Sale una "chapa"

Crecer y apostar de una vez por todas por el alto rendimiento de manera concreta y mucho más efectiva.

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Delegación uruguaya para los Juegos Odesur (Foto: Marcelo Szwarcfiter)
Uruguay viajará a los Juegos Odesur de Santiago de Chile con una de las delegaciones más amplias de su historia en cuanto a deportistas.

233 de ellos, en treinta disciplinas, defenderán la enseña celeste en tierras trasandinas buscando demostrar lo mejor de sí, en una competencia en la que llegarán en inferioridad de condiciones con la gran mayoría de sus rivales y en donde el talento personal y su “garra” deberán relucir para sacar a luz esas pequeñas “hazañas” que tanto se disfrutan y que parten de una base más de esfuerzo y ganas, que por una coyuntura que implique crecimiento y evolución.

Un claro ejemplo son las becas que se le entregan a nuestros deportistas. Cuando en el resto de América la mayoría de los atletas las tiene en forma ininterrumpida hace años apostando a la continuidad, aquí se otorgan cuando se puede y como se puede.

Las becas

La idea de becar a varios de los deportistas uruguayos que participarían en los Juegos Odesur surgió en enero del 2013, donde en la primer reunión del año de la Fundación Deporte Uruguay (conformada por el Ministerio de Turismo y Deporte y el Comité Olímpico Uruguayo), se estableció que los venideros Juegos debían ser la gran apuesta a afrontar del ciclo olímpico, en el entendimiento de que “es donde se puede pelear con bases más sólidas por medallas y buenas figuraciones”.

Y si bien las mismas quedaron acordadas sobre mitad de año pasado, recién en fecha posterior al 12 de diciembre se empezaron a pagar, abonando a los 27 deportistas elegidos cuatro meses (agosto, setiembre, octubre y noviembre) de los ocho que se establecieron (cada beca de un valor de 500 dólares) con la promesa de que “durante enero o principio de febrero de 2014 se abonaría el resto”.

Misma situación sucedió con los entrenadores, que si bien -y en un hecho destacable- por primera vez en la historia fueron tenidos en cuenta para cobrar las mismas, lo hicieron de la misma manera que los deportistas.

Este dinero otorgado, esta inversión, se estableció con la meta de volcarla exclusivamente para la preparación de los Juegos Sudamericanos de Chile. Ahora, la reflexión primaria de todos los protagonistas fue que si se pagó en diciembre de 2013 y los Juegos comenzaban el 7 de marzo, su utilidad específica era por demás escasa, ya que se debió poner el plan en marcha muchísimo antes.

Presente

Pero la actualidad es aún más difícil de comprender. La segunda parte de las becas (los otros cuatro meses a abonar por la Fundación Deporte Uruguay que corresponden a diciembre, enero, febrero y marzo) aún no se pagaron, ni llegó a manos de los protagonistas.

Si tenemos en cuenta la fecha en que se escribió esta columna (27 de febrero), estamos hablando que solo restan siete días para la ceremonia inaugural, o sea que pasarán a ser un incentivo más que otra cosa, porque para preparación no tendrá ninguna utilidad.

Pero es aún más compleja la situación si nos damos cuenta que al no pagarse aún, solo quedará el día de mañana (28 de febrero) como el último día hábil para que los atletas puedan cobrar ese dinero (si es que se liberan los fondos de una vez por todas), ya que lunes y martes próximos son feriado de carnaval y el miércoles 5 la mayoría de los deportistas ya se esta embarcando a la ciudad trasandina para afrontar los Juegos.

Entonces, si tenemos en cuenta el racconto realizado, podemos concluir que los resultados que se obtengan ¿partirán de un apoyo metódico y estudiado, donde se cuidan los referentes del deporte nacional y se les buscan soluciones que los lleven a crecer?, o en cambio estamos hablando de deportistas que dependen más de su talento, apoyo personal y familiar, ganas y tiempo dedicado a una actividad con triunfos que serán exclusivamente propios ante un medio que casi los olvida.

El continente se mueve de otra manera, apuesta a otras cosas. Quizás eso nos pueda servir para crecer y apostar de una vez por todas por el alto rendimiento de manera concreta y mucho más efectiva, sin planes apurados y que dependan de cuándo se consigue tal recurso para concretarlo.

Yo creo en mis deportistas y voy a estar orgulloso de cada uno que nos salga a defender en la disciplina que le toque más allá del resultado, porque lo que se verá allí, es una persona que, más que nada, ama el deporte.