Hacer y difundir

El poder de los medios en el deporte.

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Foto: Marcelo Szwarcfiter
El momento del atletismo es mágico y los resultados acompañan un proceso que la Confederación Atlética del Uruguay lleva adelante hace muchos años, y que con una fuerte vocación de apoyo al deporte de la Intendencia de Maldonado a través del Campus, volvió a tener sus frutos en los pasados Juegos Odesur de Chile.

Cuatro medallas, tres oros y una plata, lo reflejan y transforman a uno de los deportes emblema del movimiento olímpico como el de mejor momento en nuestro país, al menos a nivel continental.

Pero esto viene acompañado de otro pequeño gran detalle que hace que las conquistas de este deporte brillen más, y es el trabajo mediático que realiza la CAU entorno a su deporte.

Tanto su presidente, Pablo Sanmartino, como su secretario general, Marcelo Szwarcfiter, trabajan denodadamente en esta área y se nota. Previo a cada torneo o competencia, sea local o internacional, se preocupan de dar la difusión necesaria, para que el mismo no pase desapercibido.

Jamás habrá un evento donde la Confederación no te facilite una foto del deportista destacado, sea cual sea su categoría, o tener al instante el resultado de aquel juvenil que batió el record sub 20, o buscar la forma de que te comuniques con Déborah Rodríguez instantes después que ganó la medalla de oro en Chile.

Ellos saben la importancia de los medios, tienen claro cómo abre las puertas de los sponsors y hasta de las autoridades inherentes al deporte y las que no.

Un claro ejemplo fue la situación de María Pía Fernández, que tras una nota en el Diario La República consiguió que le otorgarán una mesa especial para dar un examen para no perder un año en su carrera universitaria (no lo dio en tiempo y forma por participar en los Juegos Odesur), cuando se la habían negado en un principio.

Conocen claramente los alcances de un buen trabajo mediático a través de sus figuras y cómo atraen nuevos valores a su deporte. Tienen claro que un artículo en cualquiera de los diarios o páginas web, no importando su origen o importancia, aceita la máquina que pone a girar la rueda de los medios y que muchas veces deriva en los grandes canales de televisión.

Es un trabajo que encaran casi con la misma seriedad con la que buscan el crecimiento del atletismo, porque saben que es parte de ello y con eso se destacan con su presencia en los medios casi por sobre cualquier otro deporte.

¿Y los demás?

Si partimos de la base que los dos grandes exponentes que dirigen a nuestro deporte, el Ministerio de Turismo y Deporte y el Comité Olímpico Uruguayo, no tienen una buena política comunicacional, ¿qué podemos dejar para las Federaciones, donde todo se hace a pulmón y cuando sus dirigentes son honorarios? En ambas hay carencias en este aspecto.

Muchas de las cosas buenas que se hacen no cobran trascendencia, y en ambas sus webs carecen de actualización instantánea de  las novedades (a diferencia de otros grandes entes) que no dejan de generarse por ser ámbitos de mucha actividad.

Una entrega del pabellón a una delegación que viaja al exterior pasa desapercibida si los mismos implicados no hacen algo para redactar comunicados contando lo que se hizo en ese acto, utilizando sus capacidades propias para contar con material gráfico y hasta videos (que la tecnología de hoy en día los hacen muy accesibles de realizar) para nutrir dicha web y mantener a los comunicadores al tanto.

Una delegación como la de Uruguay en los Odesur, que fue la más grande de la historia, no puede bajo ningún concepto viajar sin un encargado de prensa, ya sea un estudiante de comunicación de la UDELAR o un egresado de la UTU, o hasta un periodista cualquiera sea su orígen.

Que no exista ello, es un concepto de antaño, propio de una historia que evolucionó y de la que parece no queremos ser parte. Tampoco puede ser un dirigente que “haga las veces de” y que sirva para cubrir “justificadamente” un lugar más de alguien que viaja y poco se precoupe de este aspecto.

También hay una cuota aparte de las Federaciones, que son las que gestionan sus deportes y principales interesadas en su difusión. Ellas deben exigir este tipo de cosas y buscar ganar pequeños espacios lentamente en los medios.

No cuesta mucho en algunos casos puntuales tener imágenes y hacer un mail institucional para enviar de la final de un campeonato, de un torneo internacional o de una inauguración que acerque a los periodistas al objetivo que se quiere alcanzar, cuando es más que claro que las lejanías de hoy en día son evidentes.

Quizás son cosas que reflexiono desde un lugar, que, al ser parte, puede tener una visión que no es compartible por muchos, pero afirmar: “A los medios no le interesan otros deportes más allá del fútbol” me suena más a cliché y una justificación barata, que no debe ser un palo en la rueda para intentar dar la batalla por ir ganando esos espacios. Conmigo tienen un aliado.