Partido y polémica

Defensor Sporting y Peñarol jugaron un partido emocionante, que terminó con un empate justo, decisiones arbitrales discutibles y declaraciones desmedidas.

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Los violetas jugaron bastante mejor en el primer tiempo, ejerciendo una buena presión, manejando con prolijidad la pelota y posicionándose más cerca del arco rival. Su déficit fue la precisión en el último toque, lo que hizo que sus situaciones de gol no fueran demasiadas, aunque hubo una clarísima de De Arrascaeta que atajó con el pie Juancho Castillo.

E
n cambio, Peñarol, basado en los ingresos de Estoyanoff y Japo Rodríguez, fue claramente superior en la segunda etapa, propiciando la aparición de Martín Campaña como la gran figura del partido, tapando dos pelotas impresionantes.

Las manos de su arquero parecían darle la victoria a Defensor Sporting, al que, sin embargo, le faltó oficio para pinchar la última pelota e impedir el último ataque de Peñarol. Faltaban 30 segundos para el minuto 48 y Campaña tenía la pelota en su mano. Tirarla lejos y forzar una falta -ya sea propia o ajena- alcanzaba para abrazarse a los tres puntos. En lugar de eso, perdió la pelota en la mitad de la cancha y permitió que Estoyanoff recibiera cerca de su área para forzar el penal que cobró Vázquez y el posterior gol de Pacheco. Más allá del 1 - 1 final, los dos entrenadores deben haber sacado conclusiones importantes y elementos positivos. 

El segundo tiempo de Peñarol, en el que superó a un gran rival en condición de visitante, parece ser un punto de partida para nada despreciable. El rendimiento del nuevo doble 5 (Amado-Aguiar)  resultó interesante y quedó claro que Rodríguez y Estoyanoff son dos jugadores demasiado importantes como para ser suplentes.

Defensor, aún con numerosas bajas en defensa, e incluso la lesión de Herrera durante el partido, mostró otra vez que puede ser protagonista ante cualquiera. Además, se notó una clara mejoría en el rendimiento de Olivera -que no había estado bien en Belvedere-, Federico Gino entró como para ganarse más minutos y Felipe Gedoz demostró que puede ser un proyecto interesante.

M
artín Vázquez, así como la reacción de Defensor Sporting tras su arbitraje, merece un párrafo aparte. Daniel Jablonka, presidente violeta, habló de despojo y de robo, en tanto que la página oficial del club tituló con un explosivo “Defensor Sporting 1 – Vázquez 1”, además de decir que el árbitro “nos metió la mano en el bolsillo”.

Hablar en esos términos, cuando no existe ninguna prueba que los sostenga, es siempre inaceptable, pero es aún peor al referirse a esta actuación de Vázquez, que estuvo lejísimo de ser tendenciosa.

Para mí NO hubo penal de Pais sobre Estoyanoff, pero en el primer golpe de vista, que es el único elemento que tiene el árbitro, tuve la sensación contraria.  Y aún viéndolo por la tele varias veces, se trata de una jugada discutible e imposible de calificar como un escándalo. Además, hubo otras dos jugadas dudosas en el área de Defensor -las dos sobre Zalayeta-, que el juez no sancionó, así como un off-side mal cobrado a Núñez, cuando este quedaba mano a mano con Campaña. También es cierto que hubo una posible mano de Macaluso en el área de Peñarol y un off-side mal cobrado a Nacho Risso, negándole una clara situación de gol.

C
omo ven, fue un arbitraje difícil, lleno de jugadas discutibles, y Vázquez pudo haber cometido errores, pero en NINGÚN CASO podemos hablar de una actuación tendenciosa, al menos si pretendemos hacer un análisis serio.

Defensor Sporting tiene el gran mérito de pelear siempre los campeonatos sorteando desventajas innegables, de todo tipo y color. Los árbitros detestan escucharlo, pero yo sigo creyendo que, si bien se ha mejorado, ellos siguen tendiendo a beneficiar a los grandes. No creo en la mala intención -salvo en casos aislados-, pero sí creo en el instinto de supervivencia, inconsciente e incontrolable. En otras palabras, perjudicar a Nacional o a Peñarol en un partido clave puede ser lapidario para una carrera referil y eso, a mi juicio, sigue pesando.

Sigue existiendo la presión del hincha -no es lo mismo que griten ¡penal! 10 mil personas, que 200-, sigue existiendo la presión política -no es lo mismo pelearse con Nacional que pelearse con Juventud-, y existe la presión medática -una jugada en contra de Peñarol la pasan 123 veces por la tele y una jugada en contra de Rentistas la pasan 2-. 
Rebelarse contra todo eso es más una obligación que un derecho, siempre que sea en el momento adecuado y con los mecanismos justos.

Defensor Sporting debió evitar la designación de Vázquez. Sencillamente porque no es sano que el mismo juez dirija tres de los últimos cuatro partidos entre los mismo rivales, menos aún cuando uno de lo dos equipos no está conforme con sus desempeños. Los violetas debieron hacerse firmes en ese punto, hubieran tenido toda la razón y terminado con todas las suspicacias posibles. No lo hicieron.

Ahora... calificar como robo y despojo el arbitraje del domingo es irse de pista y caer en el desenfoque y la irracionalidad. Es caer en el victimismo y perder la credibilidad. ¿Quién le vas a creer cuando haya un despojo en serio? En definitiva, es ayudar a perpetuar las asimetrías y las injusticias que sí se producen y que, lamentablemente, son moneda corriente en nuestro fútbol.