“Desconsuelo, tormento y desolación”
¿No será mucho para definir lo que fueron noventa minutos de fútbol? Créame que no.
Foto: Marcelo Santa Cruz.
Lo que vi no me gustó nada y esas fueron las sensaciones de un partido (y quizás de un campeonato) donde no encuentro explicaciones.
Cuando se tiene enfrente a un rival directo no hay otra que ganarle, jugando de local y ante Cerro Largo, no lo hicimos y nos hundimos cada vez más.
Estos partidos donde los puntos duelen, hay que jugarlos de una sola forma, con actitud, cero juego bonito, así como lo hicieron ellos, se cerraron y cuando pudieron salieron.
Todos hacen la suya, nosotros caemos en nuestros propios errores porque de un pase largo, el jugador Borges remata con una definición no muy ortodoxa que digamos la pelota rebota en De Barros se eleva y pasa por encima de Góngora, 1-0 y pelota al medio.
Iban menos de diez minutos, contra Cerro nos sucedió lo mismo, con la única diferencia que ellos nos hicieron dos. Después de ahí, tuvimos la pelota, siempre por derecha porque el lado izquierdo no lo usamos nunca en ese primer tiempo, pero no sabíamos qué hacer.
Nos faltó Franco, se notó, porque era el hombre de área que salía a pivotear y ganaba mucho por arriba. Jugamos con Marco Antonio, que jugó en la posición que ocupaba Franco pero seguramente con otras intenciones, la verdad ni una ni la otra se vio claramente.
Con un Otreras muy perdido y peleado con el balón -no hizo nada en los minutos que jugó- que comete un penal tono, si con todas las letras “TONTO” al comienzo del segundo tiempo que hace que ellos nos saquen dos de diferencia.
Como se jugó en el primer tiempo era irremontable, y así lo fue, porque seguíamos teniendo el balón, pero no creábamos nada, cero creación, para peor en una muy buena contra cierran el partido.
Descontamos por intermedio de Charquero y luego tuvo Marco Antonio la suya que tapó muy bien el golero visitante.
No se vio un cambio de actitud luego del gol, no hubo ideas claras. Esto es sencillo, un equipo te hace un gol y es muy difícil luego marcar, porque se cierran, hacen su juego, encima nosotros tirábamos pelotazos como si por cada tres nos dieran un premio, más lo favorecíamos.
Desde el principio no noté un plan estratégico claro, a qué se iba a jugar, el cómo enfrentar al rival, siempre por las puntas pero moríamos ahí. No rescato un solo jugador que digas que fue el más derechito, solo los pocos minutos de Flores que entró y contagió un poco, pero entró en una posición que no es la suya, yendo a todas por arriba. Esto es claro, remarco lo bueno -cuando así lo debo hacer- y lo malo, este partido fue malo, muy malo y nada fue aceptable.
Seguimos en la lucha por puntos en el descenso y debemos enfrentar la próxima a Miramar, otro rival directo, duro y en su cancha, que cambió para bien con el nuevo DT.
Para cerrar no conseguimos los tres puntos hace siete partidos, amagamos a robarle puntos a River, pero perdimos por errores también del juez, contra Liverpool merecimos más nos empatan cerca del final y casi nos ganan, contra Cerro caíamos 2-0 y pudimos empatarlo, con Peñarol un partido que fue un bodrio empatamos, y contra Cerro Largo marchamos bien, esa es la síntesis del nuevo DT, amagamos a ganar pero no lo hacemos, no creo que sea su culpa, porque lo que se vio en este último partido es que no tenían ganas de jugar.
Parece una “crónica de una muerte anunciada” pero no lo es porque aún falta mucho, todo un torneo por delante y habrá que lucharla, jugando así no lograremos nada, deberá haber un cambio significativo, a la hora de afrontar un encuentro, de meterle ganas para jugar, y salir a buscar los tres puntos.
