Se viene lo más lindo, y Malvín está preparado. Arranca la Super Liga y de entrada un partidazo contra Hebraica y Macabi. Todo el fixture es lindo, cada partido atractivo y queremos la copa.

El clasificatorio lo terminamos de la mejor manera con un gran juego frente a Goes y sí, lo digo una vez más, estando el equipo completo la cosa cambia.

Quiero mencionar el partido de la semana pasada visitando a Atenas. Qué manera de sufrir después de ir ganando por 20 ¿hay necesidad? Empezamos con todo, Chaney encendido y anulando completamente a Villegas, Calfani jugando un partidazo y muy bien Kanté imponiendo su físico debajo del aro aunque con malos puntos desde la línea de libres.

Fue un arranque casi perfecto, sacando 20 puntos de ventaja y jugando bien. ¿Qué pasó después? Eso nos preguntamos todos. Llegó el tercer cuarto y se vino todo abajo, el rival levantó pero Malvín se derrumbó. Nos pusieron un parcial de 23 - 8 y lograron pasarnos. Pensé que seguían de largo. Por suerte Malvín tiene jerarquía y en esa palabra se resume un nombre: Mazzarino. Y un “Dios enano” que jugó sólo 11 minutos, pero puso lo que había que poner (terminó con 9 puntos). Aplausos para la hinchada playera que llenó el sector “visitante” y soportó un calor casi sofocante. Por momentos jugando bien y cómodos, por momentos apretados, pero se ganó.

Para cerrar la primera fase, volvimos a jugar en casa, esta vez ante Goes. Desde el arranque el buen trabajo defensivo y colectivo de Malvín lo encaminaron hacia una victoria contundente. Lindo es ver cuando todos juegan bien, y cuando los extranjeros rinden. Qué lindo es sentir eso… ¿cerraremos con ellos? Kanté fue el goleador con 17 puntos y en defensa es un león. Fitipaldo y Calfani también se lucieron, y de este último hay que remarcar la tremenda actitud siempre. La sensación es linda, pensando en lo que se viene.

Ahora empieza otra etapa, me tranquiliza saber que está el plantel completo y estos son los extranjeros que quiero. Casi sin respiro se viene lo mejor. Todos a la cancha de Cordón y a seguir acompañando. ¡Malvín y nada más!