Palma en los argumentos
Columna de opinión de Joaquín Fernández sobre el caso Palma.
Tras el encuentro en el que Liverpool y Peñarol empataron 1 - 1, Joaquín Fernández, habitual colaborador de PDA, nos hizo llegar este material, analizando los argumentos de Palma en la previa del choque ante Peñarol y poniéndolos en discusión con reglamento en mano.
Sin importar de qué lado de la vereda nos encontramos los que hacemos PDA, me parece interesante volcar en este espacio la posición argumentada por Joaquín y su análisis con respecto a las normas, así como también la opinión que tiene. Por eso, sin más que decir, a continuación podrán leer esta perspectiva del caso tan polémico que la pasada semana copó los medios de comunicación vinculados al deporte.
Facundo Castro.
Ya pasado el partido entre Liverpool y Peñarol, me parece momento oportuno para analizar la situación jurídica en la cual se colocan los equipos a la hora de poder fijar en qué cancha quieren ser locales.
Dos hechos pusieron a Liverpool (la versión uruguaya) en la tapa de todos los diarios durante este Torneo Clausura; el primero fue su deseo y luego otorgamiento de disputar el partido ante Nacional en el Franzini, mientras que el segundo fue aún más polémico, ya que la Mesa Ejecutiva negó la posiblidad de que el equipo de Belvedere disputara el encuentro ante Peñarol en el Parque Viera.
Por mucho que proteste Palma y pese a que ponga las entradas a los precios más caros como forma de ejercer presión, la realidad es que jurídicamente la Mesa Ejecutiva no está avalada a hacerle caso al presidente de Liverpool.
Tal como marcan los Estatutos de la AUF, el Artículo 3.1 plantea que cada club afiliado deberá contar con: "campo de juego en propiedad o uso exclusivo, con habilitación municipal vigente y capacidad locativa mínima determinada por la A.U.F. de 2.000 espectadores sentados, para los clubes de la Liga Profesional de Primera División; abatiéndose la exigencia locativa a 1.500 personas sentadas, para los clubes de la Liga Profesional de Segunda División. Los escenarios donde jueguen el Club Nacional de Footbal y el C.A. Peñarol deberán tener una capacidad mínima de 5.000 espectadores sentados, determinada por la A.U.F".
Interpretando rápidamente la norma podemos concluir que no necesariamente un club debe ser propietario de la cancha donde oficiará de local, sino contar con el uso exclusivo, lo que significa tener "el usufructo o el arrendamiento exclusivo y que la institución tenga prioridad absoluta para la utilización del campo de juego".
Por eso es que El Tanque y la IASA, por ejemplo, pueden utilizar como estadios propios los ubicados en Florida y San José.
La segunda cosa que es digna de destaque es que las reglas para fijar una cancha para que disputen un partido Nacional o Peñarol son distintas que para el resto de los equipos. Por motivos de masividad, justos o no, en caso de que se quiera llevar a uno de los dos equipos grandes a un estadio deberá contar con una capacidad mínima de cinco mil personas.
Esto más o menos ya lo sabíamos todos, ahora el problema es qué sucede si un equipo quiere jugar contra un equipo grande y no puede hacerlo en su cancha, ¿qué pasa?.
Los mismos Estatutos de la AUF fijan la solución en el Art 84; "La correspondiente Mesa Ejecutiva podrá autorizar a los clubes afiliados a no usar su campo de juego por determinado tiempo, siempre que se invoquen y acrediten razones que justifiquen tal excepción. Los clubes autorizados a no utilizar su campo de juego por cierto tiempo, jugarán sus partidos de local en el campo de juego que determine la Mesa Ejecutiva. En ningún caso podrá fijarse el del ocasional adversario".
Si queda alguna duda de las potestades de la Mesa Ejecutiva, previo al inicio del Campeonato Uruguayo y durante lo que era la presidencia de Bauzá, este órgano resolvió que las canchas que se debían utilizar en caso de que las propias no estuvieran a disposicion serian el Estadio Centenario y el Charrúa (canchas AUF).
