Fuera de discusión, Nadal y Djokovic hicieron de la segunda semifinal de Montreal un verdadero partidazo, con impecable tenis pero con el agregado de la pasión y el dramatismo. Desde el comienzo del encuentro el español se plantó firme y continuo con regularidad, sin bajar el nivel ni la intensidad durante las dos horas y media de partido. Por otro lado, el número 1 del mundo y defensor del titulo, "Nole" osciló entre momentos ejemplares y otros extrañamente erráticos. Fueron las doble faltas (7) y los errores no forzados (44) en dónde quedó palpado la inconsistente actuación de Djokovic que en más de una ocasión entró en rachas opuestas, haciendo pensar que se venía una aplanadora pero decayendo al rato. Tener en frente a Nadal desestabiliza a cualquiera pero no fue viceversa, ya que fue el español quién controló mejor los nervios y las situaciones límites. Todo el desenlace terminó en un tie-break y ahí se vio esa desconcentración, ansiedad y frustración que asecharon a Novak durante el encuentro. Un par de errores y en un abrir y cerrar de ojos estaba 0-6 abajo, del otro lado de la red, el imperturbable Rafa que sigue viviendo con impactante adrenalina cada duelo que enfrenta. Finalmente la victoria fue para el 3 (por ahora) del mundo Nadal sobre el 1 Djokovic por 6-2 4-6 7-6(2). 

De esta manera Rafa llega a su décima final del año en la que buscará adueñarse de su octavo título pero para ello deberá tumbar al local Milos Raonic, quien ya se aseguró entrar al top 10 a partir del lunes. Raonic superó a su compatriota Vasek Pospisil (71) por 6-4 1-6 7-6.