¿Cuál es el verdadero Suárez?

Las dos caras del ariete celeste en una lucha interna sin cuartel.

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Luis Alberto Suárez es un enigma. A lo largo de su trayectoria, ha tenido esbozos de conductas a incluir dentro del catálogo de los Viejos Valores, siendo un player que haría sentir orgullosos al mismísimo Negro Jefe o al "Mariscal" Nasazzi. Y por otro lado ha mostrado actitudes que rozan lo vergonzoso (al menos para los standards de este humilde espacio).

Un allegado que tiene mucha cultura, nos habló de la alegoría (?) del Dr. Jekyll y Mr. Hyde, en la que dos extremos (el bien y el mal) conviven en una sola persona. Cuando nos dijo, pensamos:
“¡parece que está hablando de Luisito!”. ¿Cuál es el verdadero Suárez?

Repasemos los hechos que lo convierten en un paladín de los Viejos Valores, un lado oscuro que se remonta a sus 15 años, cuando el joven Luis fue expulsado por pegarle un cabezazo a un juez (acá lo bancamos, porque es sabido que los jueces son una raza muy jodida que se ensaña con los pobres jugadores). Luego en su debut internacional en 2007, fue expulsado frente a Colombia para marcar la cancha.

Posteriormente, la historia más conocida: la mordida en la oreja a un rival en Holanda (algo le habrá hecho), la mano contra Ghana (un héroe que se inmoló en beneficio de su equipo), el sonado incidente con el afrodescendiente Evra (¿vieron la cara de sorete que tiene?) y la posterior negativa a saludarlo (¿acaso es amigo suyo?), los gestos obscenos a la afición del Fulham (demostrando que no se come ninguna), un gol con la mano (Maradona lo hizo y fue D10s), la mordida a Ivanovic y la piña en los testículos a Jarita (ambos empezaron).

A lo largo de su carrera, acumula 26 partidos de suspensión, 19 en la liga inglesa. Así llegamos al partido contra Perú, en el que un Suárez barbado y de botines negros nos trajo reminiscencias de caudillos de otras épocas.

Claramente, Suárez es capaz de acciones equiparables a la patada de Cantoná a un hincha inglés, o al cabezazo de Zidane a Materazzi. Un jugador uruguayo debe hacerse respetar y punto. La última muestra: el primer plano en el que salió insultando deliberadamente al preparador físico de Colombia.

Luis dijo en una nota que es una especie de "Dr. Jekyll y Mr. Hyde". Aseguró que "hay una enorme diferencia en mi comportamiento dentro y fuera de la cancha. En el campo de juego me siento un poco rebelde, alguien que siempre va a hacer algo quizá un poco loco. Realmente odio perder. Este juego siempre se trata de ganar, ¿no?".

Sin embargo, no todo es así. Este Suárez es el mismo que encabezó titulares de la prensa rosa tales como "el futbolista que cruzó el océano por amor" (nos cuesta ver al Canario García en esta situación), el que llenó su cama de pétalos de rosa para su mujer (la nefasta influencia de Forlán), que salió en fotos con su hija en las que luce los labios pintados y corazones en la cara, el que hace “reclames” como el de Abitab (Obdulio hizo uno de cerveza Doble Uruguaya).

Y aún hay más: toda su familia confirma su tranquilo carácter cuando no está jugando.
"Es el más tranquilo de todos nosotros", dijo una vez una de sus hermanas en un documental para la TV holandesa. En tanto, su esposa aseguró: "Realmente es un santo”.

Para redondear, luego de la barba y los botines negros de Perú, salió al césped del centenario ¡afeitado y de botines rojo flúo!, borrando con el codo lo que había escrito con la mano.

Resta saber si de aquí en más seguiremos teniendo un potencial representante de los V.V, o si por el contrario el metrosexualismo nos habrá robado a un elemento con condiciones, porque sin dudas las tiene. Está en él cumplir o quedar por el camino y ser uno de aquellos “crá que no llegaron”… 

Si querés dedicarte en cuerpo y alma al Dios Obdulio te invitamos a pasar al templo en el que se pregonan Viejos Valores ---> (apretá acá).