Cómo lograr el segundo “Maracanazo”
Solo un equipo de gladiadores nos puede representar adecuadamente en Brasil. Es hora de reformular el plantel, ojalá nos escuchen.
El sorteo mundialista deparó a Uruguay un grupo denominado por muchos como el “de la muerte”, pero entendemos que es un desafío que solo puede asumir un equipo de hombres hechos y derechos, gladiadores curtidos en mil batallas y que son locales en cualquier cancha.
La cita máxima del fútbol mundial nos exige estar a la altura de nuestra historia, y por eso nos permitimos diagramar un plantel de 23 guerreros que puedan copar Brasil y reverdecer los laureles de nuestra Celeste. ¿Cómo se logra eso?
No creerá usted que enviando al campo de batalla a jugadores de buenos modales, de cuidadas cabelleras y botines fluorescentes que toman bebidas de colores y que confían más en la nutricionista que en su propia madre. No señores, a Brasil se debe ir con un equipo de perros cimarrones, como dijo el prócer. Jugadores que hagan respetar el color cielo en la fiesta armada por la FIFA para Neymar y sus amigos.
Reflexionábamos sobre el particular, recordando aquella selección del medio local que armó Luis Alberto Cubilla cuando empezó a detectar que los repatriados no ponían lo que había que poner. Fue ahí cuando el gran público se embanderó detrás de los Peter Méndez, los Marcelo Fracchia, los Willy Gutiérrez, los "Loco" Dos Santos… jugadores que conocían en muchos casos las ocho horas, los vestuarios sin agua caliente o los clubes sin vestuario.
Creemos que solo se puede alcanzar una buena figuración enviando un equipo veterano, maduro, de jugadores con hijos, y con una base del histórico team de la gesta de Korea-Japón 2002 que aún siguen en actividad y en nuestro medio.
Solamente una sería la excepción desde el exterior, citando como pilar fundamental y heredero de Obdulio al “Canario” Pablo García, sobre cuyos hombros recaería la responsabilidad de liderar al combinado oriental.
Tres cuidavallas en la plenitud de sus carreras, por aquello de que el guardameta madura más tarde. Es por eso que creemos que tres elementos llamados Jorge serían la mejor tripleta de goalkeepers desde Mazurkiewicz, Héctor Santos y Walter Corbo. Contreras de Racing Club de Montevideo, un volador espectacular de la misma institución donde surgió “Mazurca”, “Coco” Rodríguez por su experiencia en canchas difíciles, y Bava por si se complica con los coraceros brasileños.
Compondríamos la línea de cuatro con un histórico de Malasia 97 como Carlitos Díaz en su puesto original de lateral derecho, el aplomo de Pablo Melo en el flanco derecho de la zaga (imaginen el susto de Balotelli o Rooney al enfrentarse a este guerrero), junto al gran Darío Rodríguez (el autor del cuarto mejor gol de los mundiales y coautor de la apretada a Senegal no puede estar afuera) y al “Bolita” Lima un lateral izquierdo con pegada, subida y capaz de quebrar el histórico récord de Charly Batista a la expulsión más rápida de la historia mundialista.
El centro del campo, zona neurálgica del fútbol, estaría en las mejores manos posibles: Pablo García y la excepción del único jugador sobreviviente del “proceso”: Arévalo Ríos. Estos dos serían escoltados por las bandas por los dos aviones del 2002. Varelita y Mario Ignacio Regueiro reúnen todo lo que se necesita, además son amigos del Mago y el Chengue, y tocan los tambores como los dioses.
Arriba, la experiencia europea acumulada del gran “Rifle” Walter Gerardo Pandiani, un eterno postergado que vería su chance a los 38 años. El susto de un Chiellini o un John Terry al ver a este bravo ariete ingresar al área sería digno de ver. El “Rifle” sería acompañado por la velocidad, la picardía, el olfato goleador de un luchador del fútbol: el pequeño gigante, el “baixinho” uruguayo Héctor Fabián "Romario" Acuña.
Completarían el plantel: Otro histórico del 2002 como Joe Emerson Bizera, el zaguero de Progreso Santiago Tabárez (siempre hace falta un moreno de 2 metros en un plantel), el recio back de Juventud Braian de Barros, el gladiador y leñador “Tito” Ferro, el popular “Mama” Arismendi, el talentoso y temperamental Luis Bernardo Aguiar, el veloz puntero uruguayo Fabián Larry Estoyanoff, el corpulento centreforward Líber “El Ancho” Quiñones, el voluntarioso “Cacique” Alexander Jesús Medina y el cerebral Marcelo Danubio Zalayeta. Todos ellos dirigidos por el Juan López del siglo 21: Julio César Ribas.
¡QUE VUELVA LA CELESTE DE ANTES, Y QUE BRASIL SEA TESTIGO UNA VEZ MÁS!