
Día 20: La neutralidad
De neutrales y conquistadores. Una mirada diferente a lo que pasó en el vigésimo día del Mundial.

Suiza es el país neutral más antiguo del mundo. Desde los Tratados de París de 1815 hasta la fecha ha mantenido ese status. Algo nada sencillo, y más si uno está en el medio de un continente que se ha venido matando durante siglos.
Si hablamos de fútbol, Suiza también es un país neutral, con un juego mucho más volcado a neutralizar al oponente que a proponer.
Contra Argentina no fue la excepción. El orden táctico suizo, más la imprecisión argentina, hicieron que el partido se jugará lejos de los arcos. Los minutos pasaban y la desesperación de Argentina crecía, Suiza aguantaba y, cuando no podía, aparecía Benaglio con alguna buena intervención.
Pero Suiza, por más neutral que sea, tiene una gigantesca industria armamentista. Se considera una tradición que cada ciudadano tenga un fusil. Así, fusil al hombro, las armas suizas eran Shaqiri y Mehmedi, que de vez en cuando se encargaban de demostrar lo endeble que es Argentina en el fondo.
Como buen país neutral, el plan se transformó en llegar a los penales sin disparar una bala. En realidad una sola, desactivada por Romero en el primer tiempo.
El problema es que Argentina tiene dos jugadores que son como esos soldados que se mueven tras líneas enemigas, y aún siendo muy pocos causan grandes daños. Di María y Messi son un comando, son marines.
Sin tropas de refuerzo, Higuaín no encuentra su rendimiento, Lavezzi estuvo tan ausente como Agüero, Mascherano tiene otras funciones y Gago…
Messi y Di María se las arreglan para crear peligro. A veces solos, a veces combinándose, como en el gol. Cuando Suiza atacó ya era tarde, pero tuvo sus chances de empatar. No se puede ser neutral en los octavos de final de un Mundial.
Al Tratado de París de 1815 se llega luego de la derrota de Napoleón y las tropas francesas en Waterloo, Bélgica. Los belgas no son un pueblo muy beligerante, pero sí son conquistadores. Es darse una vuelta por la historia del colonialismo en África para encontrar muchos belgas detrás.
Y si hablamos de conquistadores, el siglo XX muestra a Estados Unidos como el mayor de ellos. Enfrentados en octavos belgas y norteamericanos, el partido demoró en tomar forma.
Bélgica -sabiéndose superior- no podía terminar de lograr la conquista. En Estados Unidos, Howard era el responsable de la resistencia, tan responsable fue que sus 16 paradas se transformaron en el mayor número de atajadas en un partido de la historia de los Mundiales.
Como sucede la gran mayoría de las veces cuando un país más poderoso invade a otro, este termina cediendo. No por la batalla, sino por el desgaste del tiempo. Los goles belgas vinieron en el alargue, y por más que Green acercó a Estados Unidos, ya la conquista estaba hecha.