
Estado tapón
Los pequeños Bélgica y Costa Rica no pudieron contra las potencias. Un análisis diferente de los triunfos de Argentina y Holanda.

Lord Ponsonby fue un diplomático británico del siglo XIX, a quien -para alejarlo de la amante del rey Jorge IV- lo enviaron al Río de la Plata a solucionar la situación conflictiva entre las Provincias Unidas y el Imperio de Brasil. Como solución propuso crear un estado tapón entre las dos potencias para evitar confrontaciones, y de esa idea nació Uruguay.
Dos años más tarde, en 1830, volvió a aplicar la misma idea para separar Prusia y Francia, proponiendo la creación de Bélgica, hasta ese momento parte del Reino de los Países Bajos. Bélgica nació para separar dos potencias.
Pero en el Mundial no lo logró, no pudo evitar que Argentina avance y enfrente a Holanda. Lo cierto es que poco se podía esperar del equipo belga. Su rendimiento fue inversamente proporcional a su expectativa. Aburrió en los partidos de la serie y contra Estados Unidos mejoró pero falló en la definición.
Por otro lado, Argentina deja la sensación que siempre está a la altura de su rival. No le sobra nada, pero tampoco lo han exigido demasiado. Holanda será la primera potencia que enfrentará en el Mundial. A favor tiene que -salvo Suiza- el resto de los partidos no han sido exigentes, lo que repercute en un mejor estado físico.
Si hablamos de países chicos metiéndose entre potencias tenemos que hablar de Costa Rica. El Mundial de los ticos fue fantástico: se despiden invictos, con dos partidos ganados y tres empatados.
Recibieron dos goles, uno solo de cancha, y avanzó hasta cuartos de final dejando por el camino a Uruguay, Inglaterra, Italia y neutralizando a Holanda.
Los de Van Gaal probaron de todo para entrarle a Costa Rica, pero cuando podían con la defensa aparecían Keylor Navas y los palos.
El DT holandés tenía guardado un as bajo la manga para los penales. Introdujo a Krul, que en los últimos cinco años había atajado 2 penales de 20 que le patearon. A base de personalidad y reacciones rápidas, Krul se quedó con dos penales y Holanda pasó.
El abrazo final entre Krul y Cillessen lo dijo todo: uno brilló en los penales porque el otro tuvo una muy buena parada en el minuto 117.
Ya sin países tapones ni chicos de por medio, el Mundial se define entre potencias del fútbol.