
Lo que genera el Tata González
¿Es correcto aplaudir un gol suyo? ¿Está en contra de los tatuajes? ¿A quién vota?

Dada la cercanía del comienzo de la Copa del Mundo, muchos me han hecho llegar su consulta que tiene como título esta columna, y dados los estudios en comunicación social y operador Windows 98 básico que poseo, me decidí por escribir lo siguiente:
Sin lugar a dudas su incorporación al seleccionado ha causado mucha controversia, ya sea por su desempeño o su no desempeño; su inclusión o su no inclusión en el equipo, su pelo, su número de camiseta, su andar en la cancha, los minutos que juega, cómo los juega, las faltas que hace y las faltas que no hace pero que todos sabemos debería hacer y hasta el color de sus botines.
También nos preguntamos por qué usa tatuajes, al punto de afirmarlo, cuando en realidad nunca confirmamos fehacientemente si los tiene y… ¿Si no los tiene?, nos gustaría interrogarlo y saber por qué no los tiene. ¿Será porque está en contra de eso?, solamente para al final concluir que es un viejo facho y conservador que está en contra de las nuevas tendencias o por otro lado, establecer que es por falta de tiempo que aún no ha podido ir a una galería del centro a tatuarse. Esto es lo que genera el Tata González.
En PDA, anteriormente elaboramos una columna sobre figuritas del Mundial, -adjuntamos el link para que el número de visitas siga creciendo así como también el pago por visitantes únicos que recibe el columnista equivalente a un chicle Yummy por cada click-.
Pero… ¿Cómo relacionamos la columna de las figuritas, con el Tata González y los chicles Yummy?
He conocido gente que ha dejado libre el casillero del Tata en el álbum, tras haber conseguido el resto de las figuritas de Uruguay. Los entrevistados argumentan que prefieren dejarlo vacío como metáfora de lo que representa en el campo de juego y lo reflejan en su álbum.
Otros pegaron el cromo del Tata con barra adhesiva, esa que pega. En realidad debería pegar, pero todos sabemos que no pega y al tiempo se termina cayendo por sí misma, en clara representación cósmica-cromática de lo que se espera del Tata.
¿Y los chicles Yummy? La minoría de los entrevistados han dicho que luego de treinta segundos de verlo jugar y de masticar bronca por lo que hace en la cancha, les genera mal sabor de boca.
Entre tantas promociones parasitarias del Mundial, comentan las malas lenguas, que un diario del interior tras poner al Tata en su foto de portada tuvo que cerrar sus instalaciones debido al déficit en ventas. Se rumorea que el London París cerró sus puertas luego de que el Tata fuera la cara visible de la marca. Dicen que los pozos en Ciudad de la Costa son remates mal pateados por el Tata que allí fueron a parar. Trasciende en las calles, que Shakira sigue haciendo canciones para los mundiales a pedido de González y que fue él personalmente quien unió musicalmente a Jennifer López con Pitbull para que sigan haciendo canciones juntos.
Esto es lo que genera el Tata González y he aquí que muchos sientan vergüenza por aplaudir en público un gol suyo. Según fuentes extraoficiales un señor fue internado hace unos días en el departamento de Flores, luego del amistoso entre la Selección y un combinado local, ya que su cuerpo no resistió la lucha interna entre su corazón, que quería aplaudir y bombeaba sangre desmesuradamente a sus brazos para que se chocaran entre sí, y su cerebro que sentía vergüenza y miedo al escarnio público por festejar dicho gol y retenía la orden de emisión hacia los brazos.
Incluso hubo niños, que felices e ingenuos pretendían festejar y gritar, hecho que fue rápidamente repelido por sus padres, mientras los miraban fijo y movían su cabeza de lado a lado en señal negativa.
Muchos entendidos afirmaron que en el último Código de Faltas de la República Oriental del Uruguay promulgado hace pocos meses, se estableció la prohibición de aplaudir en espacios abiertos públicos, semi-abiertos públicos, semi-cerrados públicos, semi-cerrados abiertos, semi-finales de conferencia del Oeste, baños portátiles y cualquier lugar donde corra “un cacho de aire” (textual del Código) un gol de Tata González, ya que sería considerado como “Apología del Tata”.
Estimado Sr. Tata González, si está leyendo sepa que siento relativo respeto por usted, y simplemente quise plasmar un poco de lo que usted sin querer queriendo, genera.
Sin embargo, como buen oriental de esta margen del Río Uruguay, espero un gol suyo; y mucho antes de un gol suyo, espero y me pongo como meta personal apostar en el Supermatch por un gol suyo, ya que sabemos que el pago por dicho acontecimiento sería muy elevado de forma tal que me haría millonario. Podríamos añadir que seguramente no sea un zapatazo furibundo de afuera del área, sino más bien un cabezazo de esos que pican siete u ocho veces antes de entrar al arco, pero en fin, son detalles.
