“El poder de inspirar”

La obra de Mandela tuvo al deporte como símbolo de unión entre los sudafricanos.

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Mandela y el capitán Pienaar, durante la entrega del trofeo Webb Ellis a los campeones mundiales.

Nelson Mandela es uno de los grandes símbolos de la política moderna. Su incansable lucha contra el racismo, que en Sudáfrica se evidenciaba bajo el régimen del Apartheid (separación de espacios y servicios entre grupos raciales, con dominación de los blancos), lo vuelven una de las figuras más destacadas del siglo XX.

Este jueves 5 de diciembre perdió la vida en Johannesburgo, capital de Sudáfrica, a sus 95 años. Mandela nació en 1918 en un poblado de 300 habitantes. Perteneció al clan Madiba de la etnia xhosa y tras obtener su título de Bachiller en Artes estudió derecho. Se graduó como abogado en 1942 y trabajó en la defensa legal de los negros a bajo costo, proporcionando representación a muchos ciudadanos.

Inspirado por Ghandi, su actividad política fue en un principio pacífica. Sin embargo, tras ser encarcelado en 1956 y liberado en 1961 al declarárselo inocente, lideró la resistencia armada en su país. En 1964, considerado un terrorista por el gobierno, fue atrapado y encarcelado en la isla de Robben, en la que permaneció durante 17 años para luego pasar otra década entre dos centros de reclusión distintos.

Cambiar el mundo

En 1990, el presidente De Klerk anunció la liberación de Mandela y lideró junto a él las negociaciones para la democratización de la nación. Gracias a ese proceso, Mandela y De Klerk fueron galardonados con el Premio Nobel de la Paz en 1993.

Un año más tarde, Mandela se convirtió en el primer presidente negro de Sudáfrica, luchando por la reconciliación del país y una salida pacífica a los años del Apartheid. Una de las herramientas utilizadas por el entonces presidente de Sudáfrica para la unión nacional fue la de un deporte: el rugby.

El equipo de los Springboks, selección sudafricana, tradicionalmente representativo de la etnia dominante (los blancos) y abucheado por los oprimidos (los negros), recibió en su tierra el Mundial de rugby de 1995. Durante ese torneo, Mandela convocó al pueblo a apoyar a su equipo, sin distinción de raza, e incluso vistió con orgullo la camiseta, otrora símbolo de la opresión.

“Madiba” resignificó el símbolo de los Springboks y consiguió el apoyo de la gran mayoría de los 43 millones de conciudadanos. Hizo propios los colores que eran de un rival eterno, hizo de un símbolo de algunos el orgullo de todos, y ese es el legado que dejó para el mundo del deporte, una enseñanza que incluso hoy, a la distancia y desde Uruguay, podríamos leer de muy diversas formas para transitar un camino mejor. Los colores para él no fueron motivo de rivalidad, fueron motivo de unión, respeto, y coraje, dentro y fuera de la cancha. 

El ejemplo que dio al mundo, saliendo de prisión tras 27 años recluido para vestir los colores de un equipo que muchos consideraban el enemigo, permitió a Sudáfrica un camino más fértil hacia la unión de su pueblo y la vida democrática. Esta historia es digna de la admiración del mundo, fuente de inspiración para muchos y sin duda, un elemento que dignifica el deporte. 

Para describir su pensamiento, su forma de analizar el poder y el impacto que el deporte tiene en la vida de las personas, no hay palabras más elocuentes que las del propio Mandela, este hombre que demostró su capacidad para perdonar y cubrir a su pueblo bajo una misma consiga al apoyar a un equipo de rugby:

“El deporte tiene el poder de cambiar el mundo. Tiene el poder de inspirar. Tiene el poder de unir a las personas de una forma en la que pocas cosas lo logran. Le habla a la juventud en un lenguaje que entienden. El deporte puede crear esperanza donde alguna vez solo hubo desesperación. Es más poderoso que los gobiernos para romper las barreras raciales. Se ríe en la cara de cualquier tipo de discriminación” Discurso de Mandela.

La cadena deportiva ESPN, lanzó el 4 de mayo de 2010 un documental con la narración de Morgan Freeman. El mismo, trata sobre la vida política de Sudáfrica tomando como centro aquel Mundial de rugby de 1995 y el apoyo de Mandela. Hoy, tras su muerte, les dejamos ese material para que puedan disfrutar y conocer un poco más de la vida de este líder. Sobre todo, de su forma de valorar y apoyar al deporte.

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