Batista, el olvidado de muchos
Batista es producto de nuestro basquet. ¿No es el mejor jugador de los últimos 15 años?
Esteban Batista en la victoria del pasado viernes ante Real Madrid.
En esto de los festejos de los 100 años de la FUBB se habló mucho de los mejores jugadores de la historia de nuestro básquetbol. Moglia, Arrestia, "Tato", Capalbo, pero hay algo que me sigue sin cerrar y es cuando hablamos de los últimos 15 años.
Allí muchos periodistas marcan a Leandro García Morales como el más destacado, y vaya si tiene méritos para serlo. Pero me pregunto, ¿no tiene más méritos Esteban Batista? Al menos para mi forma de ver el juego es así.
Fue el primer uruguayo en llegar a la NBA y como pívot. Estados Unidos es un país con muchos pivots disponibles de alto nivel y Batista fue elegido, viniendo de un país donde existen grandes carencias en ese puesto. Eso realza aún más el hecho. Jugó y juega en las mejores ligas del mundo: NBA, España, Israel, Turquía, Grecia. Ahora está defendiendo al Panathinaikos.
¿Que no se lo vea en la Liga Uruguaya porque juega en otras de muchísimo más nivel es un demérito? Yo creo todo lo contrario, es un gran mérito.
Es de los centros más ágiles que vi, con despegue y sentido de ubicación para el rebote y casi siempre se tuvo que defender solo bajo las tablas con la selección, ya que la ausencia de un cuatro que pudiera secundarlo era notoria.
Quizás no es todo lo carismático que a varios les gustaría fuera de las canchas, pero el análisis no debe escapar del rectángulo de juego. Llegó a lo mejor del mundo, a la meca del baloncesto viniendo bien de abajo, casi de casualidad, de una ciudad un tanto alejada de la ciudad, como Playa Pascual, y a fuerza de trabajo, talento y ganas se ganó su lugar.
Es producto cien por ciento del baloncesto nacional, pudiendo despegar sin haber pasado por una Universidad de Estados Unidos y teniendo en su carrera varias actuaciones a nivel de selección de corte inolvidable.
Como todo en la vida, esto que planteo es opinable, se puede concordar o no, pero decir que Batista no fue el mejor jugador uruguayo de los últimos quince años (o al menos a la par de Leandro García Morales) me suena a falta de memoria, a no reconocer una carrera y tener una visión sesgada del baloncesto, quizás teñida por otros intereses.
Allí muchos periodistas marcan a Leandro García Morales como el más destacado, y vaya si tiene méritos para serlo. Pero me pregunto, ¿no tiene más méritos Esteban Batista? Al menos para mi forma de ver el juego es así.
Fue el primer uruguayo en llegar a la NBA y como pívot. Estados Unidos es un país con muchos pivots disponibles de alto nivel y Batista fue elegido, viniendo de un país donde existen grandes carencias en ese puesto. Eso realza aún más el hecho. Jugó y juega en las mejores ligas del mundo: NBA, España, Israel, Turquía, Grecia. Ahora está defendiendo al Panathinaikos.
¿Que no se lo vea en la Liga Uruguaya porque juega en otras de muchísimo más nivel es un demérito? Yo creo todo lo contrario, es un gran mérito.
Es de los centros más ágiles que vi, con despegue y sentido de ubicación para el rebote y casi siempre se tuvo que defender solo bajo las tablas con la selección, ya que la ausencia de un cuatro que pudiera secundarlo era notoria.
Quizás no es todo lo carismático que a varios les gustaría fuera de las canchas, pero el análisis no debe escapar del rectángulo de juego. Llegó a lo mejor del mundo, a la meca del baloncesto viniendo bien de abajo, casi de casualidad, de una ciudad un tanto alejada de la ciudad, como Playa Pascual, y a fuerza de trabajo, talento y ganas se ganó su lugar.
Es producto cien por ciento del baloncesto nacional, pudiendo despegar sin haber pasado por una Universidad de Estados Unidos y teniendo en su carrera varias actuaciones a nivel de selección de corte inolvidable.
Como todo en la vida, esto que planteo es opinable, se puede concordar o no, pero decir que Batista no fue el mejor jugador uruguayo de los últimos quince años (o al menos a la par de Leandro García Morales) me suena a falta de memoria, a no reconocer una carrera y tener una visión sesgada del baloncesto, quizás teñida por otros intereses.
