Dale campeón

Tantos sentimientos se me generaron que no me aguanté y solté las lágrimas. Nunca me pasó algo igual.

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Foto: danubio.org.uy
Ya hemos ganado otros campeonatos y perdido muchos más, pero este sin duda que es diferente.

Cada vez que alguien durante la semana me preguntaba si iba a ir a San José, yo respondía que obvio que sí, que vamos a salir campeones. Perfectamente entendía la cara que me ponían, sabía que lo que estaba diciendo era casi imposible.

Era consciente que iba más a despedir al plantel que a otra cosa. Pero si hay algo que tenemos los hinchas de fútbol es esa cosa loca que creemos que siempre se puede.

Y siempre se puede cuando te lo proponés. Eso hicimos este año. Hoy, mientras todos hablan de Danubio campeón, yo no me olvido de lo que pasamos.

No me olvido que arrancamos el campeonato hablando de descenso. Del campeonato de 9 puntos que nos condenó a eso y por el cual muchos de los pibes tuvieron que dar la cara.

Tampoco me olvido del golpe que tuvimos los hinchas de Danubio cuando vimos como nuestro último ídolo nos decía que no para decirle que sí a otro.

Si a ese convencimiento de superarse le sumamos un plantel con huevos, todo se puede dar. Juveniles que ya son hombres, como el caso de Salvador, el Indio Velázquez y el Tito Formiliano.

Hinchas que son jugadores y que decidieron volver, como Jadson, el Cotorra y el Bola Lima. Porque fuimos a buscar al mejor 5 del medio, como Porras. Apostamos a la continuidad de Leal, y no falló.

Necesitábamos goles y los trajimos de afuera con el Jona y el gordo Quiñones. Y por último, juveniles que se consolidan como el Nachito Gonzalez, Soria, Sequeira y muchos más que ahora me estoy olvidando.

Este campeonato también es de Fabián que por suerte ya vuelve y de Mauro, que se bancó ser suplente sin chistar. Por último quiero reconocer a un tipo que este campeonato me tapó la boca. Partido tras partido rozó la excelencia y para mí se transformó en el mejor jugador de Danubio, como lo fue Camilo Mayada. ¡Mucho, Camilo, mucho!

Todos lo trataron de loco cuando dijo que estábamos para campeón, pero yo le creí. Le creí porque partido a partido estaba viendo lo mismo que él. Me fui convenciendo de que se podía, que teníamos con qué.

¡Gracias Leo! El domingo, al igual que vos, me acordé de todos esos que en el partido con Rentistas te dijeron de todo, a vos y a los jugadores. Allá ellos.

Hoy somos campeones. No sé si lo merecíamos, tampoco sé si fue justo. Solo sé que somos nosotros los campeones, y no otros. Este es un premio para todos los que creímos. Los que ayer fuimos a San José con la esperanza de un milagro, y para aquellos que no fueron, pero que igualmente sabían que se podía.

A festejar gente, “…que esta noche me emborracho si el Danu sale campeón…”. A emborracharnos, que mientras nos tildaban de cuadro cagón, otros se recibieron con honores. ¡Salú!