Un Cavani a la antigua

Recuperemos al goleador del metrosexualismo

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¿Podremos hacer de Cavani un verdadero gladiador?
Primero que nada, vamos a reconocerle a Cavani sus méritos deportivos, que los tiene. Partamos de lo positivo: el hombre fue goleador de la Serie A italiana, así que algo bueno tendrá. Desde hace unos días me vengo planteando la difícil tarea de recuperar a este ariete para convertirlo en un guerrero charrúa de los de antes. Muchos dirán que no se puede, pero mientras haya una mínima chance, los uruguayos la vamos a pelear.

No ayuda que recientemente “Edin” demostró su total adaptación al PSG bailando y cantando “La bamba” sobre la mesa. Los medios internacionales destacan cosas como “El charrúa llegó hace pocas semanas a París, pero ya se ganó el cariño de sus compañeros”. Ahí empezamos mal, no podemos imaginarnos al Canario García (el parámetro que debería usarse en cualquier medida de comportamiento de un deportista uruguayo en el exterior) realizando acción alguna para “ganarse el cariño de sus compañeros". Así que eso no Edin, andá pensando que un gladiador charrúa no canta ni baila, al menos no en esas situaciones.

No me gusta para nada leer cosas como “Cavani animó el almuerzo del PSG cantando una canción mientras el resto de jugadores lo aplaudían”. ¿Qué es, un nueve o una porrista? “El delantero uruguayo se lo pasa a las mil maravillas con sus nuevos compañeros. En el vídeo se puede ver al jugador subido de pie en la mesa en el almuerzo del PSG y empieza a cantar la canción popular mexicana ‘Para bailar la bamba’. Sus compañeros le jalean y le animan. Cavani disfruta de su nueva vida en Francia al ritmo de ‘La bamba’”. Uno no se imagina al rifle Pandiani bailando arriba de una mesa, para un público exclusivamente masculino que está bebiendo batidos de proteínas.

El uruguayo es desconfiado, no se preocupa de su estética, y mucho menos es capaz de afinar, pegar una nota musical o hacer una coreografía. Cavani ha dado sobradas muestras de comportamientos que rozan lo indeseable por quienes pregonamos los Viejos Valores, desparramados por infinidad de enhiestos atletas que vistieron con hombría nuestra camiseta color cielo. Sus festejos de goles con coreografías, su saludo a los hinchas del Napoli con una foto mandando besos, su aparición en el nefasto calendario celeste…

Desde este espacio, proponemos un proceso de recuperación de Cavani. En primer lugar, se le pasará a llamar por su segundo y masculino nombre (Roberto), se procederá a implantarle barba, a cortarle el cerquillo y dejarle largo el pelo atrás, y a operarle las cuerdas vocales para dotarlo de una voz más grave. Una segunda instancia comprende tal vez la prueba de fuego para el nuevo Roberto Cavani: pasar dos semanas en una concentración con el “Canario” García, Obdulio Trasante, “Tito” Goncalvez (padre) y Carlitos Camejo  en el Parador Tajes. De ahí saldrá un renovado jugador que podrá llevarse puesta la liga francesa y los partidos de Uruguay.

Una última etapa, digamos la frutilla sobre la torta, es la contratación del “Pato” Marcelo Sosa para que le enseñe a realizar declaraciones que calienten el ambiente, alejando a Cavani del perfil inocente y carente de maldad que no queremos de acá en más. También se lo alejaría de las malas compañías (ya habría que empezar a pensar en futuras citaciones de players como Jorge García o Joe Bizera y alejar a los cultivadores del metrosexualismo en el fútbol), se le prohibiría la realización de calendarios celestes, y se le sacaría el twitter. Por último, y para seguir su estilo… sólo nos queda rezar.


Sufrí el video de Cavani bailando "La Bamba". Y si querés dedicarte en cuerpo y alma al Dios Obdulio te invitamos a pasar al templo en el que se pregonan Viejos Valores --->(apretá acá)