Quiere, si quiere más
Se jugó el clásico y el triunfo es del campeón.
Martes a las nueve de la noche, se veía subir caminando por la calle Minas una masa de gente, todos juntos, unidos por los colores, unidos por esta pasión que nos hace uno. Después de cinco años volvimos a enfrentar a un cuadro vecino, cuadro que recién volvió a Primera y el único clásico del básquetbol de nuestro país; y la brava muchachada que va dispuesta a triunfar.
Si quieren ver fiesta, vengan a la Aguada. Fuimos, somos y seremos grandes, más grandes. Por fin se jugó el clásico, y soñaban con ganarlo, pero el triunfo es del campeón. Ay, ay, ay, qué risa me dan.
Un partido que se ganó en la cancha con una notable actuación de Trelles, de Pablo Morales, del “Mono” Bavosi y como ya es de esperar, una conducción de Leandro que hace de este equipo lo que es. Dimos un extranjero de ventaja, y Dilligard recién llegado al país (tras un viaje forzado por temas personales), pero seguimos siendo más, como la historia lo ha marcado. Tenemos equipo para rato, somos los campeones, estamos disputando finales de la Liga Sudamericana, no es asombro ganar un partido de estos, con cuadros como este.
Pero no solo se ganó en la cancha, se demostró la grandeza de esta hinchada que no para de alentar. Con o sin banderas, con o sin bombos, a grito de "dale campeón" no hay duda, somos la hinchada más grande que hay, y no hay otra igual.
Si quieren ver fiesta, vengan a la Aguada. Fuimos, somos y seremos grandes, más grandes. Por fin se jugó el clásico, y soñaban con ganarlo, pero el triunfo es del campeón. Ay, ay, ay, qué risa me dan.
Un partido que se ganó en la cancha con una notable actuación de Trelles, de Pablo Morales, del “Mono” Bavosi y como ya es de esperar, una conducción de Leandro que hace de este equipo lo que es. Dimos un extranjero de ventaja, y Dilligard recién llegado al país (tras un viaje forzado por temas personales), pero seguimos siendo más, como la historia lo ha marcado. Tenemos equipo para rato, somos los campeones, estamos disputando finales de la Liga Sudamericana, no es asombro ganar un partido de estos, con cuadros como este.
Pero no solo se ganó en la cancha, se demostró la grandeza de esta hinchada que no para de alentar. Con o sin banderas, con o sin bombos, a grito de "dale campeón" no hay duda, somos la hinchada más grande que hay, y no hay otra igual.