“No está muerto quien da pelea”, dicen, y habrá que mejorar la triste versión de este año -pero con poquito miren que se mejora- porque así lo marca la tabla, últimos…
Cuando se tiene enfrente a un rival directo no hay otra que ganarle, jugando de local y ante Cerro Largo, no lo hicimos y nos hundimos cada vez más.
Estos partidos donde los puntos duelen, hay que jugarlos de una sola forma, con actitud, cero juego bonito, así como lo hicieron ellos, se cerraron y cuando pudieron salieron.
Todos hacen la suya, nosotros caemos en nuestros propios errores porque de un pase largo, el jugador Borges remata con una definición no muy ortodoxa que digamos la pelota rebota en De Barros se eleva y pasa por encima de Góngora, 1-0 y pelota al medio.
Iban menos de diez minutos, contra Cerro nos sucedió lo mismo, con la única diferencia que ellos nos hicieron dos. Después de ahí, tuvimos la pelota, siempre por derecha porque el lado izquierdo no lo usamos nunca en ese primer tiempo, pero no sabíamos qué hacer.
Nos faltó Franco, se notó, porque era el hombre de área que salía a pivotear y ganaba mucho por arriba. Jugamos con Marco Antonio, que jugó en la posición que ocupaba Franco pero seguramente con otras intenciones, la verdad ni una ni la otra se vio claramente.
Con un Otreras muy perdido y peleado con el balón -no hizo nada en los minutos que jugó- que comete un penal tono, si con todas las letras “TONTO” al comienzo del segundo tiempo que hace que ellos nos saquen dos de diferencia.
Como se jugó en el primer tiempo era irremontable, y así lo fue, porque seguíamos teniendo el balón, pero no creábamos nada, cero creación, para peor en una muy buena contra cierran el partido.
Descontamos por intermedio de Charquero y luego tuvo Marco Antonio la suya que tapó muy bien el golero visitante.
No se vio un cambio de actitud luego del gol, no hubo ideas claras. Esto es sencillo, un equipo te hace un gol y es muy difícil luego marcar, porque se cierran, hacen su juego, encima nosotros tirábamos pelotazos como si por cada tres nos dieran un premio, más lo favorecíamos.
Desde el principio no noté un plan estratégico claro, a qué se iba a jugar, el cómo enfrentar al rival, siempre por las puntas pero moríamos ahí. No rescato un solo jugador que digas que fue el más derechito, solo los pocos minutos de Flores que entró y contagió un poco, pero entró en una posición que no es la suya, yendo a todas por arriba. Esto es claro, remarco lo bueno -cuando así lo debo hacer- y lo malo, este partido fue malo, muy malo y nada fue aceptable.
Seguimos en la lucha por puntos en el descenso y debemos enfrentar la próxima a Miramar, otro rival directo, duro y en su cancha, que cambió para bien con el nuevo DT.
Para cerrar no conseguimos los tres puntos hace siete partidos, amagamos a robarle puntos a River, pero perdimos por errores también del juez, contra Liverpool merecimos más nos empatan cerca del final y casi nos ganan, contra Cerro caíamos 2-0 y pudimos empatarlo, con Peñarol un partido que fue un bodrio empatamos, y contra Cerro Largo marchamos bien, esa es la síntesis del nuevo DT, amagamos a ganar pero no lo hacemos, no creo que sea su culpa, porque lo que se vio en este último partido es que no tenían ganas de jugar.
Parece una “crónica de una muerte anunciada” pero no lo es porque aún falta mucho, todo un torneo por delante y habrá que lucharla, jugando así no lograremos nada, deberá haber un cambio significativo, a la hora de afrontar un encuentro, de meterle ganas para jugar, y salir a buscar los tres puntos.
“No está muerto quien da pelea”, dicen, y habrá que mejorar la triste versión de este año -pero con poquito miren que se mejora- porque así lo marca la tabla, últimos…