Todos putos

Un 28 de junio, Día Internacional de Orgullo LGBT, sin cuadros grandes.

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Foto: elespanol.com

Primera advertencia: el fútbol se mezcla con todo, como cualquier otra expresión cultural. Sí, vos y yo sabemos que no son solo 22 personas detrás de una pelota.

Te puedo conceder que no es tarea de los clubes hacer de este mundo un mundo mejor. Yo creo que sí, pero hagamos de cuenta que no. Pero sí le tengo que pedir al fútbol que corrija injusticias que él mismo ha ayudado a amplificar.

Entonces, al punto: que Peñarol y Nacional, Nacional y Peñarol, no se hayan expresado el Día Internacional del Orgullo LGBT dice mucho. Son tiempos en los que guardar silencio en determinados temas, también es decir.

Y acá es cuando se me entreveran los tantos. ¿El mensaje es no pronunciarse sobre nada por fuera de lo estrictamente deportivo? Es un camino con trampas, porque la institución es más que la suma de sus planteles deportivos. Pero si ese es el mensaje algo tuvo que cambiar en el último año, porque en febrero del 2019 Peñarol y Nacional se sumaron a la campaña #WeRemember.

El sitio web de Nacional decía al respecto: "Mediante este acto de la Asamblea General de la ONU, el Holocausto se ha transformado en memoria pública y lección para combatir todas las formas de discriminación, intolerancia, racismo y violencia contra minorías como gitanos, Testigos de Jehová, homosexuales, discapacitados, comunistas, socialistas, dirigentes sindicales, opositores, también asesinados por el nazi fascismo".

Causa noble si las hay la de recordar el Holocausto, pero ¿qué pasó para que en un año haya cambiado la idea de "combatir todas las formas de discriminación"? Y aquí es cuando toca hablar de corregir injusticias.

El ambiente del fútbol ha sido históricamente conservador, dentro y fuera de la cancha. Si nos ponemos antropológicos tenemos que hablar de la masculinidad que ha construido el fútbol, el estereotipo de un hombre macho, aguantador, "que no se come ninguna". Por mucho tiempo esa ha sido la visión hegemónica del hombre de fútbol. Con todo el combo que trae detrás: violencia, misoginia, discriminación, intolerancia.

En el fútbol masculino no hay jugadores homosexuales. Es noticia cada vez que un jugador se declara homosexual. 2020 y es noticia que alguien cuente a quién tiene ganas de amar, o ni siquiera eso, con quién tiene ganas de pasar el rato. El fútbol femenino le lleva kilómetros de inclusión de ventaja a su par masculino en este aspecto.

Pasó un 28 de junio y ni Peñarol ni Nacional dijeron nada. La AUF lo hizo, la mayoría de los equipos uruguayos lo hizo, grandes equipos del mundo lo hicieron. La ONU lo reconoce. Si el club es de todos sus hinchas, sin importar credo, orientación sexual o partido político, debería poder decirse más a menudo.

Me gustaría que llegara el tiempo donde sea más importante para Peñarol y Nacional traspasar los límites de lo deportivo por una sociedad menos discriminadora y no para comunicar un 15% de descuento en velas aromáticas.