Prohibido perder

Una preciosa noche nos recibió en el Franzini el viernes, para ver un buen partido de fútbol ante el dueño de casa.

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Muchísima gente copó la tribuna visitante de Defensor para ver al equipo de Larriera. En virtud de haber ganado la semana pasada, el entrenador optó por mantener a los mismos 11 del inicio (excepto por el polifuncional Trindade, que le tocó cubrir el lateral izquierdo).

La verdad es que se disfruta de otra manera ir a ver a Racing. Si bien los resultados no han sido tan buenos (ni tan malos), reconforta volver a ver al equipo con nuestra identidad definida en el terreno de juego. Hecho que se ve reflejado en la tribuna, en la cantidad de público y en la Banda de la Estación, que nos volvió a hacer sentir locales.

En los primeros minutos superamos al rival y me animaría a decir que, por momentos, jugamos mucho mejor. Ellos, que son un buen equipo, lograron equiparar el trámite con el correr de los minutos y encontraron un gol (igual inmerecido) sobre el final, producto de una tremenda jugada individual.

El segundo tiempo fue quizás más movido todavía. Nosotros en busca del empate, ellos aprovechando los espacios que dejábamos. A poco de haber comenzado derribaron a Leandro Ezquerra en el área, y pudo estar el empate de tiro penal, pero el árbitro no lo sancionó.

Lo que sí sancionó fue un tiro libre al borde del área, por una falta que resultó en la expulsión por doble amonestación de un jugador locatario. De aquel tiro libre vino el empate desde los pies de Leandro. Otra vez la puso en el ángulo. Como si fuera fácil.

A partir de este momento, el partido estaba para ganarlo. Estábamos mejor, teníamos uno más y buscábamos el segundo. Todo esto duró hasta que apareció la maldita ley de las compensaciones y el árbitro le mostro la segunda tarjeta amarilla a Cayetano, por un presunto foul al borde del área.

Esta incidencia los hizo crecer y el partido se hizo más de ida y vuelta. Mauricio hizo cambios pensando en ganar el partido, pero el equipo perdió algo de balance después de la expulsión y, si bien nosotros también tuvimos nuestras chances, dependimos de varias atajadas del Loco para que no cayera el segundo violeta.

En una de las jugadas en las que podría haber llegado el gol académico, un centro mal tirado nos costó un contragolpe que termino siendo letal. Nos fuimos con todo los minutos finales, pero no logramos demasiado.

En la última jugada, el juez volvió a omitir un penal (esta vez por mano dentro del área rival) y se extinguieron los últimos instantes del juego.

Viéndolo objetivamente, no hicimos un mal partido. Nos volvió a faltar ese plus para ganar partidos complicados, o aprovechar el momento favorable que tuvimos en el segundo tiempo, pero lo cierto es que enfrente había un buen equipo.

Los equipos que venían abajo en la tabla del descenso tambien han sumado, así que no podemos dejar de pensar en la fatídica aún. De todos modos esta semana tenemos una nueva chance ante un rival de dicha tabla (Cerro Largo) para empezar a culminar el camino de la salvación.

El empate en Melo no sería lapidario, pero está prohibido perder.

¡Vamos Racing!