Partido duro

No fue Racing el rival más fácil de todos. Es un equipo que defiende bien y tiene delanteros rápidos y efectivos. Muestra de esto son los números, los de Sayago solo habían perdido (hasta el sábado) contra Peñarol y Nacional y solo estos dos equipos le marcaron goles. Además al único equipo que Racing no le había convertido goles era a Nacional.

A todo esto debemos sumar que jugamos de visita en el Roberto, una cancha que siempre es difícil. Es por eso quizás que el partido no fue vistoso, pocas veces Liverpool dio más de dos pases seguidos y la misión se centró en recuperar el balón más que en atacar.

No es de extrañar que dos de los tres goles llagaran por envíos aéreos, y el otro por una pelota quieta. La defensa racinguista es muy sólida. Una línea para Guillermo y su defensa: dos partidos con valla invicta.

Táctico

Por todo lo que venimos diciendo, era importante ganar en el plano táctico, ya que (agregamos) nuestros futbolistas son mejores en el mano a mano que los del rival. Y en lo táctico comenzó mejor Racing; se hizo de la mitad de la cancha y del control de la pelota. Pero poco a poco, con pelotas quietas y ganando siempre por arriba, Liverpool llevó el peligro al arco de Contreras.

En este sentido debemos destacar el gran despliegue de los dos mejores jugadores que tuvimos. Andrés Lamas que bancó todo por arriba y Gonzalo Freitas que logró contener los pelotazos en nuestro favor.

Un gran acierto del “Lolo” fue darle ingreso a Tamareo. Con él la mitad de la cancha fue controlada por Liverpool. Lucas jugó presionando la salida de Racing y obligando a tirar pelotazos, pelotazos que morían en la cabeza de Lamas o en las manos de Guillermo.

Fútbol

Poco del lindo, pero el fútbol no son solo pases de lujo y jugadas vistosas, también es lo que no se ve, el despliegue de los jugadores sin pelota, el orden dentro de la cancha y el aprovechamiento de espacios. En este sentido Liverpool cumplió bien el libreto y jugó un buen partido de fútbol.

Se hizo un poco más lindo después del gol del “Papa”. El propio autor levantó su rendimiento, se lo notó más tranquilo consigo mismo y pudo elaborar mejor el juego. Por esto debemos aprender a no presionarlo, cuando juega tenso se encapricha, las cosas no le salen y juega malhumorado, pero cuando está sin presiones nos empapa de talento.

Corazón

Un último párrafo merece la entrega que tuvieron todos. A Rodrigo le pegaron en todos los centímetros del cuerpo y siguió yendo a todas. Los laterales corrieron un montón y ninguno escatimó esfuerzos para quedarse con las divididas.

Claro que esto tuvo como consecuencia que Lamas y Freitas terminaran sentidos. Bien vale este lapso de 15 días para que se recuperen y para estirar un poco esta alegría que entre preguntas jocosas se sentía en la tribuna: “¿hacía cuánto que no gritábamos tres goles?”

Las alas están desplegadas, ahora a levantar vuelo.