Espero que esta columna le sirva de motivación de cara a lo que viene, que sin lugar a dudas será importante tanto para usted, como para nosotros los aficionados.
Sin lugar a dudas su incorporación al seleccionado ha causado mucha controversia, ya sea por su desempeño o su no desempeño; su inclusión o su no inclusión en el equipo, su pelo, su número de camiseta, su andar en la cancha, los minutos que juega, cómo los juega, las faltas que hace y las faltas que no hace pero que todos sabemos debería hacer y hasta el color de sus botines.
También nos preguntamos por qué usa tatuajes, al punto de afirmarlo, cuando en realidad nunca confirmamos fehacientemente si los tiene y… ¿Si no los tiene?, nos gustaría interrogarlo y saber por qué no los tiene. ¿Será porque está en contra de eso?, solamente para al final concluir que es un viejo facho y conservador que está en contra de las nuevas tendencias o por otro lado, establecer que es por falta de tiempo que aún no ha podido ir a una galería del centro a tatuarse. Esto es lo que genera el Tata González.
En PDA, anteriormente elaboramos una columna sobre figuritas del Mundial, -adjuntamos el link para que el número de visitas siga creciendo así como también el pago por visitantes únicos que recibe el columnista equivalente a un chicle Yummy por cada click-.
Pero… ¿Cómo relacionamos la columna de las figuritas, con el Tata González y los chicles Yummy?
He conocido gente que ha dejado libre el casillero del Tata en el álbum, tras haber conseguido el resto de las figuritas de Uruguay. Los entrevistados argumentan que prefieren dejarlo vacío como metáfora de lo que representa en el campo de juego y lo reflejan en su álbum.
Otros pegaron el cromo del Tata con barra adhesiva, esa que pega. En realidad debería pegar, pero todos sabemos que no pega y al tiempo se termina cayendo por sí misma, en clara representación cósmica-cromática de lo que se espera del Tata.
¿Y los chicles Yummy? La minoría de los entrevistados han dicho que luego de treinta segundos de verlo jugar y de masticar bronca por lo que hace en la cancha, les genera mal sabor de boca.
Entre tantas promociones parasitarias del Mundial, comentan las malas lenguas, que un diario del interior tras poner al Tata en su foto de portada tuvo que cerrar sus instalaciones debido al déficit en ventas. Se rumorea que el London París cerró sus puertas luego de que el Tata fuera la cara visible de la marca. Dicen que los pozos en Ciudad de la Costa son remates mal pateados por el Tata que allí fueron a parar. Trasciende en las calles, que Shakira sigue haciendo canciones para los mundiales a pedido de González y que fue él personalmente quien unió musicalmente a Jennifer López con Pitbull para que sigan haciendo canciones juntos.
Esto es lo que genera el Tata González y he aquí que muchos sientan vergüenza por aplaudir en público un gol suyo. Según fuentes extraoficiales un señor fue internado hace unos días en el departamento de Flores, luego del amistoso entre la Selección y un combinado local, ya que su cuerpo no resistió la lucha interna entre su corazón, que quería aplaudir y bombeaba sangre desmesuradamente a sus brazos para que se chocaran entre sí, y su cerebro que sentía vergüenza y miedo al escarnio público por festejar dicho gol y retenía la orden de emisión hacia los brazos.
Incluso hubo niños, que felices e ingenuos pretendían festejar y gritar, hecho que fue rápidamente repelido por sus padres, mientras los miraban fijo y movían su cabeza de lado a lado en señal negativa.
Muchos entendidos afirmaron que en el último Código de Faltas de la República Oriental del Uruguay promulgado hace pocos meses, se estableció la prohibición de aplaudir en espacios abiertos públicos, semi-abiertos públicos, semi-cerrados públicos, semi-cerrados abiertos, semi-finales de conferencia del Oeste, baños portátiles y cualquier lugar donde corra “un cacho de aire” (textual del Código) un gol de Tata González, ya que sería considerado como “Apología del Tata”.
Estimado Sr. Tata González, si está leyendo sepa que siento relativo respeto por usted, y simplemente quise plasmar un poco de lo que usted sin querer queriendo, genera.
Sin embargo, como buen oriental de esta margen del Río Uruguay, espero un gol suyo; y mucho antes de un gol suyo, espero y me pongo como meta personal apostar en el Supermatch por un gol suyo, ya que sabemos que el pago por dicho acontecimiento sería muy elevado de forma tal que me haría millonario. Podríamos añadir que seguramente no sea un zapatazo furibundo de afuera del área, sino más bien un cabezazo de esos que pican siete u ocho veces antes de entrar al arco, pero en fin, son detalles.
Espero que esta columna le sirva de motivación de cara a lo que viene, que sin lugar a dudas será importante tanto para usted, como para nosotros los aficionados.