Qué tendrá el petiso
La victoria, Romario, el "Pelle" y el Denis...
Foto: Gabriel González / clubatleticocerro.com
Soy de pasar muchos nervios antes del partido pero este era especial.
Los nervios empezaron inmediatamente al salir del Cerro. Para aflojar, puse unas plenas y me fui todo el viaje a San José con el Denis a full. Hacer una previa en la típica plaza del interior, tomando mate y comiendo algo, empeoró mi ansiedad.
La pregunta es: ¿por qué tanto nervio? Y está claro: si perdíamos el sábado ya podíamos ir saboreando el partido con el clásico rival el año que viene.
Sumado a todo esto estaba el qué íbamos a hacer como hinchada cuando salieran los equipos a la cancha, en especial cuando saliera el capitán, el “Pelle”. Y la verdad quedé sin palabras. Todos nos paramos a aplaudirlo, aplauso que creo era una mezcla entre agradecimiento por todo y perdón por tan poco.
Fue un partido que me hizo pasar por la felicidad, por el odio y por la felicidad de nuevo, por suerte.
Los goles de la IASA fueron prácticamente nuestros. El primero fue en contra, aunque quieran dárselo al peludo. El segundo fue un clásico blooper. Casi me muero cuando vi el gol de mierda que nos estaban haciendo.
Después de ese gol creo que a los jugadores les cayó la ficha de que no cabía la posibilidad de perder. Y ahí se encendieron todos, en especial el petiso Romario y Abisab, que las peleó todas.
Recuperamos la confianza que necesitábamos para ganar. Tenemos al goleador del campeonato. Chances de pelear algo que no sea solo no bajar hay.
Es soñar sí, pero soy de Cerro y no me queda otra.
Los nervios empezaron inmediatamente al salir del Cerro. Para aflojar, puse unas plenas y me fui todo el viaje a San José con el Denis a full. Hacer una previa en la típica plaza del interior, tomando mate y comiendo algo, empeoró mi ansiedad.
La pregunta es: ¿por qué tanto nervio? Y está claro: si perdíamos el sábado ya podíamos ir saboreando el partido con el clásico rival el año que viene.
Sumado a todo esto estaba el qué íbamos a hacer como hinchada cuando salieran los equipos a la cancha, en especial cuando saliera el capitán, el “Pelle”. Y la verdad quedé sin palabras. Todos nos paramos a aplaudirlo, aplauso que creo era una mezcla entre agradecimiento por todo y perdón por tan poco.
Fue un partido que me hizo pasar por la felicidad, por el odio y por la felicidad de nuevo, por suerte.
Los goles de la IASA fueron prácticamente nuestros. El primero fue en contra, aunque quieran dárselo al peludo. El segundo fue un clásico blooper. Casi me muero cuando vi el gol de mierda que nos estaban haciendo.
Después de ese gol creo que a los jugadores les cayó la ficha de que no cabía la posibilidad de perder. Y ahí se encendieron todos, en especial el petiso Romario y Abisab, que las peleó todas.
Recuperamos la confianza que necesitábamos para ganar. Tenemos al goleador del campeonato. Chances de pelear algo que no sea solo no bajar hay.
Es soñar sí, pero soy de Cerro y no me queda otra.