La situación que se vive en el judo roza límites insospechados desde hace un tiempo largo, y en estos días se sumó una perlita más a un collar que terminó con la intervención gubernamental de la Federación (FUJ), la cual se efectivizó la semana pasada.

El dilema actual tiene que ver con quién representará a Uruguay en la categoría de menos de 100 kg en los Juegos Panamericanos de Toronto, que se realizarán en julio próximo y las derivaciones de lo que se esta viviendo son increíbles.

La historia se inicia en enero pasado, cuando el presidente de la FUJ, Ignacio Aloise, presentó su renuncia al cargo tras varias acusaciones realizadas por las instituciones afiliadas e integrantes de su propio Consejo Directivo, por supuestas irregularidades y faltas al estatuto.

Desde esa fecha y en adelante se conformó una "Comisión de Transición", con el fin de convocar a elecciones en el corto plazo, tarea que nunca pudieron concretar tras cinco meses al mando, lo que en definitiva derivó en la intervención de la semana pasada.

Dicha “Comisión”, luego de culminar el proceso clasificatorio para los Juegos Panamericanos (se clasifica por ranking, siendo el cupo para el país y sumando todos los judocas que hayan competido en las instancias marcadas con este fin), designó a Juan Romero en menos de 90 kg y Manuel Bueno en menos de 100 kg.

Pero resulta que hay dos judocas que suman puntos en la categoría de -100 kg: el propio Bueno (280 puntos en el ranking) y Pablo Aprahamian (100 puntos). Este último, sabedor de la designación y por intermedio de su club, Náutico, elevó una reclamación en todos los ámbitos pertinentes: Comité Olímpico Uruguayo (COU), Ministerio de Turismo y Deporte (MTD) y en la misma FUJ.

Su búsqueda era que se revierta la situación y por eso presentó alegatos a su favor. Entre ellos consta la palabra del entrenador de la selección, Juan José Gorritz, que además es el entrenador del club Náutico.

Ya con los pasajes emitidos por el COU para el viaje de Bueno a Toronto, el novel interventor de la FUJ, el Dr. Federico Perroni, decidió tomar cartas en el asunto y citar para conocer las posiciones a los involucrados, hecho que se hizo efectivo este martes en oficinas del MTD.

Perroni, en compañía de Alberto Espasandín (ex entrenador de la selección de básquetbol), quien será el coordinador general del área de "Deporte Federado" cuando entre en funciones la Secretaría Nacional de Deportes, recibieron primero a Aprahamian y luego a Bueno, para que cada uno hiciera sus descargos y se comprometieron con ellos a darles una respuesta definitiva para el jueves de quién será el representante uruguayo en Toronto.

Un culebrón con todas las letras, con dos sueños en juego y una decisión que pasa por la política y en la que el deporte no tendrá forma de no salir herido. Es decir, el judo una vez más saldrá malherido. Otra más y van…