Por lo que saliendo un poco de lo que es la norma expresa y pasando a lo que es la realidad, podemos concluir que son totalmente desacertadas las protestas de Liverpool. No lo avala de ninguna manera la posiblidad de jugar en el VIera, como tampoco podía jugar en el Franzini ante Nacional, ya que el Estadio Centenario está habilitado y con chances de ser utilizado.
Otro análisis posible es discutir qué tan buena es esa norma, teniendo en cuenta que Peñarol la utiliza como forma de legitimar el hecho de jugar el 90% de los partidos de "local" (siendo exquistos, nunca es local, ya que el Estadio Centenario es cancha AUF).
Estas conclusiones deberán pensarse hacia el futuro, ya que sería injusto que se le permita a Liverpool lo que se le impidió a otros equipos en similares condiciones bajo este reglamento. Aparte de que muestra cierta hipocresía al criticar la norma que tantas veces permitió llevar a los grandes al Centenario como manera de financiar sus presupuestos.
Siento que vivimos una situación de gran susceptibilidad, el abuso por parte de ambos equipos grandes a lo largo de la historia ha sido tan marcado que nos hace muchas veces cometer el error de ponernos siempre del lado del más débil, aunque no tenga razón.
En esa lucha constante por querer emparejar y volver más competitvo nuestro fútbol, avalamos abusos por parte de quienes levantan la bandera de la igualdad y nos olvidamos que no se puede estar por encima de las reglas.
A diferencia de muchos creo que esta decisión de la Mesa Ejecutiva fue una pequeña muestra de algún vestigio de seriedad en nuestro fútbol. Si Liverpool desea ser local ante Nacional o Peñarol, siempre que lo deportivo sea una prioridad sobre lo económico, tiene su cancha para hacerlo, la cual la deberá poner en las condiciones necesarias.
Poco serio sería querer avalar el deseo de jugar tres encuentros seguidos como local, en tres canchas distintas. Las normas marcan un camino a seguir a la hora de fijar un partido, y habrá que levantar la voz en los momentos en que se vote, porque suena feo después querer torcer las leyes para tu conveniencia. Suena a la famosa "viveza criolla" que tanto queremos quitar de nuestro fútbol.
Sin importar de qué lado de la vereda nos encontramos los que hacemos PDA, me parece interesante volcar en este espacio la posición argumentada por Joaquín y su análisis con respecto a las normas, así como también la opinión que tiene. Por eso, sin más que decir, a continuación podrán leer esta perspectiva del caso tan polémico que la pasada semana copó los medios de comunicación vinculados al deporte.
Facundo Castro.
Ya pasado el partido entre Liverpool y Peñarol, me parece momento oportuno para analizar la situación jurídica en la cual se colocan los equipos a la hora de poder fijar en qué cancha quieren ser locales.
Dos hechos pusieron a Liverpool (la versión uruguaya) en la tapa de todos los diarios durante este Torneo Clausura; el primero fue su deseo y luego otorgamiento de disputar el partido ante Nacional en el Franzini, mientras que el segundo fue aún más polémico, ya que la Mesa Ejecutiva negó la posiblidad de que el equipo de Belvedere disputara el encuentro ante Peñarol en el Parque Viera.
Por mucho que proteste Palma y pese a que ponga las entradas a los precios más caros como forma de ejercer presión, la realidad es que jurídicamente la Mesa Ejecutiva no está avalada a hacerle caso al presidente de Liverpool.
Tal como marcan los Estatutos de la AUF, el Artículo 3.1 plantea que cada club afiliado deberá contar con: "campo de juego en propiedad o uso exclusivo, con habilitación municipal vigente y capacidad locativa mínima determinada por la A.U.F. de 2.000 espectadores sentados, para los clubes de la Liga Profesional de Primera División; abatiéndose la exigencia locativa a 1.500 personas sentadas, para los clubes de la Liga Profesional de Segunda División. Los escenarios donde jueguen el Club Nacional de Footbal y el C.A. Peñarol deberán tener una capacidad mínima de 5.000 espectadores sentados, determinada por la A.U.F".
