Una mala…

Dicen que una mala noche la tiene cualquiera, y creo que es así.

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Dicen que una mala noche la tiene cualquiera, y creo que es así. Perdimos con Defensor Sporting feo, por paliza. Dolió porque no lo esperábamos de esa manera, porque veníamos dulces y llevándonos todo por delante.

Fueron 12 partidos ganados consecutivamente hasta que Aguada (cuándo no, con una gran noche de Leandro) nos cortó la racha. Pero fue en un partido parejo y se perdió en el alargue, con una buena reacción del equipo por eso no pegó de la misma manera que contra los de Jauri.

La hinchada playera copó Bohemios y cantó el “que los cumplas feliz” en el día del aniversario Nº76 del Club Malvín. Era una noche linda para enfrentarse a uno de los candidatos y para volver a la racha tan ganadora que veníamos arrastrando. Pero la realidad fue otra y el arranque fue malo, muy erráticos y sin aprovechar las oportunidades.

Sumando que al rival le salía todo pero todito ya el primer cuarto terminamos con 13 puntos de desventaja. “A entrar concentrados” les dijo López bien cerquita mío, aunque en el segundo cuarto tampoco cambió la cosa y llegamos a perder hasta por 27. No entraba una y en defensa tampoco estábamos bien. Así el partido pintaba lo que fue; paliza.

Defensor le hizo honor a su nombre y se transformó en el equipo estrella en defensa de la noche, y por más que sacaron diferencias considerables siguieron marcando hasta el final. Redondita la noche para ellos que lograron el dominio absoluto.

Siempre se pelea y se levanta la cabeza hasta el último minuto, pero no se pudo y creo que esto nos viene muy bien para corregir errores. Fue un sacudón entre tantos elogios al cuadro.

Somos un buen equipo, de los mejores, el que va primero y espera estar fino para los playoffs, pero como dijo un hincha playero: “todavía no somos campeones”. Es así, no lo somos y falta mucho.

No hay que creerse nada, sólo confiar en el trabajo del equipo y seguir creciendo paso a paso. Nos espera Biguá en Villa Biarritz el lunes y dos fechas de cierre de cancha por insultos a los árbitros. Muchos fallos y a veces da rabia, porque no se mide todo con la misma regla. A bajar la pelota que falta mucho.

Hay equipo… ¡Hay tremendo equipo! Malvín y nada más.