Anoche el barrio estaba de fiesta y no es para menos…

Hubo cánticos, abrazos, descarga de emociones y un merecido reconocimiento a todos los que aportaron para que Sayago cumpliera el objetivo que se trazó al inicio del torneo.

Estas líneas parecen una despedida, como si la Liga se hubiera terminado ayer y hoy debiéramos pensar en la próxima temporada. Pero el camino todavía continúa, se vienen los playoffs y quien te dice que de aquí en más no haya alguna otra alegría reservada para la gente. De todas maneras, pienso que es momento de frenar un segundo, respirar profundo y darle dimensión al logro obtenido.

Desde un principio el camino fue duro y todos lo sabíamos. Transitamos por rachas positivas, rachas negativas, cambio de extranjero, sube y baja constante en la tabla, nervios y tensión por cada resultado que nos acercaba o alejaba más de nuestra meta.

Por eso, es muy importante valorar lo conseguido.

Y luego, es momento de agradecer. Me dirás que los balances y agradecimientos se dan al final, cuando el camino termina y es momento de trazar nuevos objetivos. Y te doy la razón, pero no puedo dejar de pensar que “nuestro campeonato” terminó ayer. Y todo lo que venga de aquí en más es una “yapa”. Por eso, quiero decir: ¡muchas gracias!

A jugadores, cuerpo técnico, dirigentes y a los hinchas. Todos y cada uno de nosotros en el rol que nos toca aportamos para que esto se cumpla. Podríamos explicar los motivos de esta conquista, pero pensamos dejarlo para más adelante. Ahora dejame festejar, casi que para adentro, con perfil bajo, con humildad. Así como jugó el equipo durante todo el año.

Así como le gusta al hincha de Sayago.