
El Mundial de los volantes
España impuso una era. Ahora al fútbol juegan los mediocampistas, y en esa línea la diferencia entre Alemania y Argentina es abismal.

Minuto 118. Müller va a presionar a Romero cuando el partido hace cinco minutos que estaba 1 - 0. Klinsmann, Löw y Guardiola. Los tres entienden que para defenderse hay que ir para adelante, lo más lejos del arco propio. Por eso cuando se lesionó Kramer el técnico alemán no dudó y puso a Schürrle.
Kramer sustituyó a último momento a Khedira. El volante central de Real Madrid venía siendo pilar fundamental en esta Alemania. Pero Schweinsteiger decidió jugar por todos: por Khedira, por Kramer y por todos los volantes centrales históricos alemanes.
Los volantes centrales defensivos sirven para sostener, para aguantar en sus hombros a todo el equipo, pero no ganan partidos. Los que ganan partidos son los delanteros.
Por eso Argentina teniendo a Mascherano como principal figura quedaba renga. Los atacantes tuvieron sus chances, Higuaín y Palacio las más claras. Argentina pierde con la tranquilidad que le da saber que lo pudo ganar y no lo hizo por errores propios.
Sabella y la falta de perspectiva nos han hecho olvidar -un poco- que en la previa Argentina tenía uno de los mejores, sino el mejor ataque del Mundial: Higuaín, Messi, Di María y Agüero, los cuatro fantásticos. Lo que dejaba dudas era su defensa.
Durante el transcurso del Mundial se invirtió todo. Romero pasó casi 500 minutos sin recibir goles y los argentinos convirtieron un solo gol en el tiempo reglamentario en toda la segunda fase.
Sabella tuvo la inteligencia de reconvertirse, los cuatros fantásticos no respondieron y hubo que recurrir a otros superhéroes, más mundanos, esos que el talento lo tienen en su manera de defender.
Minuto 120. Messi con la última pelota del partido. Sabella se acaricia el prendedor con el escudo argentino en el saco. La gente junta las manos rezándole al Dios que más le convenga: el de los cristianos, el Gauchito Gil, Gilda o Maradona.
Messi no buscó el centro, decidió tirar al arco. No sé si eso fue la mayor muestra de egoísmo, o que de verdad no hay otra alternativa en esta Argentina por fuera de Messi. Alguien en el futuro nos va a contar qué pasó con Messi esta temporada y en este Mundial en particular.
No es solo que haya jugado mal, es que por momentos se desconectaba totalmente del partido. Arrastraba los pies, deambulaba, todo indicaba que no quería estar ahí. Ahora Argentina se dividirá entre los defensores y detractores del 10, y el resto del mundo esperará una explicación más o menos racional.
España impuso una era. Ahora al fútbol juegan por sobre todo los mediocampistas, y en esa línea la diferencia entre Alemania y Argentina es abismal. Y fue en ese sector de la cancha donde Alemania impuso una superioridad aplastante durante toda la Copa del Mundo.