
Martes de guerra
De astros, dioses, simbologías y mentalidad. Una explicación diferente de la histórica goleada de Alemania sobre Brasil.

En la antigüedad los astrónomos descubrieron que había siete cuerpos celestes que cambiaban de posición y se movían: el sol, la luna y los cinco planetas que se observan a simple vista (Mercurio, Venus, Marte, Júpiter y Saturno).
Eso explica, en parte, por qué el siete es un número sagrado en varias culturas. Siete son los pecados capitales, también es la cantidad de brazos que tiene el Menorá (candelabro sagrado judío) y siete eran las maravillas del mundo. Siete, a partir de ayer, será un número maldito para los brasileros.
El fútbol es un deporte donde la superioridad aplastante causa extrañeza. Piedad por el vencido no es algo a lo que ni futbolistas ni espectadores estén acostumbrados.
En tenis, si Federer gana por un triple 6 - 0, se alaba al suizo. Los All Blacks pueden ganar por 50 puntos y nadie se asombrará mucho. Pero al fútbol no se le dan bien los marcadores abultados y menos si es entre dos potencias.
La explicación de los siete goles está en la mentalidad alemana. No paran, continúan atacando sin importar el marcador, es el respeto por la competencia a la máxima potencia.
Klose entró en la historia y celebró el gol como cualquier otro, estaba preparado para eso. Müller lo fue a abrazar luego del partido y Klose, sin alterarse, pareció decirle: "ahora es tu turno".
El gol de Müller fue el primero del partido, el décimo suyo en dos Mundiales. Klose anotó el segundo, el 16° en su cuarto Mundial, el que lo convierte en el mayor goleador histórico de las copas.
Los siete días de la semana provienen de esos siete cuerpos celestes que se movían en el cielo. Martes se llama así por el dios romano Marte, equivalente al Ares griego. En inglés martes es Tuesday por el dios de la guerra nórdico Tiu.
Alemania es históricamente un pueblo guerrero, pero esta selección de Löw no hace culto al irreflexivo y violento Marte. Más bien es de entender las batallas como Atenea, combinando la actitud bélica con la prudencia y la preparación.
Este camino que recorre Alemania comenzó en el 2006 con Klinsmann de DT y Löw de ayudante técnico. No consiguió títulos en el camino, pero acaba de hacer historia y está en las puertas de conseguir uno.