Dos Mundiales concitaron recientemente la atención de todos los amantes del deporte. El de Natación en Barcelona y el de Atletismo en Moscú. Uruguay partió con un puñado de representantes para enfrentarse a los mejores del mundo con los recursos de siempre: el amor propio de cada uno de ellos y la vocación por practicar un deporte de alto rendimiento con las escasísimas “armas” que nuestro país otorga, lo que los obliga a mezclar tiempos de entrenamiento con estudios y trabajos.

Martín y Gabriel Melconián, Inés Remersaro y Enzo Martínez dijeron presente en la cita española, mientras que Andrés Silva hizo lo propio en Rusia. Luego de las competencias, todos los deportistas fueron contestes en que las diferencias con el resto del planeta, y sin ir más lejos a nivel continental, se han acrecentado y lo van a seguir haciendo. Así fue como Gabriel Melconián lo explicó durante el Mundial de natación, “Yo estoy nadando con tanga, todos los demás con malla de las buenas, pero bueno...es lo que hay. Hacemos las cosas como todo uruguayo, con esfuerzo”. En tanto su hermano Martín no dudo en decir, “creo que la gente sabe que nos falta mucho. La verdad, tendría que haber un cambio grande y de a poco, no pretendo que mañana se sea profesional y se viva de esto. Hay que mejorar, hay poco apoyo y nos falta mucho. Países grandes que estaban peor que nosotros como Colombia, Bolivia o Chile, hoy en día nos están ganando y están progresando. Nosotros nos quedamos en el mismo lugar". Inés Remersaro, olímpica en Londres, también dio su opinión sobre el entorno y coincidió con sus compañeros de selección: “el nivel es buenísimo, ya en Sudamérica tenés a Brasil, Colombia, Venezuela y nosotros estamos muy abajo. Se viene a hacer personalmente lo que se puede, representar a nuestro país”.

El atleta Andrés Silva (olímpico en Atenas, Beijing y Londres) luego de su participación en Moscú explicó también a los medios internacionales su visión del deporte uruguayo y afirmó, “hacen falta patrocinadores, dinero específico de las autoridades, de empresas privadas. Hay que aportar al atletismo, no sólo es dar plata para que se siga corriendo, sino trabajar el alto rendimiento”. Además fue claro de la necesidad de que exista un Centro de Alto Rendimiento en nuestro país, “somos el único país de Sudamérica sin un CAR. No quiere decir que teniéndolo tengamos los mejores atletas, pero la base parte de ahí, implica la formación de adolescentes y menores que de aquí a cinco, ocho o diez años pueden dar un puntapié”.

La reflexión que rápidamente surge de las palabras de los deportistas es que un cambio es necesario, que no están bien “arropados” y los medios para entrenar y dedicarse al deporte son exiguos y en algunos casos inexistentes. De escucharlos, algo que quizás no se hace con la frecuencia debida, se puede concluir que hay mucho por hacer y que el tiempo es ahora, que ya no se puede seguir esperando para solucionar temas de base que nos alejan del mundo del alto rendimiento. Es que “Wynants” hay muy pocos y si no cuidamos los pocos talentos que tenemos y les brindamos la chance de crecer, cada vez vamos a estar más lejos y los objetivos parecerán “quimeras”. Todo eso por no apostar a uno de los valores más nobles que tiene un país: sus deportistas.