Ni con regalo
Wanderers se encontró ante el peor Peñarol de los últimos años, pero como de costumbre, volvió a fracasar.
Mientras Arias destaca la propuesta y el juego del equipo, volvemos a estar en mitad de tabla hacia abajo, seguimos sin ganar los partidos importantes, y los hinchas ya imaginamos otra temporada más sumida en la mediocridad. Somos un cuadro inocente, liviano, sin pegada.
En este caso se nos presentó una oportunidad como pocas. Lerda nos obsequió un gol y casi lo hace por partida doble. Peñarol se caía a pedazos, la actitud de sus jugadores mostraba a las claras que querían un cambio de conductor, mientras este (con lágrimas en sus ojos) agonizaba al costado de la cancha.
Frente a este panorama tan favorable solo pudimos empatar, y ahora el proceso de Arias muestra que de 7 encuentros ante los grandes obtuvimos dos empates y cinco derrotas, sacando 2 puntos de 21. Un desastre, que solo nuestros dirigentes no ven.
Yendo al partido, el primer tiempo fue aburrido y de trámite parejo. Gastón Rodríguez siempre le ganó a Raguso, pero siempre definió mal. Como viene aconteciendo Guzmán Pereira fue la gran figura, y en esa primera etapa le hicieron un penal no cobrado y estrelló un cabezazo en el palo. También hay que decir que hubo un gol mal anulado a Peñarol.
En el arranque del segundo tiempo Lerda se hace un gol increíble y nos encontramos con el 1 - 0. El remate de Guzmán fue débil y al medio, pero terminó adentro. De ahí en adelante aumentó el desconcierto en el rival y contamos con todas las facilidades para liquidarlo.
Riolfo, a quien mataron a patadas, no manejó bien un solo contragolpe de los varios que tuvo en sus pies. Pastorini faltó a la cita. Blanco ingresó y tuvo una chance muy clara, gran definición abajo y esta vez muy bien Lerda.
A falta de 15 minutos la historia que se vuelve a repetir, llegada aislada de Peñarol y Zalayeta pone el 1 - 1 final. Nueva desilusión.
El año pasado dependíamos de Maxi Rodríguez. Ahora sucede algo similar con Guzmán Pereira. Marca, quita, cambia de frente, da pases gol y también los hace. Es un fenómeno y me alegro mucho por él, pero no podemos depender siempre de un jugador, hay que apuntar a otra cosa.
Personalmente estoy cansado de tocar para los costados y no ganarle a nadie. Quiero un cambio.
Los próximos partidos son frente a Nacional, River y Danubio, los tres conjuntos que van a definir este torneo. Espero que podamos mostrar otra imagen en este tipo de encuentros. De no ser así nuestros directivos deben tomar decisiones, para eso están.
En este caso se nos presentó una oportunidad como pocas. Lerda nos obsequió un gol y casi lo hace por partida doble. Peñarol se caía a pedazos, la actitud de sus jugadores mostraba a las claras que querían un cambio de conductor, mientras este (con lágrimas en sus ojos) agonizaba al costado de la cancha.
Frente a este panorama tan favorable solo pudimos empatar, y ahora el proceso de Arias muestra que de 7 encuentros ante los grandes obtuvimos dos empates y cinco derrotas, sacando 2 puntos de 21. Un desastre, que solo nuestros dirigentes no ven.
Yendo al partido, el primer tiempo fue aburrido y de trámite parejo. Gastón Rodríguez siempre le ganó a Raguso, pero siempre definió mal. Como viene aconteciendo Guzmán Pereira fue la gran figura, y en esa primera etapa le hicieron un penal no cobrado y estrelló un cabezazo en el palo. También hay que decir que hubo un gol mal anulado a Peñarol.
En el arranque del segundo tiempo Lerda se hace un gol increíble y nos encontramos con el 1 - 0. El remate de Guzmán fue débil y al medio, pero terminó adentro. De ahí en adelante aumentó el desconcierto en el rival y contamos con todas las facilidades para liquidarlo.
Riolfo, a quien mataron a patadas, no manejó bien un solo contragolpe de los varios que tuvo en sus pies. Pastorini faltó a la cita. Blanco ingresó y tuvo una chance muy clara, gran definición abajo y esta vez muy bien Lerda.
A falta de 15 minutos la historia que se vuelve a repetir, llegada aislada de Peñarol y Zalayeta pone el 1 - 1 final. Nueva desilusión.
El año pasado dependíamos de Maxi Rodríguez. Ahora sucede algo similar con Guzmán Pereira. Marca, quita, cambia de frente, da pases gol y también los hace. Es un fenómeno y me alegro mucho por él, pero no podemos depender siempre de un jugador, hay que apuntar a otra cosa.
Personalmente estoy cansado de tocar para los costados y no ganarle a nadie. Quiero un cambio.
Los próximos partidos son frente a Nacional, River y Danubio, los tres conjuntos que van a definir este torneo. Espero que podamos mostrar otra imagen en este tipo de encuentros. De no ser así nuestros directivos deben tomar decisiones, para eso están.