Relincha el potro

Del Potro fue campeón y ya está en el puesto 42 del ranking ATP.

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Dos años, nueve meses y doce días después de su último trofeo alzado en la ciudad de Sidney, el argentino Juan Martín Del Potro se consagró como el nuevo monarca del torneo ATP de Estocolmo (Suecia) que se juega sobre carpeta y bajo techo, tras derrotar al estadounidense Jack Sock por 7-5 y 6-1, en una final que se prolongó durante una hora y quince minutos y que tan solo tuvo tintes de match decisivo en el primer parcial. El tandilense corta una larga sequía de casi tres temporadas sin títulos y, de esta forma, continuará su escalada en el ranking mundial. Este fue el título número 19 para Del Potro, quien se consolida como el tercer argentino con más copas levantadas luego del legendario Guillermo Vilas (62) y José Luis Clerc (25).

En el momento de su vuelta al circuito, tras un sinfín de inconvenientes sufridos en su muñeca izquierda (tres operaciones incluidas), Delpo ocupaba la posición 1042 en el escalafón de la ATP; sin embargo, fueron necesarios tan solo algunos meses para probarle al mundo que su nivel de excelencia está vigente y desde este lunes ocupa el puesto número 42, en lo que significa un ascenso meteórico y vertiginoso.

En la jornada del domingo, la Torre de Tandil no tuvo un panorama sencillo en el primer set y su nivel estuvo muy por debajo de lo exhibido en la semana y en estos últimos meses. Sin embargo, en el 5 iguales, cuando las papas quemaban, el norteamericano se auto flageló cometiendo cuatro errores no forzados (incluida una doble falta). Del Potro quebró el servicio rival y no tuvo problemas para cerrar el primer parcial con su saque.

Ya en la segunda manga, el partido no fue partido y como suele suceder con jugadores de categoría más baja, tras el cachetazo que significó perder el primer chico, Sock se desmoronó mentalmente y los errores se multiplicaron. Por su parte, el a la postre ganador tomó confianza y soltó por completo la escopeta de su temible drive. El 6 - 1 fue un fiel reflejo de la disparidad en el rendimiento de uno y otro. Sin dudas, el arma principal del argentino en el domingo escandinavo fue su potente servicio; logró 6 aces, no ofreció chances de quiebre a su oponente a lo largo del encuentro y lo más impactante es que tan solo perdió 7 de los 43 puntos jugados con su saque. Una cifra contundente y que habla a las claras de la supremacía establecida desde dicho ítem del juego.

Con la victoria consumada, Del Potro ratifica la vuelta a su esplendor tenístico, incluso dando el changüí de no estar pegando su exquisito revés a dos manos (ese golpe lo está jugando casi siempre con slice) debido a que la muñeca izquierda aún no se siente en su plenitud. Sin embargo, una confianza descomunal en el poderío de su derecha, la consistencia del saque y una progresiva mejoría en las subidas a la red le han permitido, por ejemplo, derrotar a los cuatro mejores del mundo en el transcurso de esta temporada.

Primero sacó a Stan Wawrinka de Wimbledon y empezó a mostrar indicios de su recuperación. Luego vinieron los golpes que más ruido hicieron; victoria ante el número uno del mundo Nole Djokovic (en primera ronda) y ante Rafa Nadal (en semifinales) en los Juegos Olímpicos de Río 2016, donde se llevó la medalla de plata. Como frutilla de la torta, llegó la revancha de la definición olímpica al vencer a Andy Murray en una maratón de más de cinco horas; lo que significó el primer punto de la serie de copa Davis entre argentinos y británicos, donde se impuso la escuadra albiceleste.

Faltaba el título ATP para consolidar una vuelta que ni siquiera él soñó y retomar el status de tenista de elite. Solo resta pedirle a esa maldita muñeca que no lo vuelva a privar a él de seguir siendo un animal competitivo en cada court del mundo y a todos los amantes del tenis de deleitarnos con un talento digno de disfrutar.