Interpretando rápidamente la norma podemos concluir que no necesariamente un club debe ser propietario de la cancha donde oficiará de local, sino contar con el uso exclusivo, lo que significa tener "el usufructo o el arrendamiento exclusivo y que la institución tenga prioridad absoluta para la utilización del campo de juego".
Por eso es que El Tanque y la IASA, por ejemplo, pueden utilizar como estadios propios los ubicados en Florida y San José.
La segunda cosa que es digna de destaque es que las reglas para fijar una cancha para que disputen un partido Nacional o Peñarol son distintas que para el resto de los equipos. Por motivos de masividad, justos o no, en caso de que se quiera llevar a uno de los dos equipos grandes a un estadio deberá contar con una capacidad mínima de cinco mil personas.
Esto más o menos ya lo sabíamos todos, ahora el problema es qué sucede si un equipo quiere jugar contra un equipo grande y no puede hacerlo en su cancha, ¿qué pasa?.
Los mismos Estatutos de la AUF fijan la solución en el Art 84; "La correspondiente Mesa Ejecutiva podrá autorizar a los clubes afiliados a no usar su campo de juego por determinado tiempo, siempre que se invoquen y acrediten razones que justifiquen tal excepción. Los clubes autorizados a no utilizar su campo de juego por cierto tiempo, jugarán sus partidos de local en el campo de juego que determine la Mesa Ejecutiva. En ningún caso podrá fijarse el del ocasional adversario".
Si queda alguna duda de las potestades de la Mesa Ejecutiva, previo al inicio del Campeonato Uruguayo y durante lo que era la presidencia de Bauzá, este órgano resolvió que las canchas que se debían utilizar en caso de que las propias no estuvieran a disposicion serian el Estadio Centenario y el Charrúa (canchas AUF).
Por lo que saliendo un poco de lo que es la norma expresa y pasando a lo que es la realidad, podemos concluir que son totalmente desacertadas las protestas de Liverpool. No lo avala de ninguna manera la posiblidad de jugar en el VIera, como tampoco podía jugar en el Franzini ante Nacional, ya que el Estadio Centenario está habilitado y con chances de ser utilizado.
Otro análisis posible es discutir qué tan buena es esa norma, teniendo en cuenta que Peñarol la utiliza como forma de legitimar el hecho de jugar el 90% de los partidos de "local" (siendo exquistos, nunca es local, ya que el Estadio Centenario es cancha AUF).
Estas conclusiones deberán pensarse hacia el futuro, ya que sería injusto que se le permita a Liverpool lo que se le impidió a otros equipos en similares condiciones bajo este reglamento. Aparte de que muestra cierta hipocresía al criticar la norma que tantas veces permitió llevar a los grandes al Centenario como manera de financiar sus presupuestos.
Siento que vivimos una situación de gran susceptibilidad, el abuso por parte de ambos equipos grandes a lo largo de la historia ha sido tan marcado que nos hace muchas veces cometer el error de ponernos siempre del lado del más débil, aunque no tenga razón.
En esa lucha constante por querer emparejar y volver más competitvo nuestro fútbol, avalamos abusos por parte de quienes levantan la bandera de la igualdad y nos olvidamos que no se puede estar por encima de las reglas.
A diferencia de muchos creo que esta decisión de la Mesa Ejecutiva fue una pequeña muestra de algún vestigio de seriedad en nuestro fútbol. Si Liverpool desea ser local ante Nacional o Peñarol, siempre que lo deportivo sea una prioridad sobre lo económico, tiene su cancha para hacerlo, la cual la deberá poner en las condiciones necesarias.
Poco serio sería querer avalar el deseo de jugar tres encuentros seguidos como local, en tres canchas distintas. Las normas marcan un camino a seguir a la hora de fijar un partido, y habrá que levantar la voz en los momentos en que se vote, porque suena feo después querer torcer las leyes para tu conveniencia. Suena a la famosa "viveza criolla" que tanto queremos quitar de nuestro fútbol.