Día 5: Método alemán

Todos tenemos un plan, diría Natalia Oreiro. Alemania, Estados Unidos e Irán ejecutaron el suyo de gran manera.

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Fotos: facebook.com/fifaworldcup
Si algo caracteriza a los alemanes es que son metódicos, se proponen un objetivo, desarrollan un plan de acción y lo ejecutan. Nada se improvisa y nada queda librado al azar. Si falla el plan A, habrá otros previamente diseñados.

Da lo mismo si su objetivo es combatir la crisis en Grecia, mantener los elevados índices de producción industrial o ganarle un partido a Portugal.

Joachim Löw siempre tuvo un plan y no se movió un centímetro de su postura, a pesar de las fuertes críticas recibidas por parte de la prensa germana en la previa por la conformación del plantel.

Se escuchaban cosas como que se había vuelto Guardiola y que era una locura llevar solamente un delantero en el plantel.  Pero como dice la famosa frase del inglés Gary Lineker: "El fútbol es un deporte que juegan once contra once durante 90 minutos y al final siempre gana Alemania".

Löw tomó lo mejor de la era Guardiola en Barcelona, y también le pidió prestada la idea de Lahm como mediocampista. Un ataque dinámico, donde nadie ocupa posiciones estables y no hay ninguna referencia de área. Su único delantero (Kloose) era suplente y no ingresó.

Pero nada de eso le impidió convertir cuatro goles y errar unos cuantos más. Nada los apartó de su camino, ni siquiera la posibilidad de darle ingreso a Klose con el partido liquidado para tratar de marcar y convertirse en el máximo anotador histórico de los mundiales. Alemania es así: enfocada y metódica.

Como buen alemán, Jürgen Klinsmann intenta transmitir su ideología al plantel de Estados Unidos y, por lo visto ante Ghana, los jugadores tienen la idea clara.

Con un orden táctico envidiable y liderados por Dempsey en ataque, los americanos vencieron a Ghana y demostraron que si Portugal sigue desorientado le pueden dar pelea por el segundo puesto del grupo. Ghana demostró que -salvo Costa de Marfil- difícilmente veamos un equipo africano es segunda fase.

Carlos Queiroz no es alemán. Es portugués nacido en Mozambique y ya ha dirigido a las selecciones de Emiratos Árabes Unidos, Portugal, Sudáfrica e Irán. Particularmente lo contactó el ex presidente iraní (Ahmadineyad) para que se haga cargo del equipo asiático.

Los periodistas deportivos lo marcaban como el equipo más débil en la previa. Pero resultó ser un conjunto que conoce muy bien sus limitaciones y juega de acuerdo a ellas. Así logró un punto ante Nigeria que fue muy festejado. Aburrieron a muchos, pero nadie les quita que seguramente no sean la peor selección del Mundial.