Un estorbo
Montevideo es un equipo "de Reclasificatorio", etapa en la cual molesta a todos sus rivales. Va invicto con cuatro de cuatro.
Pasamos de una semana sin jugar y con múltiples actividades sociales a una semana con dos partidos y cuál de ellos más decisivos. Lo primero que puedo concluir es que la persona que elabora el fixture de la Liga, está pasando por un mal momento personal y se descarga con nosotros o bien es bipolar y pasa de un extremo a otro.
Como siempre sucede en estas columnas y luego de un párrafo de relleno, hablemos de básquetbol. Lunes por la noche, en el Mercadison recibimos al conjunto de Unión Atlética. Rival pesado, directo, y que se hace sentir. Un hincha de Montevideo aseguro: “Tienen las palmas más fuertes de toda la LUB”. Un comentario… fuerte, con mucho argumento y solidez, para alguien que probablemente estaba ebrio.
Rápidamente vayamos a la mitad del primer cuarto (que es donde comencé a tomar apuntes, antes estaba en la cantina degustando especialidades), Montevideo perdiendo 18 - 11 y con nuestro extranjero Williams con dos faltas. Para el final del primer chico corríamos de atrás: 30 - 16 abajo.
Para el comienzo del segundo cuarto, y con una sonrisa de oreja a oreja -ya que nos dimos cuenta como hinchas y espectadores que uno de los jueces era muy parecido a Mr. Bean-, Montevideo comenzó su reacción de la mano de Tony Danridge y "Pepusa" Pérez. Se consiguió un parcial de 27 - 13 para empatar el juego.
Por otro lado, destacar el buen juego individual y colectivo que tuvimos. Si esto fuera un partido de pre minis o minis diría: “Bien todos, bien todos”. Desde aquellos que participaron pocos minutos hasta los destacados del partido: El Siempre Tony (26 puntos, 37 valoración, 10km recorridos), El Gordo Williams (16 puntos, 14 de valoración, dos choris en la cantina), Renzo Lazzaroni (de sus mejores partidos con 12 puntos y 4 asistencias), Pepusa Pérez (21 puntos) sumados a las grandes labores de Lea Taboada, Adrian Bertolini y Andrés San Miguel. Bien todos.
Para el tercer cuarto, continuaba el gran juego de la roja del mercado, logrando para el final del mismo, una renta de 7 puntos: 71 - 64. ¿Para destacar en este cuarto? Un intento de alley oop, tras pase de Williams a Danridge. Tony nunca llegó a hundirla ya que el pase fue muy arriba. Sin embargo, esta bestia alcanzo a tocar la pelota para el asombro de muchos en la cancha, estamos hablando de tres metros y medio más o menos sobre el nivel del mar. Una bestia.
Por suerte y a diferencia de muchos partidos, en esta oportunidad tuvimos la concentración necesaria para cerrar el cuarto y el partido. Del último cuarto, voy a destacar a Brian Williams, quien demostró que más allá de venir de otro país, de otra cultura, de otro idioma, es un gran jugador de básquet y que seguro dentro de un espacio en sus brazos, este señor se tatuó el reglamento entero del básquetbol FIBA (200 carillas, dos anexos y un separador de páginas), y barrió una pelota del aro, luego de un tiro libre rival y ante la protesta del equipo visitante. Algo raro, poco habitual, pero Williams nos demostró que tiene estudios. Final del Juego: 100 - 86.
Jueves en la noche, el bipolar de la FUBB decretó que volviéramos a ser locales en el Mercadison frente a Tabaré y ganamos en cifras de 79 - 72. Danridge 25 puntos, 6 rebotes y 4 millas de Devoto acumuladas; Pepusa Pérez 18 puntos y 17 en valoración, Williams 22 puntos de valoración canjeables por 2 Abis y 25 minutos para llamar a un Ancel; y San Miguel con 13 puntos, cierra la lista de goleadores.
Hablando en términos generales del partido, si bien nos costó encontrarnos con nuestro juego y con el tiro exterior al comienzo del partido, pudimos acomodarnos al trámite del mismo y una gran defensa planteada a partir del segundo tiempo, trajo como consecuencia la tan ansiada victoria.
Lamentablemente no todo es color de rosa. Resulta una vergüenza que en un juego de básquetbol laico y vedado de política y otros menesteres, la hinchada rival gritará a cada instante y de principio a fin: “Tabaré, Tabaré, Tabaré”. En aparente alusión a un futuro candidato presidencial. La naranja se vio manchada el día jueves.
El punto medio
Pasemos a otro punto y ya para ir cerrando, estamos invictos en esta segunda parte (4/4), lo que sumado a lo hecho la temporada pasada en esta misma instancia, nos demuestra que somos claramente un equipo de Reclasificatorio. No servimos para comenzar (Clasificatorio), ni para definir (Playoffs); somos el término medio de las cosas, y somos ese equipo que jode a mitad de camino a los demás.
Para ejemplificar, somos ese borreguito que se te para en la puerta del supermercado con su muñequito de Judas y te pide una moneda. No te quiero dar monedas, no te quiero ver, quiero entrar al super y comprar, nada más. Somos esa persona que está parada en la calle totalmente inmóvil y cuando alguien viene embalado caminando y pasa por el costado, se mueve y estorba. Y si quieren agregar más ejemplos, háganlo tranquilamente. Porque eso somos y estamos orgullosos.
Nota: Esta fue la columna previa a la Navidad del Montevideo Basquetbol Club, sin ningún tipo de mensaje navideño de paz ni felicidad ni nada.