Gracias por la coherencia
En el acierto o en el error, la importancia de mantener las convicciones.
Las recientes citaciones de Emiliano Velázquez y Gastón Silva me reafirmaron un concepto que tengo sobre el “Maestro” Tabárez -y que todos deberían tener, porque no es nada del otro mundo-. Es la coherencia, la consecuencia con una línea de pensamiento.
Personalmente creo que hay zagueros en mayor nivel que Velázquez y Silva para jugar en la selección mayor. Desde un Miguel Britos (que igual para esta urgencia no podía ser citado), hasta jugadores que juegan acá como Guillermo De Los Santos o Ramón Arias que, por cierto, también fueron parte del proceso de selecciones juveniles, aunque con menor éxito.
No creo que el “Maestro” crea que Velázquez y Silva sean mucho mejores zagueros que De Los Santos y Arias. Pero sí tiene otras convicciones que hace que prefiera a los dos más jóvenes.
Es que estos dos jóvenes son, quizás, las representaciones más fieles del proceso Tabárez: sub 15, sub 17 y sub 20. La escalera perfecta y, como yapa, con dos finales del mundo a cuestas.
El “Maestro” se queda con eso. Se puede compartir o no, pero es sumamente respetable. Porque además ha defendido esa postura desde que asumió y, aún en las situaciones menos gratas, la ha mantenido.
Entonces, aunque si a mí me hubieran preguntado a quién citar, mi opción habría sido distinta a la de Tabárez, celebro su coherencia. Ese es uno de los motivos por el que estamos donde estamos.
Personalmente creo que hay zagueros en mayor nivel que Velázquez y Silva para jugar en la selección mayor. Desde un Miguel Britos (que igual para esta urgencia no podía ser citado), hasta jugadores que juegan acá como Guillermo De Los Santos o Ramón Arias que, por cierto, también fueron parte del proceso de selecciones juveniles, aunque con menor éxito.
No creo que el “Maestro” crea que Velázquez y Silva sean mucho mejores zagueros que De Los Santos y Arias. Pero sí tiene otras convicciones que hace que prefiera a los dos más jóvenes.
Es que estos dos jóvenes son, quizás, las representaciones más fieles del proceso Tabárez: sub 15, sub 17 y sub 20. La escalera perfecta y, como yapa, con dos finales del mundo a cuestas.
El “Maestro” se queda con eso. Se puede compartir o no, pero es sumamente respetable. Porque además ha defendido esa postura desde que asumió y, aún en las situaciones menos gratas, la ha mantenido.
Entonces, aunque si a mí me hubieran preguntado a quién citar, mi opción habría sido distinta a la de Tabárez, celebro su coherencia. Ese es uno de los motivos por el que estamos donde estamos.