A maior pressão do mundo

​¿Qué pasa por la cabeza de los jugadores de la selección brasileña en su Mundial?

neymar-y-david.jpg
Foto: fifa.com
Preocupación. Nervios. Miedo. Llanto. Presión, muchísima presión. Todo eso pudo verse claramente en varios jugadores de la selección brasileña en el partido con Chile, que tras muchísimo sufrimiento los depósito en los cuartos de final de su Mundial.

Primero, intentemos entender el porqué de tanta presión. El factor principal puede ser el que todos mencionan, la localía. Suma de responsabilidad y una hinchada particular, que apoya cuando todo está bien, pero que reclama cuando las cosas no salen. Pero no es el único. En este mismo sentido, hay que incluir que Brasil ya organizó una Copa del Mundo que no pudo ganar, y nadie quiere que eso se repita. Pero hay más.

Brasil no es cualquier organizador. Brasil es el mayor ganador de Copas del Mundo, siempre precisa ganar, y viene de dos decepciones (Alemania 2006 y Sudáfrica 2010). El Hexa se va transformando de sueño a obsesión. En obligación. Brasil tiene que ganar, y todo objetivo que utilice el “tengo” será presionante, porque no permite otra opción. El propio Scolari ha dicho que no ser campeón sería una decepción.

Además, cada jugador suma su historia personal. Algunos fueron parte de la eliminación de Brasil en cuartos de final de Sudáfrica 2010 ante Holanda (Julio César, Thiago Silva, Dani Alves y Maicon). Y la experiencia negativa hace que uno tema repetirlo.

Julio César fue puesto como villano de dicha eliminación. También fue cuestionado por estar jugando en una “liga de bajo nivel”. Todo esto hace que la presión por tener buenas actuaciones y no poder equivocarse, sea mucho mayor. Antes de los penales con Chile, algunos de sus compañeros le decían “este es tu momento”, “es tu oportunidad de demostrar”, y en una persona muy emotiva (como él mismo se describe), eso transbordó en el llanto previo a los penales. Nobleza obliga, asumió la presión, le dijo a sus compañeros “Pateen confiados que hoy atajo tres” y a la hora de ir hacia el arco, pudo enfocarse y realizar su tarea de gran forma.

Otros jugadores pasaron por la experiencia negativa de ser derrotados por México en la final de los Juegos Olímpicos, título que Brasil ansía y no logra conseguir. Thiago Silva, Marcelo, Hulk, Oscar y Neymar estuvieron allí. Otra experiencia negativa que puede sumar miedo y presión a ellos.

Un caso muy llamativo, y altamente criticado por la prensa brasileña, fue el del capitán Thiago Silva. Quizá por el rol que tiene, se siente aún más presionado. Sobre el partido debut ante Croacia, declaró: “Sólo me faltaba desmayarme en campo por causa de la presión. Parecía que me había olvidado cómo jugar al fútbol”.

Luego dijo sentirse más tranquilo, pero tras terminar el alargue con Chile se lo vio aislado del grupo. Él explicó que necesitaba un momento personal para rezar, pero también se hizo público que pidió para no ejecutar: "Tirar un penal es una gran responsabilidad en casa, y le pedí a Dios para que no llegue mi turno. Erré dos de los últimos tres, y Felipão me preguntó -¿Podés ser el sexto?-. Le dije que no. Pedí para quedar último en la lista, atrás incluso de Julio César. No tenía confianza."

Dicho todo esto, parece un hecho que Brasil no logará su objetivo. Pero también hay que destacar los puntos positivos. Primero, estos jugadores estuvieron en la Copa Confederaciones también en Brasil y la ganaron, aunque sabemos que genera menor expectativa y por ende menor presión.

Por otro lado Neymar, la principal estrella del equipo, a pesar de sus 22 años no ha sentido el efecto de la presión. Se vio su alivio tras escaparse de la eliminación en octavos, pero fue figura en casi todos los partidos y asumió la responsabilidad del último penal. Esto genera una gran esperanza. Neymar parece tener la fortaleza necesaria para llevar adelante a este equipo.

Se cuestiona el llanto tras el final del partido… no tiene por qué ser señal de fragilidad. Las emociones están a flor de piel, quizá algo más de lo ideal, pero si el jugador logra controlarlas al momento de jugar, una reacción de alivio tras el partido no es negativa. Sin dudas hay compromiso de este plantel con el objetivo, y eso tiene mucho a favor también.

Por último, si bien se cuestiona el liderazgo de Thiago Silva, este plantel tiene varios referentes. En la ronda previa a los penales, fue Paulinho quien le habló a cada ejecutante. En muchos momentos se ve a David Luiz asumir el rol de alentar y contener a sus compañeros. Julio César y Fred, desde la experiencia, lideran también. Y una vez más, quien da las últimas palabras a cada compañero antes de entrar a la cancha es el propio Neymar.

¿Cómo debe hacer Brasil para disminuir la presión? Difícil. Más bien, debe aprender a manejarla. Y lo va haciendo durante la competición. Brasil sufrió, pero pasó. Esta situación puede ser muy positiva si se trabaja bien. Si se logra hacer que la experiencia sirva para disminuir la exigencia interna, para demostrar que se pudo aún en estas circunstancias, para ganar confianza.

Felipão afirma claramente que no hay problemas de rendimiento ni tácticos, y que es sólo controlar la ansiedad para que los jugadores puedan tomar mejores decisiones y así jugar como saben. Con este fin, convocó a la Psicóloga del Deporte Regina Brandão, quien trabaja con él hace más de 20 años y ya ha hecho perfiles de todos los jugadores del plantel, para realizar un trabajo en Granja Comary, la concentración de Brasil.

Trazaron como objetivos de las reuniones con el plantel, mostrar a los jugadores que el equipo ya ha conquistado méritos suficientes, y que lo peor ya pasó (la posibilidad de quedar fuera de forma prematura), y que a partir de ahora la responsabilidad en los partidos es compartida con el rival. Además, Scolari hará hincapié frente al grupo y la prensa que este Mundial no fue “hecho para” Brasil, quien incluso fue perjudicado por los árbitros desde su visión.

Al mismo tiempo, la Psicóloga habría pedido a Felipão y la Comisión Técnica no apelar tanto al lado emocional de los jugadores, sino incentivar el uso de la razón. Scolari es un gran líder, gran conocedor de los jugadores y de cómo conducirlos hacia donde él quiere. El Mundial se empieza a definir.

El llanto de Julio César antes de los penales