Un celeste desteñido
Lejos quedan los tiempos en los que el team oriental era sinónimo de pierna fuerte, hacha y tiza y respeto en cualquier cancha.
Nuestro representativo siempre tuvo la bien ganada fama de equipo duro, guapo, al que nadie quería enfrentar. La casaca color cielo era vista en el mundo entero como un amenazante símbolo de guerreros que jugaban al límite para ganar como sea.
Por alguna extraña razón, comenzó a gestarse en nuestro país una creencia de que aquella merecida reputación nos daba una mala imagen, “demasiado ruda” dirían algunos puristas. Nuestra selección, la que sigue atesorando el récord de la expulsión más rápida en la historia de los mundiales (José “Charly” Batista a los 56 segundos frente a Escocia en México ’86), la del “pegamos los primeros diez minutos y después ganamos jugando al fútbol” del Mariscal Nasazzi, se encuentra hoy sumida en un proceso de deterioro de su ADN futbolístico.
Antes de comenzar el Mundial 2010, la prensa internacional le preguntaba al entrenador de nuestro combinado (claro responsable de lo que nos pasa hoy en día) si Uruguay sería "tan rudo como siempre lo ha sido”. Y la respuesta salta a la vista: NO.
Entre 32 equipos, nuestra selección de modelos que hacen calendarios, usan cremas, planchita para el cabello y bolsos de mujer ocupó un deshonroso lugar 30 en promedio de amarillas por partido, ¡Fue 24° en faltas cometidas y 11° en faltas recibidas! Ya no somos lamentablemente los raspadores que alguna vez fuimos. ¡¡¡Ahora nos pega Ghana, nos pega Brasil!!! Para peor recibimos con agrado los elogios hacia nuestro cambio de actitud.
Quien hoy porta el glorioso brazalete de capitán de nuestro seleccionado, fue aún más lejos y en la Copa de las Confederaciones declaró muy suelto de cuerpo que le preocupaba el juego fuerte de Brasil: “Brasil es un equipo que pega y juega más fuerte que el rival” dijo este indigno heredero de los Nassazi, de los Obdulio, de los Paolo. ¿Alguien es capaz de imaginarse al "Peta" Ubiña y al "Mudo" Montero Castillo declarando que les preocupaba lo mucho que pegaba Brasil? En algún momento tuvimos jugadores como el “Colacho” Ramírez que corrió a Rivelino por todo Maracaná, ahora nos pega Neymar.
Analicemos los siguientes datos estadísticos que dan cuenta de nuestra debacle: Eliminatorias para Alemania 2006, dirigidos por el "Flaco" Fossati y con prohombres de la talla de Pablo García, Richard Morales, Darío Rodríguez y el "Pato" Sosa nuestra selección se hizo respetar en todas las canchas. El pabellón patrio flameó orgulloso al tope del ranking del juego fuerte: 50 amarillas, una doble amonestación y cuatro rojas directas (¡Gracias Paolo!). Por aquellos tiempos, Brasil todavía no era el que le da miedo a nuestro capitán actual, ya que ocupó el último lugar del ranking. Perú con 7 rojas directas merece mención. El continente entero sumaba 27 rojas directas, eran otros tiempos…
Para el 2010, en pleno “proceso”, bajamos al cuarto lugar del ranking. Ya Perú, Bolivia y Ecuador pegaban más que nosotros. Nuestras rojas directas bajaron a cuatro (señal de que Paolo ya no estaba al mando). Los peruanos ratificaban lo bueno que comenzaron a insinuar cuatro años antes, primeros con 56 amarillas. Las rojas directas totales descendían a 21, dando una señal de alerta para todo el continente.
Las recientemente concluidas Eliminatorias nos muestran que Uruguay es hoy por hoy una selección “amigable”. Un tercer lugar, por detrás de Perú y Bolivia, sin dobles amonestaciones ni rojas directas (único país junto a Paraguay). Entre los nueve países participantes sumaron la irrisoria cantidad de nueve rojas directas, demostrando que no es un mal que nos afecte sólo a nosotros.
Vivimos tiempos de “Fair play” señores. ¿Dónde quedaron los Viejos Valores, el ganar a cualquier costo, el hacerse fuertes de local, el peso de la camiseta?. Prepárense para lo peor, nuestros jugadores van a ir a recibir a Jordania al aeropuerto con una flor en la mano, alojarán en sus casas a los jordanos como en las cruzadas rioplatenses, nuestro capitán leerá la proclama de “no al racismo y al juego violento”, y todos recordaremos con nostalgia los tiempos en los que el color Celeste inspiraba respeto.
Si querés dedicarte en cuerpo y alma al Dios Obdulio te invitamos a pasar al templo en el que se pregonan Viejos Valores ---> (apretá acá)