Aunque algunos se hagan los otarios, Uruguay puede festejar ser el país de Latinoamérica con más empresas offshore declaradas en Panamá. Y vaya si eso es algo que nos pone orgullosos, aunque lamentablemente ninguno de los integrantes de PDA haya podido morder ni medio peso.
 
Y si esta historia entre Uruguay y Panamá es tan fuerte, si tanto nos une, ¿cómo es que les dimos tan poca bola a estos auténticos patriotas que han desplegado su magia en nuestro país? Acá un auténtico equipazo, panameño y uruguayo hasta las pelotas, porque somos tan unidos que ya somos uno. Con este plantel no hay impositiva que nos gane. Acá están, estos son, los #PanamáPlayers.
 
Luis “Manotas” Mejía: Hoy es el que está laburando más, atajando penales de todos lados. Su apodo no es en vano, sirve tanto para tapar agujeros como para llevarse de a montones la guita. “El mundo en sus manos”, decía MasterCard. En las manos de Mejía.
 
Harold Cummings: Ignoto defensa que supo pasar por River Plate en 2011. Aparentemente no jugó un solo partido. Por lo que se comenta simplemente era cadete de Mossack-Fonseca, algo salió mal cuando le traía unos papeles para firmar a Freddy Nieuchowicz Abramovich Petinatti para alejar su guita de la envidia, de la DGI y de otros malos pensamientos y hubo que justificar su venida. Como cuando se complicó el pase puente de Paulo Silas y tuvo que jugar unos partidos en Central Español.
 
Adolfo “Fito” Medrick: Un corpulento para la zaga. ¿Se pensaban que el popular “Fito” se nacionalizó uruguayo porque sí? Otro caso similar al de Cummings, solo que en este caso lo pusieron a laburar en el bufete de Ignacio De Posadas… de cocinero. Experto en exprimir la naranja.
 
Eric Cárdenas: Un “peso pesado” para aguantar escándalos de corrupción. El uno tragando evidencia y mordiendo exoneraciones de impuestos.
 
Eric Davis: Famoso por haber quebrado a Pacheco. Dependiente de una de las empresas de Damiani en tierras panameñas, su fichaje por Fénix solo fue una maniobra de parte del mandamás carbonero para intentar hacer lo menos glorioso posible el regreso del Tony a Peñarol.
 
Alex Stella: El motor del cuadro, siempre llevando el ritmo en el medio de este equipo, también conocido por cariñosamente como “la murga de Panamá”. "Todo el mundo se alborota cuando la ven caminar"... menos El País.
 
Jorge Dely Valdés: El hermano malo, que de hacer goles solo sabía por su experiencia de laburo en Volkswagen Panamá, cuyo director o tesorero seguramente sea un uruguayo, probablemente Lestido, otro que está hasta las manos.
 
Cecilio Waterman: Pieza clave del equipo. La combinación entre su velocidad y su apellido lo dicen todo. El hombre agua, rápido para lavar guita como ninguno.
 
Julio César Dely Valdés: El de los goles importantes. Probablemente del equipo gerencial de Mossack-Fonseca, con experiencia probada en América y Europa. El uno.
 
Roberto “Bombardero” Brown: El brazo armado de las grandes corporaciones, el encargado de meter pechera y no comerse ninguna cuando algún gobierno intenta regular. Jugó en Peñarol como agradecimiento por sus servicios.
 
José Luis “Pistolero” Garcés: Adjunto a Brown, su rol es el de la intimidación personal y la amenaza, y si hace falta, tirar algún que otro tiro. Particularmente dedicado a cortar de raíz las investigaciones que pongan en riesgo el negocio, vino a Uruguay con esa misión. Pero con El país y El Observador encargándose del periodismo de investigación, se dio cuenta que no había peligro ninguno.
 
Por temas contractuales, los partidos que dispute este equipo no serán transmitidos ni por Fox ni por VTV. Transmisión exclusiva del Canal de Panamá.

Y acá está el tema que escucha el equipo en el ómnibus antes de los partidos: