La mente al volante
El nuevo paso de Santiago Urrutia y el trabajo emocional.
Hace apenas unos días, el joven piloto uruguayo Santiago Urrutia fue designado por la escudería Koiranen GP como parte de su equipo para la GP3 Series 2014.
En una de sus primeras entrevistas luego de la confirmación, Santiago Urrutia hizo referencia a su preparación. Y lo hizo haciendo énfasis en el aspecto mental, afirmando que no daría ventaja en este sentido.
Ahora bien, ¿qué incidencia puede tener el aspecto mental en automovilismo? Sin dudas muchísima. A primera vista, la concentración del piloto es clave en un vehículo que en poco más de 7 segundos alcanza los 200 km/h, y puede alcanzar un máximo de 285 km/h.
Otro aspecto clave es la toma de decisiones. El piloto estará durante toda la carrera -que dura 30 minutos como máximo- evaluando situaciones, decidiendo y ejecutando. La preparación que tenga para hacer una mejor percepción de la situación, así como su claridad mental para elegir la mejor opción para ese momento, irán definiendo su velocidad de vuelta y su posición en la carrera.
Estos dos aspectos son entrenables. Y en el alto nivel, estas ventajas no se dan. Santiago Urrutia, así como todos los pilotos de su nivel, entrena con un psicólogo del deporte esta y todas las habilidades que inciden en su rendimiento dentro del cockpit.
Existen ejercicios y juegos para mejorar la concentración, es decir, la capacidad de la persona de mantener la atención a ciertos estímulos determinados durante un período de tiempo.
Claro que el tipo de concentración que se precise variará de acuerdo a las características del deporte: no es igual para un futbolista, atento a 21 jugadores en una cancha de 8 a 10 km2; que para un tenista atento a un solo rival.
Por el lado de la toma de decisiones, se entrena básicamente en simuladores. Allí, el deportista es expuesto a situaciones en las que tiene que decidir “sobre la marcha”. Pero no es la única forma, también a través de videos de carreras anteriores o de ejercicios de visualización se puede trabajar sobre las distintas opciones y por qué elegir una sobre otra.
Recordemos que en GP3, hablamos realmente de una carrera de pilotos. La categoría se corre con 27 autos idénticos: mismo chasis, mismo motor, mismos neumáticos, y está prohibido cualquier tipo de desarrollo individual a los coches.
La forma en que se organiza la competencia, con 9 jornadas dobles (es decir, una carrera el sábado y otra el domingo), obliga a los pilotos a entrenar su estabilidad emocional. Una victoria el sábado no debe hacer que el piloto se relaje el domingo, donde además la posición de largada se invierte (es decir, quien ganó la carrera del sábado largará en el octavo puesto el domingo).
Por el contrario, un resultado adverso o un mal desempeño el sábado, no deberían condicionar la carrera del domingo.
Aquí lo que más incide es la forma de pensar y sentir del piloto, que incidirá en su accionar. En base a cómo atribuya este resultado, a si logra evaluar su desempeño de forma objetiva, y a la confianza que tenga acerca de sí mismo, logrará superar rápidamente un mal resultado o se dejará inundar por pensamientos negativos que podrán perjudicar su desempeño posterior.
Sin dudas, Santiago Urrutia conoce estos aspectos y entrena día a día para mejorarlos. No en vano, con apenas 17 años -aún sin libreta para manejar en la ciudad- sigue avanzando en el automovilismo de alto nivel mundial.
Por ello, a partir del 9 de mayo, todos acompañaremos a este joven coloniense mientras da un paso más en su carrera.
En una de sus primeras entrevistas luego de la confirmación, Santiago Urrutia hizo referencia a su preparación. Y lo hizo haciendo énfasis en el aspecto mental, afirmando que no daría ventaja en este sentido.
Ahora bien, ¿qué incidencia puede tener el aspecto mental en automovilismo? Sin dudas muchísima. A primera vista, la concentración del piloto es clave en un vehículo que en poco más de 7 segundos alcanza los 200 km/h, y puede alcanzar un máximo de 285 km/h.
Otro aspecto clave es la toma de decisiones. El piloto estará durante toda la carrera -que dura 30 minutos como máximo- evaluando situaciones, decidiendo y ejecutando. La preparación que tenga para hacer una mejor percepción de la situación, así como su claridad mental para elegir la mejor opción para ese momento, irán definiendo su velocidad de vuelta y su posición en la carrera.
Estos dos aspectos son entrenables. Y en el alto nivel, estas ventajas no se dan. Santiago Urrutia, así como todos los pilotos de su nivel, entrena con un psicólogo del deporte esta y todas las habilidades que inciden en su rendimiento dentro del cockpit.
Existen ejercicios y juegos para mejorar la concentración, es decir, la capacidad de la persona de mantener la atención a ciertos estímulos determinados durante un período de tiempo.
Claro que el tipo de concentración que se precise variará de acuerdo a las características del deporte: no es igual para un futbolista, atento a 21 jugadores en una cancha de 8 a 10 km2; que para un tenista atento a un solo rival.
Por el lado de la toma de decisiones, se entrena básicamente en simuladores. Allí, el deportista es expuesto a situaciones en las que tiene que decidir “sobre la marcha”. Pero no es la única forma, también a través de videos de carreras anteriores o de ejercicios de visualización se puede trabajar sobre las distintas opciones y por qué elegir una sobre otra.
Recordemos que en GP3, hablamos realmente de una carrera de pilotos. La categoría se corre con 27 autos idénticos: mismo chasis, mismo motor, mismos neumáticos, y está prohibido cualquier tipo de desarrollo individual a los coches.
La forma en que se organiza la competencia, con 9 jornadas dobles (es decir, una carrera el sábado y otra el domingo), obliga a los pilotos a entrenar su estabilidad emocional. Una victoria el sábado no debe hacer que el piloto se relaje el domingo, donde además la posición de largada se invierte (es decir, quien ganó la carrera del sábado largará en el octavo puesto el domingo).
Por el contrario, un resultado adverso o un mal desempeño el sábado, no deberían condicionar la carrera del domingo.
Aquí lo que más incide es la forma de pensar y sentir del piloto, que incidirá en su accionar. En base a cómo atribuya este resultado, a si logra evaluar su desempeño de forma objetiva, y a la confianza que tenga acerca de sí mismo, logrará superar rápidamente un mal resultado o se dejará inundar por pensamientos negativos que podrán perjudicar su desempeño posterior.
Sin dudas, Santiago Urrutia conoce estos aspectos y entrena día a día para mejorarlos. No en vano, con apenas 17 años -aún sin libreta para manejar en la ciudad- sigue avanzando en el automovilismo de alto nivel mundial.
Por ello, a partir del 9 de mayo, todos acompañaremos a este joven coloniense mientras da un paso más en su carrera.