Día 2 – ¡Poesía y pico!
Héctor Torec descubre la verdadera historia del himno de Liverpool
Había llegado el momento más lindo de la semana; la madre del columnista de PDA que me tiene recluido bajó a lavar la ropa al sótano. Era el único momento en el que mis ojos se hundían en un mar de fantasías, navegando por esos camisones medida “Doña” dejándose ver esas piernas que me hacían acordar a las de mi tío Ernesto.
Este hecho mínimo de feminidad logró ser la musa inspiradora (aunque pensando un poco, con el hambre que tenía, una muzza hubiese sido digna de inspiración) necesaria para comenzar a analizar el himno del cuadro de Belvedere: Liverpool.
Avocándonos directamente al himno entonado por un conocido cantante de la zona, notamos un precioso juego percutivo y una calidad de grabación que recuerda a los primeros singles de la famosa, histórica y mágica banda de Liverpool: Rey Toro.
Resulta que esta alabanza al cuadro de Belvedere no estaba directamente destinada al club sino que su prosa, su lírica, tenían un destino superior, más alto, situado en las alturas...
Resulta que Belvedere, albergó una hermosa ave autóctona que surcaba el cielo, siendo venerada por la gente de sus alrededores. Catalogada científicamente como Gavilán cubano pico de gancho, fue bautizada popularmente en la zona por el hombre que avistó por primera vez aquel espécimen:
Liber Rodríguez, vendedor de piscinas, pensaba un nombre para su nueva empresa, sentado bajo un Ombú, cuando en su pelada sintió el cálido abrazo del excremento de un ave. Posado sobre el árbol vio al ejemplar de la mencionada ave culpable de la secreción, entonces la inspiración llegó a él: “Liber Pool” pensó, “La empresa se llamará Liber Pool y aprovechando literalmente la volada, esta maravillosa ave será su símbolo de identidad”.
Este pajarraco, según cuentan quienes lo avistaron, era aguerrido, de plumaje negro y azul, con gran cantidad de masa testicular que se revoloteaba triunfantemente (“¡Un pájaro con tremendos huevos!” se escuchaba decir) por los cielos de Belvedere.
El publicista de Líber, maravillado con esta ave, le regaló una canción a su nombre, siendo esta pieza jingle de la empresa, y la verdad que la directiva negriazul ha ocultado durante todo este tiempo.
La directiva de momento aprovechó la volada (nuevamente literal) del fervor de este pájaro y la oda creada por el publicista, y contrató a un especialista, justamente colega mío, en la creación literaria chamuyera de himnos. Una movida de lo que conocemos como “mafia de los himnos”.
Ingresó al complejo Liverpool el Sr. Luis Soverano a realizar las peripecias necesarias para lograr que esa especie de Oda al pajarraco “huevudo” de las piscinas se volviera himno oficial de la institución. Luis, un cortés personaje totalmente perdido en la dialéctica de los himnos nos contó la realización de su tarea:
“Cuando me llegó el canto del ave Liber Pool, quedé totalmente volado contemplando esas hojas decoradas con un fino trazo poético, pensando que esto iba a ser un desafío, el de vestir de honor y solemnidad al glorioso Liverpúl, cuadro aguerrido de nuestra tierra, nuestra patria.
Consultando mi propio manual “Solemnidades que no pueden faltar en un himno + 15 Sudokus para romperse el bocho” capítulo 8: “Piques cortitos pa' himnos de fobal” decidí seleccionar las siguientes palabras: glorioso, cuadro, pendón, campeón.
Vale aclarar como dato histórico que el prestigioso hombre de negocios Líber Rodríguez murió bajo circunstancias que aún se desconocen. Apareció flotando en una piscina que él mismo había vendido con una cuchilla negriazul clavada en su espalda... un misterio. Desde entonces, ya nadie más habló de los Liber Pools y sí de Liverpool..
Con estas palabras damos por finalizado este primer análisis, en el cual nos sentimos orgullosos de desmantelar esta mafia deportiva musical. Sepan que yo no tengo miedo (simplemente porque estoy en un bunker que ni yo sé donde es) de decirle al hincha que no todo es lo que parece. Esto que parecía un simple canto de reverencia al glorioso Liverpool era una canción con poesía y pico.