El día después de mañana
“Después, ¡que importa del después!” dice Goyeneche cuando canta Naranjo en Flor. Para las autoridades del fútbol uruguayo, ¿importa el después?
Nuevamente debemos deshacernos en elogios para el “Maestro” Tabárez y el equipo que lo rodea. Al trabajo serio lo vuelven a acompañar los resultados, el trabajo nunca se dejó de hacer, pero en este país la mayoría son fundamentalistas de esa máxima del fútbol que dice que justamente el fútbol son resultados.
El mismo tango dice “primero hay que saber sufrir, después amar, después partir”. El grupo que conforma la selección ya sufrió, y vaya si lo hizo. Luego fue amado, como nunca una selección, y en algún momento tocará partir. La biología (como diría Vázquez) en algún momento hará el trabajo que algunos quisieron y fracasaron, alejará a la cabeza de todo este proceso, en algún momento le tocará partir al “Maestro”. ¿Y después qué?
Hace un par de años le pregunté a Matias Faral, encargado de prensa de la selección, si era posible un “Proyecto Tabárez” sin el “Maestro”. La respuesta fue una gran incertidumbre, no se sabía que podía pasar. Este año tuve la posibilidad de hablar con el “Manteca” Nicola, entrenador de goleros de la selección sub 17, y la imagen era la misma: “Todos estamos acá por los buenos resultados”.
¿Y si en el día de mañana los resultados no se dan? ¿Qué harán las autoridades con el trabajo acumulado? La famosa frase “proceso de selecciones” no es ni más ni menos que un trabajo coordinado, multidisciplinario y continuado en el tiempo por parte de todos los cuerpos técnicos de todas las formativas.
Y hablamos también de trabajo "invisible”, de que la mayoría de los gurises de las juveniles están estudiando y que tienen una línea de conducta. Al respecto de esto, Tabárez es casi que omnipresente en el complejo Uruguay Celeste, acompaña cada vez que está en el país, conoce de primera mano todos los jugadores que están envueltos en las selecciones juveniles, tanto que comparte vestuario, conversa a la par, está cerca, se puede ver.
Encargado de prensa, empresa de software para el análisis de los rivales, un complejo de entrenamiento y concentración de primera línea, psicólogos deportivos, son muchas de las cosas que ha introducido este cuerpo técnico.
En economía se dice que en los tiempos de bonanza está el germen de la futura crisis, los hinchas deben festejar. Es tiempo de disfrutar del momento celeste, pero las autoridades deben poder ver más allá. Y capaz que por el lado del deporte podemos lograr algo que este país jamás logró: proyectos que duren en el tiempo más allá de los nombres.
El mismo tango dice “primero hay que saber sufrir, después amar, después partir”. El grupo que conforma la selección ya sufrió, y vaya si lo hizo. Luego fue amado, como nunca una selección, y en algún momento tocará partir. La biología (como diría Vázquez) en algún momento hará el trabajo que algunos quisieron y fracasaron, alejará a la cabeza de todo este proceso, en algún momento le tocará partir al “Maestro”. ¿Y después qué?
Hace un par de años le pregunté a Matias Faral, encargado de prensa de la selección, si era posible un “Proyecto Tabárez” sin el “Maestro”. La respuesta fue una gran incertidumbre, no se sabía que podía pasar. Este año tuve la posibilidad de hablar con el “Manteca” Nicola, entrenador de goleros de la selección sub 17, y la imagen era la misma: “Todos estamos acá por los buenos resultados”.
¿Y si en el día de mañana los resultados no se dan? ¿Qué harán las autoridades con el trabajo acumulado? La famosa frase “proceso de selecciones” no es ni más ni menos que un trabajo coordinado, multidisciplinario y continuado en el tiempo por parte de todos los cuerpos técnicos de todas las formativas.
Y hablamos también de trabajo "invisible”, de que la mayoría de los gurises de las juveniles están estudiando y que tienen una línea de conducta. Al respecto de esto, Tabárez es casi que omnipresente en el complejo Uruguay Celeste, acompaña cada vez que está en el país, conoce de primera mano todos los jugadores que están envueltos en las selecciones juveniles, tanto que comparte vestuario, conversa a la par, está cerca, se puede ver.
Encargado de prensa, empresa de software para el análisis de los rivales, un complejo de entrenamiento y concentración de primera línea, psicólogos deportivos, son muchas de las cosas que ha introducido este cuerpo técnico.
En economía se dice que en los tiempos de bonanza está el germen de la futura crisis, los hinchas deben festejar. Es tiempo de disfrutar del momento celeste, pero las autoridades deben poder ver más allá. Y capaz que por el lado del deporte podemos lograr algo que este país jamás logró: proyectos que duren en el tiempo más allá de los nombres.
