primera vez en la historia.

Con un exilio de miles de rosarinos y un Monumental vibrante se vivió un partido trabado en la mitad de cancha. Newells, que había llegado como favorito, nunca pudo desarrollar su juego y los goleros de ambos equipos tuvieron poca participación en los primeros 45 minutos. Recién comenzado el segundo tiempo, el uruguayo José González puso la pelota a media altura y el goleador canalla, Aldo Pedro Poy, saltó en palomita para marcar el histórico 1 - 0. La pelota rozó en el defensa rival Rienzi, quien no pudo desviarla para evitar el gol.

Rápidamente Rosario se refugió en su campo y defendió con uñas y dientes el 1 - 0. Menutti, el golero canalla, logró atajar todo y los nervios de los hinchas terminaron en el momento que el árbitro pitó el final del partido. Rosario pasaba a la final y tres días después, en el Coloso del Parque, completaba la hazaña. El equipo dirigido por Laburna venció a San Lorenzo 2 - 1 y por primera vez en la historia un cuadro del interior de Argentina levantaba una copa AFA. Para disfrute de sus hinchas, el título fue obtenido en cancha del "leproso", su más importante adversario.

La victoria clásica seguida por la coronación nacional del conjunto canalla iban a traer consigo un conjunto de hechos que dejan en evidencia la locura y el fanatismo del hincha de Central.

Rienzi, el defensa de Newells que no pudo evitar el gol, en su regreso a Rosario somatizó el mal momento y desarrolló una apendicitis. Su cuerpo no pudo caer en mejores manos que en las de un médico hincha de Central y además miembro de la OCAL (Organización Canalla Anti-Lepra). Fontanarrosa al hablar de este grupo de gente lo describe así, "yo no sé si es requisito indispensable ser hincha de Central, pero seguro seguro, lo que tenés que hacer es odiar a los lepra".

Este médico en ningun momento abusó de su poder, pero al ver que la zona del apéndice del defensa había sido lo último que rozó la pelota antes de ingresar al arco en ese mítico gol, al terminar la operación, se guardó el órgano que todavía se puede ver en una de las sedes de la OCAL.

La victoria clásica quedó tan impregnada en la memoria del hincha que todos los 19 de diciembre se comenzaron a juntar a rememorar los hechos y volver a gritar el gol. El héroe de esa tarde, Poy, vuelve a recibir una pelota y al tirarse de palomita, hinchas de Central gritan el gol.

Hinchas canallas intentaron ingresar este hecho en el libro Guiness de los récords como el gol más gritado de la historia, pero todavia no lo consiguieron. La sede de este festejo ha cambiado varias veces de lugar, en 1997 el hijo del "Che" Guevara (hincha de Rosario) le tiró la pelota a Poy en Cuba y en el 2008 los hinchas canallas coparon el Estadio Centenario. Estuvieron presentes el Maestro Tabárez, Ruben Da Silva y Héctor Lescano.

Por último, sería injusto recordar este clásico sin citar uno de los mejores relatos de lo que significa el fútbol para el hincha. El "Negro" Fontanarrosa, otro mítico hincha canalla, en su cuento "19 de diciembre de 1971" mezcla humor y drama para contar la historia de un grupo de hinchas de Central que, desesperados por ganar el clásico raptan al "Viejo" Casale, porque nunca había visto perder a Central contra Newells. El viejo no había querido concurrir a la cita por problemas en el corazón pero al final se mezcla como un hincha más.

Finalizado el partido, el "Viejo" fallece en el acto y el escritor lo envidia porque hubiera preferido morir ese día. El "Negro" como fanático de Central que es, sabe que hay partidos que no se pueden perder. Poy le dio la victoria a Central y todos los años el hincha canalla le agradece y vuelve a gritar gol.

En el video: Poy, Fontanarrosa y la famosa palomita.