"Pensar en el futuro"

Las declaraciones de Mazzarino levantaron polvareda. ¿Tiene razones para decir lo que dijo?

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Foto: FIBA Américas

Las declaraciones de Nicolás Mazzarino tras la derrota ante Venezuela caen pesado, pero le duela a quien le duela el jugador tiene razones más que suficientes para hablar así y un derecho más que ganado para hacerlo a mitad de un torneo.

No porque sea un intocable, Mazzarino es un jugador de vasta trayectoria y con un nivel de juego y experiencia que le han permitido estar en las primeras planas del básquetbol italiano. Sin embargo, eso no lo convierte en un individuo que esté por encima del equipo, todo lo contrario, su experiencia le permite entender la importancia de un equipo, y no solo eso, sino también la importancia de tener material para conformar el mejor equipo.

Tras la derrota ante Venezuela en un partido en el que anotó 18 puntos y sacó la cara por la celeste, Mazzarino “se fue de boca” para gusto de muchos. Si bien sus declaraciones pueden salpicar a algunos de sus actuales compañeros e incluso a él mismo, el espíritu no fue ese. El principal reclamo de Nicolás está expresado en la siguiente frase, “yo no soy quién, pero hay otra gente que tiene que pensar en el futuro”.

La protesta de Mazzarino no apunta, a mi entender, a enchastrar a algunos compañeros que hayan tenido un bajo rendimiento o incluso “no estén preparados para jugar a cierto nivel”, como dijo. Su reclamo, su verdadera calentura e inquietud pasa por otro lado, pasa por reclamar a las autoridades, a aquellos que deben pensar en el futuro, las decisiones políticas y la determinación para conseguir que en nuestro país se formen jugadores mejores.

Mejores que sus actuales compañeros e incluso mejores que él, porque seamos sensatos, si en este país hubiera grandes jugadores. Mazzarino, pese a su trayectoria, no debería estar jugando este torneo con sus 38 años de edad. Por el contrario, creo que él bien lo sabe, debería haber pasado la posta hace rato a generaciones mejores, más jóvenes y más preparadas. De hecho lo hizo y lo fueron a buscar para que volviera. Lamentablemente para el público que sufre las decepciones, así como para los jugadores que son culpados una y otra vez por estos “fracasos”, no hay mejores piezas para conformar el plantel.

Esto no es nuevo, se repite en cada convocatoria y mientras el Gerente Deportivo de la FUBB esté encargado de pelearse con Granger en vez de trabajar para que nuestro básquet produzca nuevos y mejores jugadores -con amor por la camiseta- la historia no va a cambiar.

Mazzarino lo sabe, y protestó por eso, en medio del torneo, frente a un micrófono y a viva voz, a ver si de una vez por todas a alguien se le enciende la lamparita.